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El aire rico en oxígeno que usted respira circula en el interior de los pulmones a través de una red compleja llamada árbol bronquial. Desde allí, el oxígeno ingresa en el torrente sanguíneo y sigue su rumbo hacia el corazón y los demás órganos y tejidos.
Una atelectasia pulmonar, también conocida como neumotórax, se produce cuando el aire que normalmente circula por el pulmón se filtra hacia el espacio entre el pulmón y la pared torácica y, al hacerlo, empuja el pulmón hacia abajo o provoca un colapso. Como consecuencia, la sección afectada del pulmón se cierra. En la mayoría de los casos, solo una parte del pulmón sufre el colapso, mientras que el resto del pulmón permanece intacto.
Una atelectasia pulmonar grave puede ocasionar una reducción en los niveles de oxígeno, insuficiencia respiratoria, paro cardíaco y choque. Se trata de una emergencia médica que puede ser mortal si no se recibe tratamiento de inmediato.
Este estado puede producirse como resultado de un traumatismo en el tórax, un daño en el tejido pulmonar o una disfunción del propio pulmón.
Generalmente, el neumotórax es causado por un traumatismo en el tórax. Entre estos episodios traumáticos, se incluyen los siguientes:
Los daños en el tejido pulmonar también pueden provocar una atelectasia pulmonar. Como el tejido dañado no es tan resistente como el tejido sano, es más propenso a sufrir un colapso. Este daño puede ser el resultado de una enfermedad pulmonar inflamatoria o traumática, pero también puede ser causado por las siguientes afecciones: y
Las vesículas pulmonares son ampollas pequeñas llenas de aire que se forman en la capa externa de los pulmones. No son un signo de ninguna enfermedad ni de otra afección pulmonar, y los especialistas no están seguros de por qué se forman en determinadas personas. A veces, estas ampollas de aire se rompen espontáneamente debido a cambios en la presión del aire y provocan un neumotórax.
La primera vez que se produce un neumotórax, es posible que sienta un dolor intenso en el pecho que empeora al toser. Posiblemente también tenga dificultad para respirar o falta de aire. Estos síntomas pueden causar un malestar leve en algunos pacientes y muchas veces se confunden con los síntomas de un resfriado o una bronquitis.
Si la atelectasia afecta una mayor parte del pulmón, tal vez presente otros síntomas además de dolor en el pecho y falta de aire. Entre ellos, se incluyen los siguientes:
Todos los síntomas del neumotórax deben tratarse como una emergencia médica. Incluso si los síntomas son leves, busque atención urgente lo antes posible.
El médico le escuchará los pulmones con un estetoscopio y le pedirá que inhale profundamente y exhale. Si ha sufrido una atelectasia pulmonar, el profesional no podrá escuchar fácilmente los ruidos respiratorios del pulmón afectado. En este caso, quizás le solicite pruebas de diagnóstico por imágenes que le permitirán observar los pulmones en mayor detalle.
Con una radiografía de tórax, es posible identificar fácilmente una atelectasia pulmonar. También pueden solicitarle una prueba de diagnóstico por imágenes denominada tomografía computarizada (TC) para visualizar el pulmón afectado más de cerca.
Los tratamientos tienen como objetivo restablecer la función pulmonar mediante la eliminación de la presión externa sobre el pulmón.
Si la atelectasia pulmonar es leve o afecta solo una parte pequeña del pulmón, tal vez el médico opte por controlarlo atentamente en lugar de tratarlo. Durante este período de observación, lo más probable es que le realicen varias radiografías de tórax. Tal vez deba hacer reposo para acelerar el proceso de recuperación. Si el médico lo considera necesario, quizás le administren oxígeno complementario que favorecerá la recuperación pulmonar.
En el caso de las atelectasias que afectan una mayor superficie del pulmón, el paciente deberá recibir tratamiento para eliminar el exceso de aire de la cavidad torácica. Este exceso de aire puede eliminarse con una sonda pleural o una aguja. Se introduce una aguja con una jeringa en el pecho cerca del área afectada y en el área de la caja torácica. Luego, el médico aspira el aire con una jeringa.
La sonda pleural se utiliza del mismo modo, pero generalmente está conectada a un recipiente impermeable o a una máquina que aspira el aire de manera continua. Cuando el área afectada es de gran tamaño, es posible que la aspiración se extienda durante varios días.
Si la causa subyacente de la atelectasia es una filtración de aire del pulmón, posiblemente sea necesario realizar una intervención quirúrgica para reparar la filtración. El médico le realizará dos incisiones pequeñas en el pecho e introducirá una cámara de fibra óptica en uno de ellos para observar el pulmón. La otra incisión se usa para introducir la herramienta quirúrgica con la cual se reparará la filtración.
Si la causa de la atelectasia es una vesícula pulmonar rota, el cirujano la cerrará con una sutura. Si no identifica vesículas pulmonares, aplicará una sustancia similar al talco en el espacio pleural para provocar irritación. De este modo, el tejido irritado se sellará y cerrará la filtración.
Si se trata de inmediato, es probable que el neumotórax no ocasione complicaciones médicas en el futuro. Sin embargo, cuando la causa es un traumatismo, la afección puede repetirse. De acuerdo con el Manual de Merck, si se utiliza talco para sellar una filtración en un pulmón, las probabilidades de recidiva ascienden a alrededor del 25 por ciento. Por el contrario, si la filtración se cierra por medio de suturas quirúrgicas, las probabilidades de recidiva se reducen a alrededor del 5 por ciento (Manual de Merck).
Escrito por (en Inglés): April Kahn
Revisado médicamente (en Inglés)
: Brenda B. Spriggs, MD, MPH, FACP