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La actinomicosis es una infección prolongada que provoca llagas, o abscesos, en los tejidos blandos del organismo. Generalmente, se presenta en la boca, la nariz, la garganta, los pulmones, el estómago o los intestinos. En casos poco frecuentes, aparece en otras partes del cuerpo, pero, por lo general, solo lo hace si hay cortes en la piel. Si bien no es contagiosa, esta afección puede propagarse desde la primera zona infectada hacia otras partes del cuerpo. La actinomicosis se presenta, principalmente, en lugares tropicales del mundo.
La actinomicosis es provocada por una bacteria denominada Actinomyces israelii. Esta bacteria habita de forma natural
en la nariz y la garganta, y no provoca la infección por sí sola, sino que debe unirse a otras bacterias (que ingresan en el organismo a través de un corte en la piel).
Existen otras tres bacterias necesarias para la aparición de la actinomicosis. Son las siguientes:
Debido a que la infección se propaga tan lentamente, al principio se pensaba que la actinomicosis era una infección fúngica. La actinomicosis es una infección poco frecuente, especialmente en los Estados Unidos. Sin embargo, aún es posible contraerla. Usted tiene un mayor riesgo de padecer actinomicosis en los siguientes casos:
Una de las causas más frecuentes de la actinomicosis es un absceso dental. Si recientemente ha tenido un absceso dental, debe recibir atención médica de inmediato. Las mujeres que tienen colocado un dispositivo intrauterino (DIU) como método anticonceptivo también presentan un riesgo elevado.
Una vez que la infección de la actinomicosis ingresa en el tejido bucal, puede provocar lo que habitualmente se conoce como mandíbula hinchada. Puede sentir una protuberancia sólida en la mandíbula que, por lo general, no es dolorosa. Sin embargo, puede provocar un doloroso absceso cutáneo que primero luce como un hematoma rojizo en la zona. La actinomicosis también puede provocar espasmos musculares en la mandíbula o bloqueos en la mandíbula, en cuyo caso no es posible abrir la boca de forma normal.
Otros síntomas de la actinomicosis incluyen los siguientes:
La actinomicosis comienza en los tejidos blandos del organismo, pero, si no se trata, puede infectar los huesos circundantes. Puede requerirse una intervención para extirpar los huesos infectados. Si la infección se aloja en los senos paranasales, puede requerirse una intervención para extirpar el hueso y el tejido dañados.
En casos poco frecuentes, la actinomicosis en los senos paranasales puede llegar al cerebro, lo cual puede provocar otro tipo de infección grave denominada meningitis.
La actinomicosis generalmente se diagnostica a través de un estudio de muestras de tejido o líquido de la zona afectada. El médico puede emplear un microscopio para detectar la presencia de bacterias Actinomyces en la muestra. Estas bacterias lucen como gránulos amarillentos.
Los antibióticos constituyen el tratamiento principal para curar la actinomicosis. Generalmente, se necesitan altas dosis de penicilina para curar la infección. Si es alérgico a la penicilina, el médico puede utilizar otros antibióticos, tales como tetraciclinas, clindamicina o eritromicina. La cura total de la infección a partir de los antibióticos puede tardar hasta un año.
Quizás sea necesario drenar o extirpar las erupciones cutáneas (abscesos) ocasionadas por la infección. Si padece actinomicosis debido al uso de un DIU como método anticonceptivo, debe retirarse el dispositivo para prevenir otra infección.
Informe al médico de inmediato si presenta síntomas de actinomicosis, ya que el tratamiento precoz e intensivo puede evitarle la necesidad de someterse a una intervención.
Una de las mejores formas de prevenir la actinomicosis es mediante una correcta higiene bucal. Programe consultas periódicas con el dentista para que pueda detectar posibles problemas que podrían convertirse en una afección grave. Con el tratamiento adecuado, la actinomicosis puede curarse fácilmente y los pacientes generalmente se recuperan por completo.
Escrito por (en Inglés): Carmella Wint and Matthew Solan
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD