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Los catéteres urinarios son sondas huecas y flexibles que se usan para recoger la orina proveniente de la vejiga. Se encuentran disponibles en muchos tamaños y tipos diferentes y pueden ser de goma, silicona o látex. El catéter está conectado a una bolsa de drenaje que almacena la orina recogida.
Por lo general, los catéteres se usan cuando un paciente no es capaz de vaciar la vejiga. Si la vejiga no se vacía, la orina puede acumularse y ejercer presión sobre los riñones. Esta presión puede causar insuficiencia renal, que es una afección peligrosa que puede provocar daños permanentes en los riñones.
La mayoría de los catéteres se usan durante períodos breves, hasta que el paciente puede volver a orinar por sus propios medios. Las personas mayores y quienes han sufrido lesiones permanentes o enfermedades graves posiblemente deban usar catéteres durante períodos mucho más prolongados.
El médico puede recomendar el uso de un catéter si el paciente no es capaz de controlar cuándo orinar, si sufre de incontinencia urinaria o si no logra vaciar la vejiga cuando lo necesita (retención urinaria).
Entre las razones por las cuales una persona puede no ser capaz de orinar por sus propios medios, se incluyen las siguientes:
Existen tres tipos principales de catéteres, los cuales se describen a continuación.
Un catéter permanente es un catéter que permanece en la vejiga. También se conoce como sonda de Foley y puede usarse durante períodos tanto breves como prolongados. Por lo general, los catéteres permanentes se introducen en la vejiga a través de la uretra.
Sin embargo, a veces pueden introducirse en la vejiga a través de un orificio diminuto en el abdomen. Este tipo de catéter permanente se denomina catéter suprapúbico.
Un balón pequeño ubicado en el extremo del catéter se infla para impedir que el catéter se deslice y se salga del cuerpo y se desinfla al momento de retirarlo.
Un catéter tipo condón es un catéter que se coloca fuera del cuerpo. Por lo general, se usa en hombres que no presentan problemas de retención urinaria, pero que tienen discapacidades funcionales o mentales graves, como la demencia. La sonda no se coloca en el interior del pene, sino que se coloca un dispositivo con un aspecto similar a un condón sobre la cabeza del pene. El dispositivo tipo condón está unido por medio de una sonda a una bolsa de drenaje.
Estos catéteres generalmente son más cómodos y suponen un riesgo menor de infección que los catéteres permanentes. Los catéteres tipo condón deben cambiarse a diario.
Los catéteres temporales se recomiendan para usos breves en pacientes que los necesitan después de una intervención quirúrgica. Por lo general, se retiran inmediatamente una vez que se vacía la vejiga.
El uso de catéteres urinarios permanentes es la principal causa de infecciones de las vías urinarias (IVU) asociadas a la atención médica (van den Broek et ál., 2011). Por ende, es importante higienizar regularmente los catéteres para prevenir infecciones. Entre los síntomas de una IVU, pueden incluirse los siguientes:
Entre las demás complicaciones del uso de catéteres urinarios, se incluyen las siguientes:
Debe higienizarse con agua y jabón tanto el catéter como el área por donde este ingresa en el cuerpo para reducir el riesgo de contraer una IVU. Asimismo, es aconsejable beber mucha agua para mantener la orina transparente o apenas ligeramente ámbar y así prevenir infecciones.
La bolsa de drenaje en la cual se recoge la orina debe vaciarse al menos cada ocho horas o cada vez que se llene y debe limpiarse con un atomizador de plástico que contenga una mezcla de vinagre y agua o de lejía y agua.
Escrito por (en Inglés): Jacquelyn Cafasso
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD