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Cuando la piel se lesiona, se forma un tejido fibroso (llamado "tejido cicatricial") encima de la herida para repararla y protegerla. En algunos casos el tejido cicatricial crece en exceso y produce unas formaciones lisas y duras llamadas "queloides". Los queloides pueden ser mucho más grandes que la lesión original y se les encuentra frecuentemente en la parte superior del pecho y en los hombros. Sin embargo, los queloides pueden afectar cualquier parte del cuerpo. (NZDSI).
Si bien los queloides no son dañinos para la salud, pueden causar problemas cosméticos.
Los queloides se producen debido a un crecimiento excesivo del tejido cicatricial; los síntomas se presentan en el lugar donde han ocurrido lesiones cutáneas.
Los síntomas son:
Las cicatrices queloides tienden a ser más grandes que la herida original en sí. Podrían tardar semanas o meses en formarse completamente.
Si bien las cicatrices queloides podrían picar, por lo general no son nocivas para la salud. Podría sentir algo de molestia o sensibilidad, o posiblemente irritación por la ropa u otras formas de fricción. En casos poco comunes, la persona podría tener cicatrices queloides en una extensión significativa del cuerpo. Cuando esto ocurre, el tejido cicatricial endurecido podría restringir los movimientos.
Con frecuencia los queloides son una preocupación más cosmética que de salud. Usted podría sentirse avergonzado si tiene un queloide muy grande o en un lugar muy visible, como el lóbulo de la oreja o en la cara. La exposición al sol o el bronceado podría cambiar el color del tejido cicatricial, tornándolo un poco más oscuro que la piel circundante. Esto puede hacer que el queloide se destaque aún más. Mantenga la cicatriz cubierta cuando se exponga al sol, para prevenir ese cambio de color.
La mayoría de las lesiones cutáneas pueden contribuir a la formación de cicatrices queloides. Ello incluye lo siguiente:
Según National Center for Biotechnology Information [Centro nacional de Información Biotecnológica], las cicatrices queloiodes son comunes en personas de 10 a 20 años, así como en afroamericanos, asiáticos e hispanos. Los queloides tienden a tener un componente genético, lo cual significa que es más probable que tenga queloides si uno o ambos padres los han tenido. (NCBI)
La atención médica para los queloides no suele ser necesaria, pero le convendría comunicarse con el médico si continúa el crecimiento, si se presentan síntomas adicionales o si quiere que le remuevan quirúrgicamente los queloides.
Si bien los queloides son benignos, el crecimiento descontrolado podría ser un signo de cáncer de piel. Después de diagnosticar la cicatriz queloides mediante un examen visual, el médico podría desear hacer una biopsia para descartar otras enfermedades. Esto consiste en tomar una pequeña muestra de tejido del área cicatrizada y analizarla para detectar células cancerosas.
La decisión de tratar un queloides puede ser complicada. Las cicatrices queloides son consecuencia del intento del cuerpo de repararse a sí mismo. La remoción del queloides podría significar que el tejido cicatricial simplemente crezca otra vez, a veces más grande que antes.
Ejemplos de tratamientos para los queloides:
Estos tratamientos pueden reducir o eliminar las cicatrices queloides. Sin embargo, los queloides tienden a encogerse y aplanarse con el transcurso del tiempo, incluso sin tratamiento.
Escrito por (en Inglés): Rachel Nall
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD