Join AARP
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
Your email address is now confirmed.
You'll start receiving the latest news, benefits, events, and programs related to AARP's mission to empower people to choose how they live as they age.
You can also manage your communication preferences by updating your account at anytime. You will be asked to register or log in.
In the next 24 hours, you will receive an email to confirm your subscription to receive emails related to AARP volunteering. Once you confirm that subscription, you will regularly receive communications related to AARP volunteering. In the meantime, please feel free to search for ways to make a difference in your community at www.aarp.org/volunteer
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
En los dedos hay 14 huesos llamados falanges. Las quebraduras (fracturas) de dedos implican la fractura de uno o más de estos huesos y, por lo general, son consecuencia de una lesión en la mano. Las fracturas de dedos pueden producirse en cualquiera de las falanges.
El orden de las falanges es el siguiente: falange proximal (la más cercana a la palma), falange medial y falange distal (la más lejana a la palma). El pulgar no tiene falange medial. Las fracturas también pueden ocurrir en los nudillos, que son articulaciones donde se unen los huesos. La articulación interfalángica distal es la que está más alejada de la palma. El nudillo que se ubica en el centro de cada dedo es la articulación interfalángica proximal. El hueso inferior del dedo se une con un hueso de la palma mediante la articulación metacarpofalángica.
Los dedos son las partes de la mano que corren más riesgo de sufrir lesiones. La mano puede lesionarse al trabajar con herramientas como martillos y sierras, o con objetos que se mueven rápidamente y la golpean (como una pelota de béisbol) o cuando queda atrapada en una puerta. Otras causas por las que pueden fracturarse los dedos son frenar una caída con las manos o dar un puñetazo.
La naturaleza de la lesión y la fortaleza del hueso determinarán si se producirá o no la lesión.
Las afecciones como la osteoporosis y la desnutrición aumentan las probabilidades de sufrir fracturas en los dedos.
Según la American Society for Surgery of the Hand [Sociedad Estadounidense de Cirugía de la Mano, ASSH], la cantidad de tipos de fracturas de mano es prácticamente infinita. Los siguientes términos pueden utilizarse para describir un dedo fracturado:
Los huesos frágiles son más propensos a fracturarse. Las personas mayores y con carencia de calcio corren el riesgo de sufrir fracturas en los dedos, al igual que los atletas y las personas que realizan trabajos manuales, debido a la naturaleza de las actividades que ejecutan. Los deportes que se enumeran a continuación aumentan el riesgo de sufrir fracturas:
Los accidentes automovilísticos también pueden provocar fracturas de dedos.
Entre los síntomas de los dedos fracturados se incluyen dolor, hinchazón y sensibilidad. También es posible que el dedo se vea deforme o desalineado (deformado). Los dedos fracturados pueden ser muy dolorosos, especialmente cuando se intenta moverlos, aunque en algunos casos las molestias son leves y pueden tolerarse. Si en la fractura no se siente dolor extremo, esto no significa que sea leve o que no precise atención médica.
Para poder diagnosticar una fractura de dedos, el médico consultará sus antecedentes médicos y le realizará una exploración física. Por lo general, con radiografías de los huesos de la mano, puede determinarse si el dedo está fracturado.
Los dedos fracturados se tratan según el lugar en el que se produjo la fractura y si esta es estable. Las fracturas estables pueden tratarse uniendo el dedo fracturado a un dedo adyacente que esté intacto. Las fracturas inestables deben permanecer inmovilizadas. Una vez que la fractura se alinea (reduce), puede aplicarse una tablilla. A través de la intervención quirúrgica, es posible estabilizar la fractura en los siguientes casos:
Un cirujano ortopédico o de mano determinará cuál es el mejor tratamiento en los casos complicados de fracturas de dedos. En las intervenciones quirúrgicas de huesos fracturados se utilizan clavos, tornillos o cables. Gracias al diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación adecuados, es posible conservar el funcionamiento y la fuerza de la mano y evitar deformidades.
Para mantener los huesos saludables y menos propensos a las fracturas, se recomienda seguir regímenes alimentarios que contengan las cantidades adecuadas de vitamina D y calcio. Las personas que presentan dificultades para caminar y que son propensas a caerse pueden hacer fisioterapia y utilizar dispositivos de ayuda como bastones o andadores para poder desplazarse de forma segura. Los atletas y obreros deben manejarse con precaución para evitar fracturarse los dedos, aunque la prevención realmente depende del deporte/trabajo específico en cuestión.
Escrito por (en Inglés): Verneda Lights and Marijane Leonard
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD