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El análisis de líquido cefalorraquídeo (LCR) es una forma de detectar afecciones relacionadas con el cerebro y la columna vertebral. Consiste en una serie de análisis de laboratorio realizados a partir de una muestra de LCR. El LCR es el líquido transparente que aporta nutrientes al sistema nervioso central (SNC) y lo protege. El SNC está formado por el cerebro y la médula espinal.
El LCR es producido por el plexo coroideo del cerebro y se reabsorbe en el torrente sanguíneo. El líquido se reemplaza completamente en el transcurso de horas. Además de aportar nutrientes, el LCR fluye por el cerebro y la columna vertebral; de esta forma, brinda protección y elimina los desechos.
La muestra de LCR generalmente se extrae mediante una punción lumbar (también conocida como punción espinal). El análisis de la muestra implica medir y examinar lo siguiente:
Este análisis incluye lo siguiente:
El LCR está en contacto directo con el cerebro y la columna vertebral. Por lo tanto, el análisis de LCR es más eficaz que un análisis de sangre para interpretar los síntomas del SNC. Sin embargo, es más complicado obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo que una muestra de sangre. La introducción de una aguja en el conducto vertebral requiere de un conocimiento especializado de la anatomía de las estructuras de la columna vertebral y de un amplio conocimiento de las afecciones subyacentes del cerebro o la columna vertebral que podrían aumentar el riesgo de sufrir complicaciones a partir del procedimiento.
La punción lumbar suele demorar menos de 30 minutos y la realiza un médico especialmente capacitado para extraer muestras de LCR.
Por lo general, el LCR se extrae de la región inferior de la espalda, es decir, la columna lumbar. Es muy importante que permanezca completamente quieto durante el procedimiento para evitar que la aguja se introduzca en un lugar incorrecto o que se dañe la columna vertebral.
Tal vez deba permanecer sentado con la columna vertebral levemente doblada hacia adelante o acostado sobre un lado, en posición fetal. Cuando usted curva la columna vertebral, se genera un espacio entre los huesos de la región lumbar.
Cuando se encuentre en la posición correcta, le limpiarán la espalda con una solución estéril, como yodo. El área se mantiene estéril durante todo el procedimiento para reducir el riesgo de que se produzcan infecciones.
Se aplica una crema anestésica sobre la piel y, a continuación, se inyecta anestesia. Una vez que el área está completamente adormecida, el médico introduce una aguja fina entre dos vértebras para realizar la punción lumbar. A veces, se utiliza una técnica radiográfica especial denominada fluoroscopía para guiar la aguja.
En primer lugar, se mide la presión del LCR (presión de apertura) mediante un manómetro. Tanto la presión elevada como baja del LCR pueden indicar la presencia de ciertas afecciones.
Luego, se extraen muestras del líquido con la aguja. Cuando finaliza la extracción de líquido, se retira la aguja. El lugar de la punción se limpia nuevamente y se coloca una venda.
Le recomendarán que permanezca recostado durante una hora aproximadamente. De esta forma, se reducirá el riesgo de sufrir cefaleas, un efecto secundario muy frecuente del procedimiento.
Algunas veces, el paciente no puede someterse a una punción lumbar debido a una deformidad en la espalda, una infección o una posible hernia cerebral. En estos casos, será necesario utilizar métodos de extracción de LCR más lesivos. Estos métodos requieren hospitalización y, entre ellos, se incluyen los siguientes:
La extracción de LCR suele combinarse con otros tipos de procedimientos. Por ejemplo, tal vez se inyecte un medio de contraste en el LCR para realizar una mielografía, que es una radiografía o TC del cerebro y la columna vertebral.
Para realizar esta prueba, el paciente debe firmar una autorización donde afirme que conoce los riesgos de la intervención. Antes de la prueba, deberá defecar y orinar para que los intestinos y la vejiga estén vacíos.
Entre los principales riesgos relacionados con la punción lumbar, se incluyen los siguientes:
Los pacientes que tomen anticoagulantes tienen un riesgo más elevado de sufrir hemorragias. La punción lumbar es muy peligrosa para las personas con un número de plaquetas bajo (trombocitopenia) u otros problemas de coagulación.
Existen otros riesgos graves en pacientes que presentan una masa, un tumor o un absceso cerebral, ya que estas afecciones ejercen presión sobre el tronco cerebral. La punción lumbar podría causar una hernia cerebral y provocar daños en el cerebro o incluso la muerte.
Las hernias cerebrales son un desplazamiento de las estructuras del cerebro. Suelen generar presión intracraneal elevada y, con el tiempo, restringen el riego sanguíneo al cerebro, lo cual produce daños irreparables. Si se sospecha que puede haber una masa cerebral, la prueba no se realizará.
Las punciones cisternal y ventricular conllevan riesgos adicionales, entre los que se incluyen los siguientes:
El análisis de LCR puede indicarse a pacientes con traumatismos en el SNC. También puede utilizarse en los casos en los que existe un diagnóstico subyacente de cáncer con el fin de determinar si el cáncer se diseminó al SNC.
Además, el análisis de LCR puede indicarse a los pacientes que presentan uno o más de los siguientes síntomas:
En el análisis de LCR, es posible distinguir claramente entre una amplia variedad de enfermedades del SNC, que, de otra manera, serían difíciles de diagnosticar. Las afecciones que pueden detectarse mediante el análisis de LCR pueden clasificarse en cuatro categorías principales: enfermedades infecciosas, hemorragias, trastornos en el sistema inmunitario y tumores.
Virus, bacterias, hongos y parásitos pueden infectar el SNC. Entre las infecciones más frecuentes del SNC, se incluyen las siguientes:
Las hemorragias intracraneales pueden detectarse a través del análisis de LCR. Sin embargo, para detectar la causa exacta de la hemorragia, tal vez deban realizarse exámenes o pruebas adicionales. Entre las causas comunes, se incluyen las siguientes:
El sistema inmunitario puede causar daños en el SNC de las siguientes formas:
Entre las enfermedades más frecuentes de este tipo, se incluyen las siguientes:
Mediante el análisis de LCR, pueden detectarse tumores primarios en el cerebro o la columna vertebral, además de cáncer metastásico que se haya diseminado al SNC desde otras partes del cuerpo.
Generalmente, a través del análisis de LCR se mide lo siguiente:
Si los resultados son normales, significa que no se detectaron anomalías en el líquido cefalorraquídeo y que los niveles de todos los componentes del LCR que se midieron se encuentran dentro de los valores normales.
Los resultados anormales pueden deberse a alguno de los siguientes motivos:
Si en una prueba del SNC los resultados son anormales, el plan de seguimiento y el pronóstico dependerán de la causa del problema. Seguramente, se necesitarán más pruebas para realizar un diagnóstico definitivo. El tratamiento y los resultados variarán.
La meningitis causada por una infección parasitaria o bacteriana se considera una emergencia médica. Los síntomas son similares a los de la meningitis vírica. Sin embargo, la meningitis vírica es menos peligrosa para la vida del paciente.
Si tiene meningitis bacteriana, tal vez deba tomar antibióticos de amplio espectro hasta que se determine la causa de la infección. El tratamiento inmediato es fundamental para salvar su vida. También puede prevenir daños permanentes en el SNC.
Escrito por (en Inglés): Sandy Calhoun Rice
Revisado médicamente (en Inglés)
: Brenda B. Spriggs, MD, MPH, FACP