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Un ecocardiograma es una prueba en la que se utilizan ondas sonoras para producir imágenes en vivo del corazón, le permiten al médico monitorear el funcionamiento del corazón y sus válvulas.
Un ecocardiograma, también conocido como ecocardiografía, puede ayudar a detectar coágulos en el corazón, líquido en el saco que rodea el corazón y problemas con la aorta (la arteria principal del corazón).
Es una prueba clave para determinar el estado de salud del músculo cardíaco; por ejemplo, después de un ataque cardíaco. También ayuda a los médicos a descubrir defectos cardíacos en bebés en gestación.
Los ecocardiogramas son indoloros, pero presentan algunos riesgos que, sin embargo, son poco comunes.
El médico puede solicitar un ecocardiograma si usted manifiesta síntomas de problemas cardíacos; por ejemplo, para inspeccionar una arritmia provocada por problemas en las válvulas o las cámaras del corazón, o en la capacidad de bombeo del corazón.
Es posible que se haya sometido a otras pruebas sin obtener resultados concluyentes o simplemente que el médico haya detectado problemas al escuchar los latidos cardíacos a través de un estetoscopio.
Existen diferentes tipos de ecocardiograma que el médico puede utilizar.
Es el tipo de ecocardiografía más frecuente. Es indolora y no invasiva.
Se le colocará un dispositivo llamado transductor sobre el tórax a la altura del corazón. El transductor envía ondas de ultrasonido a través del tórax hacia el corazón. Una computadora interpreta las ondas sonoras cuando regresan al transductor y esto genera imágenes en vivo que se muestran en un monitor.
Si un ecocardiograma transtorácico no produce imágenes concluyentes, el médico puede recomendar un ecocardiograma transesofágico. En este procedimiento, se guía un transductor mucho más pequeño a través de una sonda fina y flexible que se introduce en la boca y se hace descender por la garganta. (Se le anestesiará la garganta para facilitar este procedimiento).
La sonda se introduce a través del esófago (el conducto que conecta la garganta al estómago). Con el transductor detrás del corazón, el médico puede visualizar mejor cualquier problema que pueda haber.
El ecocardiograma de esfuerzo es similar a un ecocardiograma transtorácico tradicional, pero se realiza después de realizar actividad física o de la administración de medicamentos para lograr que el corazón lata más rápido. Esto le permite al médico controlar el funcionamiento del corazón cuando se lo somete a un esfuerzo.
En un ecocardiograma tridimensional, se utiliza una ecocardiografía transesofágica o transtorácica para generar una imagen tridimensional del corazón. Se toman múltiples imágenes desde diferentes ángulos. Este tipo de ecocardiograma se utiliza para diagnosticar problemas cardíacos en niños o antes de una cirugía de las válvulas cardíacas.
La ecocardiografía fetal se lleva a cabo en embarazadas entre las semanas 18 a 22 de gestación. Se coloca el transductor sobre el vientre de la mujer para controlar si el feto presenta problemas cardíacos. Como la prueba no utiliza radiación (como las radiografías), se considera segura para los bebés en gestación.
A diferencia de otras técnicas de diagnóstico por imágenes, como las radiografías, los ecocardiogramas no utilizan radiación y, por lo tanto, se consideran seguros.
El ecocardiograma transtorácico no conlleva riesgos. Es posible que sienta una leve incomodidad, como la que se siente al retirar un apósito, cuando se le quiten los electrodos de la piel.
Durante un ecocardiograma transesofágico, puede que la sonda raspe la parte lateral del esófago y provoque irritación, pero es muy poco probable. El efecto secundario más frecuente es dolor de garganta o una sensación extraña debido al sedante utilizado durante el procedimiento.
En un ecocardiograma de esfuerzo, los medicamentos o la actividad física utilizados para elevar la frecuencia cardíaca podrían provocar una arritmia temporal. Los riesgos más graves se reducen debido a que tanto la actividad física como la administración de los medicamentos se realizan bajo la supervisión del profesional.
El ecocardiograma transtorácico no requiere ninguna preparación especial.
Si le realizan un ecocardiograma transesofágico, es posible que le indiquen que permanezca en ayunas unas horas antes de la prueba para evitar que vomite durante la prueba. Además, es posible que no pueda conducir durante unas horas después de la prueba debido a los sedantes.
Si el médico le ha indicado un ecocardiograma de esfuerzo, use prendas y calzado cómodos para poder hacer actividad física.
Luego de la prueba, el médico analizará los resultados en busca de problemas relacionados con lo siguiente:
Si el médico detecta problemas graves, podrá derivarlo a un cardiólogo (un médico que se especializa en el corazón).
Escrito por (en Inglés): Brian Krans
Revisado médicamente (en Inglés)
: Peter Rudd, MD