Join AARP
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
Your email address is now confirmed.
You'll start receiving the latest news, benefits, events, and programs related to AARP's mission to empower people to choose how they live as they age.
You can also manage your communication preferences by updating your account at anytime. You will be asked to register or log in.
In the next 24 hours, you will receive an email to confirm your subscription to receive emails related to AARP volunteering. Once you confirm that subscription, you will regularly receive communications related to AARP volunteering. In the meantime, please feel free to search for ways to make a difference in your community at www.aarp.org/volunteer
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
La columna vertebral está compuesta por 26 huesos (vértebras) que se amortiguan entre sí mediante discos y que protegen los huesos absorbiendo los choques provocados por las actividades cotidianas como caminar, levantar pesos y flexionar el cuerpo.
Cada disco tiene dos partes, una blanda y gelatinosa por dentro y un anillo más duro por fuera. A raíz de las lesiones o la debilidad, la parte gelatinosa interna puede atravesar el anillo externo y formar una protuberancia. Esto se conoce como deslizamiento de disco o hernia de disco y provoca dolor y molestias. Si el disco deslizado comprime algún nervio espinal, también puede sentirse adormecimiento y dolor en el nervio afectado. En los casos graves, es posible que se necesite una cirugía para extirpar o reparar la hernia de disco.
Los discos de cualquier parte de la columna vertebral, desde el cuello hasta la columna lumbar, pueden deslizarse. La columna lumbar es el área donde se producen más deslizamientos de disco, según la American Academy of Family Physicians [Academia Estadounidense de Médicos de Familia, AAFP]. La columna vertebral es una red compleja de nervios y vasos sanguíneos. Los deslizamientos de disco pueden ejercer mayor presión sobre los nervios y los músculos circundantes.
Entre los síntomas del deslizamiento de disco, se encuentran los siguientes:
Los tipos de dolor varían según cada persona. Consulte al médico si el dolor le produce adormecimiento o cosquilleo y afecta su capacidad para controlar los músculos.
El deslizamiento de disco se produce cuando el anillo externo se debilita o se retuerce y deja que salga el contenido interno y se forme una protuberancia. Puede producirse al envejecer o a causa de ciertos movimientos. Los discos pueden herniarse al girar el cuerpo o rotarlo para levantar un objeto. Al levantar un objeto grande y pesado, se somete la columna a un gran esfuerzo, lo que genera el deslizamiento de un disco. Si su trabajo exige esfuerzos físicos grandes para levantar objetos, puede correr mayores riesgos de tener un deslizamiento de disco.
Las personas con sobrepeso también corren un riesgo mayor porque los discos deben soportar peso adicional. La debilidad muscular y el sedentarismo también contribuyen a esta afección.
Las personas de entre 35 y 45 años de edad son más propensas a presentar hernias de disco, según Mayo Clinic. Esto se debe a que los discos comienzan a perder su contenido acuoso de protección a medida que se envejece y, como resultado, tienden a deslizarse fuera de su lugar con mayor facilidad. Esta afección es más frecuente entre los hombres.
Si no se trata, la hernia de disco grave puede provocar un daño nervioso permanente. Es muy poco frecuente que una hernia de disco pueda interrumpir el impulso nervioso a la cola de caballo en la columna lumbar y las piernas. Si esto sucediera, puede perderse el control de los esfínteres.
Otra complicación a largo plazo se conoce como anestesia por bloqueo en silla de montar. En estos casos, el deslizamiento de disco comprime los nervios y provoca la pérdida de sensibilidad en la cara interna de los muslos, la parte posterior de la pierna y el perineo.
Los síntomas de una hernia de disco pueden mejorar, pero también empeorar. Si no puede hacer las actividades habituales, debe consultar al médico.
El médico le realizará una exploración física para detectar la causa del dolor y la molestia. Para ello, controlará la función nerviosa y la fuerza muscular, y comprobará si usted siente dolor al mover o tocar el área afectada. También le formulará preguntas acerca de los antecedentes médicos y los síntomas. Le interesará saber en qué momento se presentaron los primeros síntomas y qué actividades recrudecen el dolor.
Las pruebas de diagnóstico permiten que el médico visualice los huesos y músculos de la columna e identifique las áreas dañadas. Entre las pruebas, pueden mencionarse las siguientes:
El médico podrá combinar todos los datos para determinar la causa del dolor, la debilidad o molestia.
Los tratamientos van desde métodos tradicionales hasta quirúrgicos. Por lo general, el tratamiento depende del nivel de molestia que siente el paciente y del grado de deslizamiento que presenta el disco.
Mayo Clinic recomienda un programa de ejercicios para aliviar el dolor de la hernia, que ayuda a la mayoría de los pacientes a elongar y fortalecer la espalda y los músculos que la rodean. Es posible que un fisioterapeuta sugiera ejercicios para fortalecer la espalda y reducir el dolor.
Pueden tomarse analgésicos de venta libre y evitar levantar objetos pesados o adoptar posturas dolorosas.
Si bien puede sentirse tentado a interrumpir toda actividad física mientras duren los dolores o las molestias, es posible que con eso se desarrolle rigidez muscular y articular. En su lugar, intente mantenerse lo más activo posible mediante elongaciones o actividades de bajo impacto como las caminatas.
Si el dolor del deslizamiento de disco no responde a los tratamientos de venta libre, el médico podrá recetar medicamentos más fuertes, entre los cuales pueden citarse los siguientes:
Es posible que el médico recomiende una cirugía si los síntomas no ceden en seis semanas o si el deslizamiento interfiere en la función muscular. El cirujano recortará la parte dañada o sobresaliente del disco sin extirpar el disco completo, lo cual se denomina microdiscectomía.
En los casos más graves, el médico podrá reemplazar el disco con uno artificial, o directamente extirparlo y fusionar las vértebras. Este procedimiento, conocido como laminectomía, refuerza la estabilidad de la columna vertebral.
Tal vez no sea posible prevenir una hernia de disco, pero sí es posible tomar ciertas medidas para reducir el riesgo. Por ejemplo:
Por lo general, los pacientes responden bien al tratamiento tradicional. En seis semanas, el dolor y la molestia ceden gradualmente.
Escrito por (en Inglés): Rachel Nall
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD