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La artritis reumatoide juvenil (ARJ) es una forma frecuente de artritis crónica en los niños. Se trata de una afección autoinmunitaria prolongada que se caracteriza por rigidez e inflamación de las articulaciones.
La mayoría de los casos de ARJ son leves, pero los casos graves pueden provocar daño articular. La ARJ es diferente de la artritis reumatoide de los adultos y se desconocen sus causas exactas.
Es importante conocer los signos y síntomas de la ARJ para obtener tratamiento médico antes de que progrese la afección.
Los huesos se unen en las articulaciones y estas facilitan el movimiento. Si usted padece ARJ, los movimientos a menudo provocan dolor, ya que las articulaciones no se mueven como deberían. Según Kids Health, la ARJ afecta a niños menores de 16 años. (Kids Health).
Si bien puede tener un dolor articular ocasional, probablemente no tenga ARJ a menos que padezca dolor e inflamación articular durante un mínimo de seis semanas seguidas.
Los síntomas más frecuentes de esta afección incluyen los siguientes:
Si no se trata, la ARJ puede provocar más complicaciones. En algunos casos, el trastorno puede causar problemas oculares, tales como dolor y cambios en la visión. Otras complicaciones que pueden surgir incluyen las siguientes:
Una exploración física puede ayudar al médico a diagnosticar correctamente la ARJ en sus primeras etapas. Los signos frecuentes de la afección pueden incluir inflamación, problemas oculares y erupciones cutáneas.
Asimismo, el médico solicitará análisis de sangre, tales como análisis de la proteína C-reactiva, a fin de evaluar la inflamación del organismo y detectar el factor reumatoide, que es un anticuerpo presente en la sangre de los adultos que padecen artritis. También se utilizan radiografías y gammagrafías óseas para que el médico pueda observar mejor las zonas afectadas.
Existen tres tipos de ARJ:
El tipo de artritis que le diagnostiquen dependerá del progreso de la afección. La ARJ sistémica es la más grave. Según la Arthritis Foundation [Fundación de la Artritis], el diagnóstico de más del 50 por ciento de los pacientes con ARJ es de ARJ pauciarticular. (Arthritis Foundation).
Los médicos utilizan diferentes medidas terapéuticas para controlar la ARJ. En primer lugar, se emplean antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para reducir la inflamación. Con frecuencia, se utiliza ibuprofeno de venta libre, pero también existen dosis de mayor potencia para el dolor intenso que se venden con receta. Si bien es posible que le recomienden aspirina, su uso es poco frecuente debido a los posibles efectos adversos en los niños. Nunca utilice aspirina sin el consentimiento del médico.
Se utilizan otros medicamentos recetados para disminuir las respuestas reumáticas del organismo. Por lo general, estos inmunosupresores demoran varios meses en hacer efecto. El médico también podría recetárselos durante un breve período para disminuir los posibles efectos secundarios, tales como la osteoporosis (debilitamiento de los huesos).
En casos graves, puede recurrirse a la cirugía para reemplazar completamente las articulaciones. También puede extraerse el líquido de los tejidos para disminuir la inflamación.
El régimen alimentario y la actividad física son importantes para todos, pero realizar cambios saludables resulta especialmente útil en el caso de la ARJ. Las variaciones en el peso son frecuentes en los pacientes con ARJ por varios motivos. En primer lugar, los medicamentos pueden disminuir el apetito y causar pérdida de peso en poco tiempo. En tales casos, quizás necesite aumentar de forma saludable la ingesta diaria de calorías para recuperar el peso perdido.
Por otro lado, la falta de movilidad puede hacer que aumente de peso. Es importante bajar de peso no solo para mantenerse saludable, sino también para aliviar la presión adicional sobre las articulaciones.
La actividad física regular también puede fortalecer los músculos y hacer que sea más fácil convivir con la ARJ a largo plazo. Analice cualquier nuevo plan de actividad física junto al médico antes de comenzar. Generalmente son mejores los ejercicios de bajo impacto, tales como nadar, caminar y andar en bicicleta. Un fisioterapeuta también puede ayudarlo a aprender a utilizar los músculos y las articulaciones después del tratamiento.
La ARJ es una afección prolongada que tiende a producir exacerbaciones ocasionales. Cuantas menos articulaciones se vean afectadas, más sencillo será recuperarse. Los niños suelen sentir rigidez y falta de apetito.
Es posible que los niños presenten una remisión de la ARJ, pero depende de la gravedad de la afección. Es por eso que el tratamiento precoz es tan importante para prevenir que más articulaciones sucumban a los efectos de esta afección.
Escrito por (en Inglés): Kristeen Moore
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD