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Los cambios genéticos que se producen mientras el feto se desarrolla pueden provocar trastornos al momento del nacimiento, los cuales a veces se denominan trastornos congénitos. La acrodisostosis es una de estas afecciones aunque es poco frecuente.
Es un trastorno del sistema óseo que causa problemas inherentes a la formación y el crecimiento de los huesos. También guarda relación con el retraso mental y los problemas de aprendizaje. Según la National Organization for Rare Disorders, [Organización Nacional para Trastornos Poco Frecuentes], solo se han diagnosticado entre 40 y 50 casos de este trastorno hasta el momento (NORD, 2008).
La acrodisostosis también se conoce con los siguientes nombres:
Si bien los médicos desconocen la causa exacta de esta afección, posiblemente exista una relación genética según investigaciones. Esto significa que si un padre tiene la enfermedad, el riesgo de que el hijo padezca la afección es mayor. Muchos casos de acrodisostosis aparecen de manera esporádica y sin causa evidente. Se ha observado que el hecho de convertirse en padre a una edad mayor es una causa posible.
Los síntomas de la acrodisostosis son diferentes de una persona a otra y varían según el nivel de malformación de los huesos. El nivel de retraso mental también puede variar según cada persona.
Los niños que tienen acrodisostosis suelen presentar características físicas singulares, por ejemplo, las siguientes:
Las características físicas propias del trastorno suelen presentarse con el paso del tiempo. Los bebés que tienen acrodisostosis generalmente son más pequeños que lo normal al nacer.
Además de estas características físicas, pueden presentarse los siguientes síntomas:
Según la National Organization for Rare Disorders, aproximadamente el 80 por ciento de los niños que padecen acrodisostosis tienen algún tipo de problema de aprendizaje (NORD, 2008). Es posible que los síntomas sean imperceptibles hasta la primera infancia.
Si observa alguno de estos síntomas, consulte al médico. Si bien la acrodisostosis no es potencialmente mortal, el diagnóstico temprano garantiza el tratamiento precoz. Cuanto antes se reciba tratamiento, mejores serán los pronósticos.
El médico puede diagnosticar esta afección. Si su hijo tiene síntomas del trastorno, el profesional realizará una exploración física durante la cual tratará de detectar lo siguiente:
El médico también hará preguntas sobre los antecedentes médicos de la enfermedad y quizás solicite una radiografía. Con una radiografía, es posible identificar depósitos de calcio en los huesos (punteado) y determinar si los huesos tienen una longitud normal.
Dado que esta afección no tiene cura, el tratamiento depende de los síntomas que se presenten. La fisioterapia posiblemente resulte útil para tratar la movilidad o los problemas de movimiento, mientras que los problemas o trastornos mandibulares pueden tratarse con dispositivos de ortodoncia. Por ejemplo, los dientes desalineados pueden corregirse con frenillos. En algunos casos, puede recomendarse una intervención quirúrgica para corregir problemas óseos o mandibulares.
Si se trata de niños que presentan retraso mental o problemas de aprendizaje, tal vez se vean resultados con los servicios que les permiten alcanzar su potencial máximo. Entre estos servicios, pueden encontrarse los siguientes:
Si su hijo tiene acrodisostosis, usted tal vez considere la posibilidad de que participe en un estudio clínico. Los estudios clínicos se realizan con el objetivo de verificar si determinados medicamentos o tratamientos nuevos son eficaces para un trastorno en particular. Puede consultar al médico acerca de los estudios clínicos disponibles y, además, puede obtener información a través de Internet. En el sitio web www.clinicaltrials.gov, se enumeran todos los estudios clínicos actuales que cuentan con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos.
El pronóstico varía según la gravedad de los síntomas, pero, en general, las personas que padecen esta afección tienen un pronóstico favorable.
Los niños que tienen problemas graves en el sistema óseo quizás sufran complicaciones de salud nuevas a medida que crecen, por ejemplo, las siguientes:
La intervención precoz para tratar estas afecciones puede mejorar el pronóstico del paciente.
Quizás no sea posible prevenirla. Si existen antecedentes médicos de esta afección, podría buscar asesoramiento genético, mediante el cual podrá evaluar el riesgo de tener un hijo que padezca acrodisostosis.
Escrito por (en Inglés): Darla Burke
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD