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El cáncer de piel se debe a mutaciones en el ADN de las células de la piel que provoca la multiplicación descontrolada de las células anormales. La radiación ultravioleta (UV) es la causa más frecuente de las mutaciones en el ADN que provocan cáncer de piel. La radiación UV se encuentra en la luz solar y en las lámparas y camas solares.
Es posible que las personas que no pasan demasiado tiempo en el sol ni en camas solares tengan cáncer de piel. Estas personas pueden tener una predisposición genética a tener cáncer de piel, pueden haber estado expuestas a sustancias tóxicas (como arsénico, por ejemplo) o pueden tener un sistema inmunitario debilitado que aumenta la probabilidad de padecer cáncer. Los pacientes que recibieron radioterapia por otros problemas cutáneos quizás también tengan un riesgo mayor de tener cáncer de piel (Mayo).Existen tres tipos principales de cáncer de piel: el carcinoma escamoso, el carcinoma basocelular y el melanoma.
La piel tiene varias capas. La capa superior protectora se conoce como epidermis y está formada por tres tipos de células (células escamosas, células basales y melanocitos) que se descaman constantemente para que se formen células cutáneas nuevas.
Las células escamosas son las que están más cerca de la superficie de la piel y su función es recubrirla. Las células basales están debajo de las escamosas y se dividen continuamente para formar células nuevas. Los melanocitos yacen en la parte inferior de la epidermis y producen melanina, el pigmento responsable del color de la piel.
El diagnóstico y el tratamiento dependerán de la capa de piel en la que se formó el cáncer.
El carcinoma escamoso, también denominado cáncer de piel no melanoma, es un tipo de cáncer de piel que se origina en las células escamosas de la epidermis. Este cáncer se debe a mutaciones en el ADN de estas células que provocan que las células se multipliquen de forma incontrolable.
Según la Skin Cancer Foundation [Fundación de Cáncer de Piel, SCF], el carcinoma escamoso es el segundo tipo más frecuente de cáncer de piel. Aproximadamente 700.000 personas reciben el diagnóstico de este tipo de cáncer al año en los Estados Unidos.
El carcinoma escamoso puede afectar la piel de cualquier área, pero es más frecuente en aquellas que se exponen al sol.
Entre los factores de riesgo del carcinoma escamoso, se incluyen los siguientes:
Los afroamericanos no están exentos de este tipo de cáncer. De hecho, en la mayoría de los casos de cáncer de piel en esta población, los pacientes tienen carcinoma escamoso (SCF). El carcinoma escamoso suele aparecer en afroamericanos que tienen una afección preexistente en la piel o en lugares de quemaduras.
Este tipo de cáncer generalmente aparece en áreas que se exponen al sol, pero también puede aparecer en la boca, el área anal y los genitales. En sus primeros estadios, suele tener la apariencia de una mancha escamosa y rojiza. A medida que avanza, puede convertirse en una protuberancia que sigue creciendo y que también puede sangrar. En la boca, tiene la apariencia de una úlcera bucal o de un parche blanco.
A veces, puede presentarse como una protuberancia nueva en una cicatriz, un lunar, una marca de nacimiento o una verruga. Toda lesión o llaga que no sane también puede indicar la existencia de un carcinoma escamoso.
Si percibe alguno de los síntomas mencionados anteriormente, consulte al médico o al dermatólogo (especialista de piel).
En primer lugar, el médico le revisará el cuerpo para ver si hay áreas sospechosas. Luego, examinará las áreas anormales y quizás decida realizar una biopsia.
Una biopsia consiste en raspar una parte muy pequeña de la piel afectada para analizarla y ofrecer un diagnóstico. A veces, el médico necesita extraer una parte más grande de la protuberancia anormal o la totalidad para analizarla. Si tiene alguna duda acerca de la biopsia o de la posible formación de cicatrices, converse con el médico.
El tratamiento contra el carcinoma escamoso puede variar y se basa en la extensión y la gravedad del cáncer, la edad del paciente, su estado de salud general y la ubicación del cáncer. Si se lo detecta a tiempo, puede curarse por completo, pero una vez que se ha diseminado, es más difícil curarlo. Muchos tratamientos pueden realizarse en el consultorio médico.
También existen varios tratamientos contra el carcinoma escamoso que aún no cuentan con la aprobación de la Food and Drug Administration [Administración de Alimentos y Medicamentos, FDA]. Entre ellos, se incluyen el tratamiento fotodinámico, la cirugía con láser y los medicamentos tópicos.
El tratamiento fotodinámico consiste en aplicar una sustancia fotosensibilizante en el área cancerosa. Al día siguiente, las áreas sobre las que se aplicó la sustancia se exponen a una luz intensa que activa el medicamento aplicado y mata las células anormales.
La cirugía con láser usa un láser para extirpar áreas de piel anormales.
En la actualidad, también se considera el uso de medicamentos tópicos que se aplican para tratar otros tipos de cáncer de piel para el tratamiento del carcinoma escamoso.
Una vez que recibió el tratamiento contra el carcinoma escamoso, es importante realizar las consultas médicas de seguimiento. El carcinoma puede volver a aparecer, por lo que es importante revisar la piel al menos una vez al mes para ver si hay áreas precancerosas o cancerosas.
Para reducir el riesgo de tener carcinoma escamoso, siga estas recomendaciones:
La detección precoz del carcinoma escamoso es la clave del éxito del tratamiento. Si no se lo trata en los primeros estadios, puede diseminarse a otras áreas, como los ganglios linfáticos y los órganos, y puede ser mortal.
Las personas que tienen un sistema inmunitario debilitado como consecuencia de trasplantes de órganos, VIH o SIDA o leucemia corren un riesgo mayor de tener tipos más graves de carcinoma escamoso.
Escrito por (en Inglés): Jaime Herndon
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD