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Las aftas son úlceras o llagas bucales abiertas y dolorosas. Son el tipo más frecuente de úlcera bucal y suelen aparecer en la parte interna de los labios o las mejillas. Generalmente son de color blanco o amarillento y están rodeadas por tejido blando enrojecido e inflamado.
Las aftas pueden ser simples o complejas. Las aftas simples vuelven a aparecer alrededor de tres o cuatro veces al año y son frecuentes en las personas de entre 10 y 20 años de edad. Por su parte, las aftas complejas no son tan frecuentes y afectan a personas que ya las han tenido anteriormente.
Ni las aftas simples ni las complejas son contagiosas y generalmente desaparecen de manera espontánea en un lapso de una a tres semanas, si bien el dolor disminuye entre los 7 y los 10 días.
Consulte al médico o al odontólogo si tiene llagas grandes o un brote o si presenta un dolor lancinante, fiebre alta, diarrea, erupción cutánea o cefalea. También es aconsejable buscar atención médica si las aftas le impiden beber o no cicatrizan después de tres semanas.
Entre los signos característicos de las aftas, se incluyen los siguientes:
En algunos casos, las aftas también traen aparejados los siguientes síntomas:
Las mujeres y las personas que tienen antecedentes familiares de aftas son más propensas a padecerlas. Si bien las aftas pueden tener diferentes causas, en algunos casos no es posible determinarlas. Entre las causas más frecuentes, se incluyen las siguientes:
Por lo general, el médico puede diagnosticar un caso de afta a simple vista. Sin embargo, si el profesional considera que su presencia podría deberse a un virus, una carencia de vitaminas o minerales, un trastorno hormonal o un problema del sistema inmunitario, es posible que solicite análisis de sangre o realice una biopsia del área afectada.
Una lesión cancerosa puede tener un aspecto similar a un afta, pero no cicatrizará sin tratamiento.
Normalmente, las aftas cicatrizan de manera espontánea. Para acelerar el proceso de cicatrización, evite los alimentos picantes y cepíllese los dientes y use hilo dental regularmente para impedir las infecciones bacterianas en el área afectada.
A veces, el dolor puede ser muy intenso. Sin embargo, puede tomar varias medidas para reducir las molestias. Por ejemplo:
Para prevenir la reaparición de las aftas, evite los alimentos picantes, salados o ácidos que puedan haber causado el brote anteriormente. Además, evite los alimentos que produzcan síntomas alérgicos, como picazón en la boca, inflamación de la lengua o urticaria.
Si la causa de la aparición de las aftas es el estrés, adopte técnicas para reducirlo y mantener la calma, como la respiración profunda y la meditación.
Además, mantenga una buena higiene bucal y use un cepillo de dientes de cerdas suaves para no irritar las encías y los tejidos blandos de la boca. Consulte al médico para que determine si usted sufre alguna carencia de vitaminas o minerales específicos. Si es necesario, el profesional puede elaborarle un plan alimentario adecuado o recetarle suplementos individuales.
Escrito por (en Inglés): April Khan and Matthew Solan
Revisado médicamente (en Inglés)
on: Jul 18, 2012: George Krucik, MD