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La glándula tiroidea se encuentra en el cuello, debajo de la nuez de Adán, y secreta hormonas que contribuyen a regular las funciones corporales, incluido el metabolismo, que es el proceso que transforma los alimentos en energía. Estas hormonas también regulan la frecuencia cardíaca, la respiración, la digestión y el estado de ánimo. El bocio es una afección que provoca un aumento del tamaño de la glándula tiroidea y que puede afectar a cualquier persona, aunque es más frecuente en las mujeres. A veces, repercute en el funcionamiento de la glándula tiroidea.
Dado que las causas del bocio son diversas, existen varios tipos de bocio. Entre ellos, se incluyen los siguientes:
El bocio coloideo se produce por la falta de yodo, un mineral esencial para la producción de hormonas tiroideas. Quienes tienen este tipo de bocio generalmente residen en áreas en las que hay escasez de yodo.
Por lo general, se desconoce la causa de este tipo de bocio, aunque quizás se produzca debido a medicamentos como litio, el cual se usa para tratar trastornos del estado de ánimo, como el trastorno bipolar. El bocio no tóxico no altera la producción de hormonas tiroideas, por lo que el funcionamiento de la glándula tiroidea no se ve afectado. Este tipo de bocio también es benigno.
Este tipo de bocio da lugar a la formación de un nódulo pequeño o de varios que producen sus propias hormonas tiroideas, lo cual genera hipertiroidismo. Generalmente, se produce a partir de un bocio simple.
La carencia de yodo es la principal causa, ya que es esencial para que la glándula tiroidea produzca hormonas tiroideas. Ante la escases de yodo, la glándula tiroidea realiza un esfuerzo excesivo para producir hormonas tiroideas, por lo cual la glándula se agranda.
Entre las demás causas, se incluyen las siguientes:
Esta enfermedad se manifiesta cuando la glándula tiroidea produce más hormonas tiroideas que lo normal, lo cual se conoce como hipertiroidismo. A raíz de la producción excesiva de hormonas, el tamaño de la glándula aumenta.
Esta enfermedad se manifiesta cuando la glándula tiroidea no produce la cantidad suficiente de hormonas tiroideas, lo cual causa hipotiroidismo. A raíz de la disminución del nivel de hormonas tiroideas, la hipófisis produce más tirotropina (TSH), por lo cual la glándula se inflama.
Algunas personas presentan tiroiditis, que es la inflamación de la glándula tiroidea que, a su vez, puede causar bocio.
Es posible que haya inflamación a raíz de la formación de quistes sólidos o llenos de líquido en la glándula tiroidea. Estos nódulos suelen ser benignos.
A raíz del cáncer de tiroides, se inflama un lado de la glándula. El cáncer de tiroides no es tan frecuente como la formación de nódulos benignos.
A veces, a causa del embarazo, la glándula tiroidea puede aumentar de tamaño.
Es posible que usted corra el riesgo de padecer bocio si presenta los siguientes factores de riesgo:
El síntoma principal del bocio es la inflamación visible del cuello. Los nódulos tiroideos tienen tamaños diversos y pueden ser de muy pequeños a muy grandes. La presencia de nódulos quizás aumente la inflamación.
Entre los demás síntomas, se incluyen los siguientes:
El médico le revisará el cuello para controlar si está inflamado y también solicitará varias pruebas de diagnóstico, entre las cuales se incluyen las siguientes:
Los análisis de sangre permiten detectar cambios en los niveles hormonales y un aumento en la producción de anticuerpos, los cuales se generan como respuesta a una infección o una lesión.
Es posible que el médico solicite una gammagrafía de la glándula tiroidea para ver el tamaño y el estado del bocio.
Las ecografías permiten obtener imágenes del cuello y determinar el tamaño del bocio y la presencia de nódulos. En el transcurso del tiempo, las ecografías pueden reflejar cambios en los nódulos y el bocio.
Una biopsia consiste en extraer muestras pequeñas de tejido tiroideo para enviarlas a un laboratorio y analizarlas.
El médico decidirá el plan de tratamiento según el tamaño y el estado del bocio, además de los síntomas. El tratamiento también se basa en solucionar los problemas de salud inherentes al bocio.
Si usted tiene hipotiroidismo o hipertiroidismo, quizás sea suficiente tomar medicamentos para tratar estas afecciones a fin de reducir el tamaño del bocio. Si tiene tiroiditis, puede tomar medicamentos (corticoesteroides) para reducir la inflamación.
La extirpación quirúrgica de la glándula tiroidea (tiroidectomía) es una opción si la glándula alcanza un tamaño excesivamente grande o no responde a la farmacoterapia.
En los pacientes con bocio multinodular tóxico, quizás sea necesario un tratamiento con yodo radioactivo. El yodo radioactivo, que se administra por vía oral, se desplaza hasta la glándula tiroidea a través de la sangre y destruye el tejido en exceso.
Es posible que deba aumentar o disminuir la cantidad de yodo que consume según el tipo de bocio que tenga.
Si el bocio es pequeño y no causa ningún problema, quizás no sea necesario tratarlo.
En muchos casos, el bocio desaparece con el tratamiento; en otros, quizás aumente de tamaño. Si los síntomas aumentan o empeoran, consulte al médico. Si la glándula tiroidea continúa generando más hormonas que las necesarias, puede producirse hipertiroidismo. La producción insuficiente de hormonas puede causar hipotiroidismo.
Escrito por (en Inglés): Brindles Lee Macon and Winnie Yu
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD