Información general
El análisis del nivel de tirotropina (TSH) permite medir la cantidad de tirotropina en la sangre. Sirve para que el médico determine si es necesario tomar medicamentos para tratar el hipertiroidismo (glándula tiroidea hiperactiva) o el hipotiroidismo (glándula tiroidea hipoactiva). A veces se lo denomina análisis de la hormona estimulante de la glándula tiroides.
La tirotropina es una hormona producida por la hipófisis y su función es estimular la glándula tiroidea para que produzca y libere tiroxina (T4) y triyodotironina (T3). Estas dos hormonas son fundamentales y controlan la velocidad a la que el organismo usa la energía.
Propósito
El médico indicará este análisis si presenta signos de hipertiroidismo, hipotiroidismo o agrandamiento de la glándula tiroidea. El análisis también puede pedirse para controlar el tratamiento de estas afecciones.
Entre los síntomas del hipertiroidismo (cuando la glándula tiroidea produce demasiada TSH), se incluyen los siguientes:
- dificultad para dormir
- temblor en las manos
- irritación en los ojos y sensibilidad a la luz
- nerviosismo
- pérdida de peso
- frecuencia cardíaca rápida
Entre los síntomas del hipotiroidismo (cuando la glándula tiroidea no produce la cantidad suficiente de TSH), se incluyen los siguientes:
- piel seca
- estreñimiento
- sensibilidad al frío
- cansancio
- caída del cabello
- períodos menstruales irregulares
- piel hinchada
- aumento de peso
El análisis del nivel de tirotropina también se emplea para controlar a los recién nacidos con el fin de detectar hipotiroidismo. Asimismo, se utiliza para diagnosticar y controlar problemas de esterilidad masculina. En ocasiones, se usa para evaluar la función de la hipófisis.
Procedimiento
El análisis de TSH consiste en analizar una muestra de sangre en un laboratorio. Para obtener la muestra, un enfermero le extraerá sangre de una vena del brazo o del dorso de la mano.
En primer lugar, limpiará el lugar de la punción con un antiséptico. Luego, atará una banda alrededor del brazo para aplicar presión en el área y le insertará una aguja en la vena. A continuación, recogerá la sangre en un tubo conectado a la aguja. Cuando el tubo esté lleno, quitará la banda y la aguja. Puede aplicarse presión en el lugar de la punción con un trozo de algodón o gasa para detener el sangrado.
En el caso de bebés y niños pequeños, se usa una lanceta (un instrumento pequeño parecido a un bisturí) para punzar la piel. La sangre se recoge en una pequeña pipeta de vidrio o en una tira reactiva o un portaobjetos. Puede colocarse un vendaje sobre el área si hay sangrado.
Escrito por (en Inglés): Cindie Slightam
Revisado médicamente (en Inglés)
: Brenda B. Spriggs, MD, MPH, FACP
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