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La agorafobia es un trastorno de ansiedad. Las personas con agorafobia evitan las situaciones que pueden provocarles las siguientes sensaciones:
Aproximadamente el 0,8 por ciento de la población adulta padece agorafobia.
Existen dos tipos de agorafobia:
Las personas que tienen trastornos de pánico con agorafobia sufren ataques de pánico recurrentes que se relacionan con la agorafobia. Los ataques de pánico son episodios de miedo intenso. Es el tipo de agorafobia más frecuente.
Es una forma poco frecuente de agorafobia y se presenta en las personas que no han sufrido ataques de pánico.
Las personas con agorafobia vinculan la ansiedad con ciertos entornos o situaciones y, por lo tanto, evitan esos entornos o situaciones. Tienen miedo de sentir ansiedad nuevamente o de sufrir otro ataque de pánico.
Puede correr riesgo de padecer agorafobia en los siguientes casos:
La agorafobia es más frecuente en las mujeres. Generalmente, aparece primero en los adultos jóvenes. Sin embargo, puede presentarse a cualquier edad.
Puede tener uno o más de los siguientes síntomas con cualquier tipo de agorafobia:
Los síntomas de un ataque de pánico son los siguientes:
El proveedor de atención médica le hará preguntas acerca de los síntomas de la agorafobia. Es posible que también lo examine o le realice análisis de sangre para descartar causas físicas de los síntomas.
Para que se le diagnostique agorafobia, los síntomas deben cumplir con ciertos criterios. No le diagnosticarán agorafobia si los síntomas se producen por una enfermedad; tampoco pueden producirse por el uso de una sustancia tóxica o por otro trastorno.
Hay criterios adicionales para diagnosticar un trastorno de pánico con agorafobia. Debe sufrir ataques de pánico recurrentes y, al menos un ataque de pánico debe haber estado seguido de lo siguiente:
La agorafobia puede tratarse de diversas maneras.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) puede ayudarlo a comprender los sentimientos y las opiniones distorsionados que se relacionan con la agorafobia. La TCC también puede enseñarle a reemplazar los pensamientos distorsionados por pensamientos saludables.
La terapia de exposición puede ayudarlo a superar sus miedos, ya que lo expone cuidadosa y lentamente a las situaciones que le provocan miedo.
Los perros de servicio u otros animales pueden ayudarlo a reducir el miedo cuando va a lugares públicos.
Algunos de los medicamentos que pueden ayudarlo a aliviar la agorafobia o los síntomas del ataque de pánico incluyen inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), antidepresivos y ansiolíticos.
Si realiza un tratamiento, tiene muchas posibilidades de recuperarse. El tratamiento suele ser más fácil y rápido cuanto se comienza lo antes posible.
Si bien no hay un método seguro para prevenir la agorafobia, el tratamiento precoz de la ansiedad o los trastornos de pánico puede ser útil.
Escrito por (en Inglés): Rose Kivi and Elizabeth Boskey, PhD
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD