Join AARP
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
Your email address is now confirmed.
You'll start receiving the latest news, benefits, events, and programs related to AARP's mission to empower people to choose how they live as they age.
You can also manage your communication preferences by updating your account at anytime. You will be asked to register or log in.
In the next 24 hours, you will receive an email to confirm your subscription to receive emails related to AARP volunteering. Once you confirm that subscription, you will regularly receive communications related to AARP volunteering. In the meantime, please feel free to search for ways to make a difference in your community at www.aarp.org/volunteer
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
Un bebé tiene cólicos cuando llora durante tres o más horas por día, tres o más veces por semana durante, por lo menos, tres semanas. Generalmente, los síntomas aparecen entre las primeras tres y seis semanas de vida. Según KidsHealth.org, aproximadamente el 40 por ciento de los bebés tienen cólicos (KidsHealth, 2011).
El llanto constante del bebé puede causar estrés y ansiedad debido a que nada parece aliviarlo. Sin embargo, es importante recordar que el cólico es solo una afección médica temporal que, en general, mejora por sí sola. Normalmente, no es un signo de una afección médica grave
pero si sus síntomas se asocian con otros, como fiebre alta o heces sanguinolentas, deberá consultar al pediatra de inmediato.
El bebé probablemente tenga cólicos si llora durante al menos tres horas por día y durante más de tres días por semana. Generalmente, el llanto siempre comienza en el mismo momento del día. Los bebés suelen tener más cólicos por la noche, y no por la mañana o la tarde. Los síntomas pueden empezar de repente. Es posible que el bebé se esté riendo e inmediatamente después se sienta molesto.
Cuando el bebé trata de aliviar el dolor que le producen los gases, comienza a mover las piernas rápidamente. Posiblemente también se le inflame el abdomen.
Se desconoce la causa del cólico. El Dr. Morris Wessel creó el término cólico después de llevar a cabo un estudio sobre la irritabilidad en los bebés. Hoy en día, muchos pediatras creen que todos los bebés tienen cólicos en algún momento, ya sea durante varias semanas o días.
Si bien no hay una sola causa del cólico, algunos médicos creen que los desencadenantes pueden aumentar el riesgo de que el bebé presente síntomas de cólicos. Entre los posibles desencadenantes, se incluyen los siguientes:
La American Pregnancy Association [Asociación Estadounidense del Embarazo, APA] afirma que el método más eficaz para tratar y prevenir los cólicos consiste en tomar al bebé en los brazos cada vez que se pueda (APA, 2011). Tomar al bebé en los brazos cuando este no se siente irritado probablemente reduzca el llanto más tarde en el día. Colocar al bebé en una mecedora mientras hace las tareas del hogar también será de utilidad.
A veces, incluso dar una vuelta en automóvil o pasear por el vecindario puede resultar tranquilizador para el bebé. Otra buena idea es poner música suave o cantar.
En algunos bebés, los gases aparentemente son un desencadenante de cólicos. Para aliviar el dolor que el bebé siente en el abdomen, masajéele el área abdominal y muévale las piernas con cuidado para estimular el tránsito intestinal. Las gotas de simeticona (antigases) de venta libre también pueden ayudar siempre y cuando cuente con la aprobación del médico.
Si sospecha que la alimentación es un factor que produce cólicos en el bebé, considere implementar algunos cambios. Si el bebé es sensible a una proteína en particular, cambiar de leche de fórmula es una buena alternativa. Si amamanta, puede implementar algunos cambios en su propia alimentación para ver si así se alivian los cólicos. Por ejemplo, algunas madres lo han logrado dejando de consumir estimulantes como la cafeína y el chocolate. Es posible que el bebé también presente una reacción alérgica a los lácteos o los frutos secos. Por lo tanto, quizás ayude no consumirlos durante la lactancia.
Debido a la intensidad del llanto, tal vez piense que el bebé tendrá cólicos para siempre. Sin embargo, según los National Institutes of Health [Institutos Nacionales de la Salud, NIH], los bebés generalmente dejan de tener cólicos después de los 4 meses de vida (NIH, 2011). Es importante estar atento a los síntomas que el bebé manifiesta si sobrepasan el límite de los cuatro meses, ya que los síntomas prolongados de cólicos probablemente indiquen un problema de salud.
Por lo general, un cólico no es motivo de preocupación. Sin embargo, deberá consultar al pediatra de inmediato si el cólico se combina con los siguientes síntomas:
Ser padre o madre de un bebé recién nacido supone una ardua tarea y muchos padres que tratan de lidiar con los cólicos se sientan estresados, y con justa razón. Es importante que descanse regularmente todo lo que necesite para no perder la calma a la hora de tratar los cólicos del bebé. Pídale a un amigo o a un familiar que cuide al bebé mientras usted va a la tienda o da una vuelta a la manzana.
Si siente que está perdiendo la calma, ponga al bebé en la cuna o la mecedora durante unos minutos mientras usted descansa. Si alguna vez siente que quiere dañar al bebé o dañarse a sí misma, busque ayuda de inmediato. Además, no tema malcriar a su bebé con caricias ya que los bebés necesitan que los tengan en los brazos, especialmente cuando tienen cólicos.
Escrito por (en Inglés): Kristeen Moore
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD