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Si bien se han logrado avances de gran importancia en las investigaciones sobre la demencia, los científicos todavía no logran determinar de manera concluyente las causas neurodegenerativas ni las causas no neurodegenerativas de la afección. A continuación se describen algunas de las causas conocidas y presuntas de algunos de los tipos de demencia más frecuentes.
Es muy probable que la acumulación de dos estructuras anormales en el cerebro, llamadas placas de amiloide y ovillos neurofibrilares, desempeñen un papel decisivo en la aparición de la EA. Entre otros factores causales, pueden incluirse influencias ambientales, factores relativos al estilo de vida y cuestiones genéticas.
Las placas de amiloide son masas densas y mayormente indisolubles (no solubles) de fragmentos de proteína que depositan una sustancia viscosa muy dañina en el exterior y alrededor de las células nerviosas del cerebro. Las personas que padecen la EA presentan una gran cantidad de estas placas en el hipocampo, una estructura del cerebro que desempeña un papel fundamental en la memoria, incluida la forma en la que los recuerdos nuevos o recientes se incorporan a los recuerdos más antiguos.
Los ovillos neurofibrilares son fibras retorcidas e indisolubles que se forman y se acumulan en las células nerviosas del cerebro que, esencialmente, producen una obstrucción en el cerebro de adentro hacia afuera.
En el caso de las pocas personas que manifiestan la EA entre los 30 y los 40 años de edad, se conocen tres genes defectuosos (denominados mutaciones) que, según se cree, participan en la producción y el procesamiento de la proteína amiloide responsable de la formación de las placas de amiloide en la EA de aparición temprana. Cabe destacar que estas tres mutaciones genéticas en particular no desempeñan un papel decisivo en el tipo más frecuente de EA (a veces denominada enfermedad de Alzheimer de aparición tardía).
Estas afecciones y otros tipos de demencia están asociados a la presencia de estructuras anormales en el cerebro, llamadas inclusiones, que están compuestas por diferentes proteínas anormales. Sin embargo, todavía no está claro si las inclusiones constituyen un efecto secundario del proceso de la enfermedad (que produjo la demencia en primer lugar), si es la causa o si es una combinación de ambos.
Hay varios tipos de demencia vascular que varían ligeramente en sus causas y en sus síntomas. Un tipo de demencia vascular, denominada demencia por infartos múltiples (DIM), es causada por numerosos accidentes cerebrovasculares menores. Cabe destacar que la demencia es más frecuente cuando el accidente cerebrovascular se produce en el hemisferio izquierdo del cerebro y cuando afecta el hipocampo, una estructura que desempeña un papel vital en la memoria, incluida la forma en la que los recuerdos nuevos o recientes se incorporan a los recuerdos más antiguos.
Sin embargo, no todas las personas que sufren accidentes cerebrovasculares padecen demencia vascular, y la demencia vascular puede o no agravarse con el tiempo. Asimismo, cualquier afección que impida el flujo normal de sangre al cerebro puede causar demencia vascular. Esto se debe a que el cerebro necesita un aporte ininterrumpido de oxígeno, que obtiene del torrente sanguíneo. Sin oxígeno, las células del cerebro no pueden funcionar correctamente y si el aporte de oxígeno se interrumpe durante demasiado tiempo, las células cerebrales mueren.
La DFT describe a un grupo de enfermedades (incluida la atrofia de Pick) y representa del dos al 10 por ciento de todos los casos de demencia. Todas estas enfermedades se caracterizan por una degeneración de las células cerebrales ubicadas en los lóbulos frontal y temporal del cerebro -las áreas del cerebro que se encuentran detrás de los ojos y por encima de las orejas- que controlan el juicio crítico y el comportamiento social. Las personas con DFT muy pocas veces presentan placas de amiloide, aunque sí suelen presentar ovillos neurofibrilares. Además, el hecho de que la DFT por lo general es hereditaria indicaría que también existe un componente genético.
La atrofia de Pick es un tipo de DFT. Una de las características más representativas de la atrofia de Pick es que las personas que la padecen tienen células cerebrales (neuronas) anormales que aumentan de tamaño y luego mueren. El cerebro con atrofia de Pick también presenta estructuras anormales llamadas cuerpos de Pick -compuestas principalmente por la proteína tau- en el interior de las neuronas. La afección también tiende a ser hereditaria, lo cual indicaría la probabilidad de que haya un componente genético.
¿Qué es la tau? Piénselo de este modo: Las células cerebrales (neuronas) poseen un sistema de transporte especial denominado microtúbulos que actúa como una suerte de vía de ferrocarril que guía y transporta de manera segura nutrientes, moléculas e información a otras células. La tau, una proteína de gran importancia que presenta características similares a las de las fibras, es la responsable de mantener la estabilidad de estos microtúbulos. Sin embargo, cuando la tau sufre una alteración nociva (posiblemente como consecuencia de una mutación genética), las fibras se enredan y se retuercen. Esto genera la desestabilización y la desintegración de los microtúbulos y deriva en el colapso de todo el sistema de transporte neuronal.
La DCL es un tipo frecuente de demencia progresiva. La característica más representativa de esta enfermedad es la presencia de estructuras anormales en el cerebro llamadas cuerpos de Lewy. Los cuerpos de Lewy se encuentran en la capa externa del cerebro, denominada corteza, que es responsable de procesos clave tales como el pensamiento, la percepción, la producción y la comprensión del lenguaje. También suelen localizarse en diferentes partes del tronco cerebral, particularmente en la sustancia negra. Allí, las células nerviosas liberan neurotransmisores esenciales que controlan el movimiento y la coordinación. Por otro lado, es importante destacar que los cuerpos de Lewy suelen encontrarse también en el cerebro de las personas que padecen la enfermedad de Parkinson.
Como sostiene el National Institute of Neurological Disorders and Stroke [Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidente Cerebrovascular, NINDS] de los National Institutes of Health [Institutos Nacionales de la Salud, NIH], también existen numerosas causas de síntomas similares a los de la demencia que pueden tratarse y que son potencialmente reversibles con un diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado. Si bien no es una lista exhaustiva, a continuación se presentan algunas de las afecciones reversibles más frecuentes:
Los hematomas subdurales, producidos por una hemorragia entre la superficie del cerebro y su capa externa (la duramadre), pueden provocar síntomas similares a los de la demencia y cambios en la función mental.
En casos poco frecuentes, las personas con tumores cerebrales pueden manifestar demencia debido al daño que sufre el cerebro. Los síntomas pueden incluir cambios en la personalidad, episodios psicóticos o problemas con el habla, el lenguaje, el pensamiento y la memoria.
La anoxia se produce cuando no llega oxígeno al cerebro. Puede ser causada por muchos problemas diferentes, entre ellos, ataques cardíacos, cirugías cardíacas, asma grave, inhalación de humo o monóxido de carbono, exposición a altitudes excesivas, estrangulación o sobredosis de anestesia. La recuperación dependerá del nivel de gravedad de la falta de oxígeno.
Escrito por (en Inglés): Wendy Leonard, MPH
Revisado médicamente (en Inglés)
: Jennifer Monti, MPH, MD