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El embarazo ectópico se produce cuando un óvulo fecundado no se adhiere al útero. En la mayoría de los casos, el óvulo se adhiere a las trompas de Falopio. También puede adherirse a la cavidad abdominal o al cuello uterino, pero es menos común. Uno de cada 50 embarazos es un embarazo ectópico.
Fuera del útero, un óvulo fecundado casi no tiene probabilidades de sobrevivir. Si no se trata, esta afección quizás cause complicaciones graves. Por lo tanto, el tratamiento inmediato es lo más recomendado. El tratamiento precoz tal vez prevenga problemas de esterilidad, además de complicaciones futuras de la salud.
La causa de un embarazo ectópico no es clara en todos los casos. En algunos casos, las siguientes afecciones tienen relación con el embarazo anormal:
Todas las mujeres sexualmente activas corren el riesgo de tener un embarazo ectópico. Los factores de riesgo aumentan si se presentan algunas de las siguientes condiciones:
Las náuseas y el dolor en las mamas, que también se manifiestan en un embarazo normal, son comunes en los embarazos ectópicos. Existen otros síntomas que indican un embarazo anormal con más claridad. Debe hablar sobre los siguientes síntomas con el médico:
Si sospecha que tiene un embarazo ectópico, consulte al proveedor de atención médica lo antes posible. Los embarazos ectópicos no pueden diagnosticarse si la paciente no se somete a una exploración. El médico quizás realice una exploración física para descartar otros factores.
Si el médico sospecha que tiene un embarazo ectópico, indicará análisis de sangre para evaluar los niveles de coriogonadotropina (hCG) y progesterona. Si los niveles hormonales no son normales, se necesitarán más pruebas.
Si los análisis de sangre indican que existe un problema, el médico realizará una ecografía transvaginal. Con esta prueba, se localizará al óvulo fecundado y se confirmará el diagnóstico de embarazo ectópico.
En casos extremos, es posible que se produzca la ruptura y el sangrado de las trompas de Falopio. En ese caso, posiblemente el cirujano realice una laparotomía de emergencia mediante una incisión en el abdomen. Esta intervención se emplea para diagnosticar un embarazo ectópico y para brindar tratamiento inmediato.
Los embarazos ectópicos no pueden llegar a término. Por lo tanto, el embrión debe extraerse lo antes posible para salvar la vida de la madre y preservar la fecundidad. Las opciones de tratamiento varían según la ubicación del embarazo ectópico y su evolución.
Si el médico determina que no se producirán complicaciones inmediatas, quizás le inyecte un fármaco denominado metotrexato. Este fármaco detiene el crecimiento de las células de división rápida, como las células del embrión. La eficacia del fármaco se asegurará mediante análisis de sangre frecuentes. Dicho fármaco no implica el riesgo de daños a las trompas de Falopio, a diferencia de una intervención quirúrgica.
Muchos cirujanos emplean la laparoscopía para extraer un embrión y reparar el daño interno. Se emplea anestesia para insertar una cámara pequeña a través de una incisión en el abdomen. Es posible que se hagan más incisiones para extraer al embrión y reparar el daño en las trompas de Falopio. Si la intervención no resulta satisfactoria, se realizará una laparotomía a través de una incisión más grande.
Si se produjo una ruptura o daños graves en las trompas de Falopio, quizás sea necesario extirparlas durante la cirugía.
Las pacientes deberán hacer reposo. Mediante las consultas de seguimiento, puede confirmarse que el embrión se extrajo o se reabsorbió por completo.
El daño debido al embarazo ectópico determinará el pronóstico. Si las trompas de Falopio todavía están intactas, existe un 60 por ciento de probabilidades de tener un embarazo normal en el futuro. Si un problema reproductivo desencadenó el embarazo ectópico, la fecundidad quizás se vea afectada.
Tal vez la intervención deje cicatrices en las trompas de Falopio que posiblemente aumenten las probabilidades de tener embarazos ectópicos en el futuro. Quizás se requieran tratamientos contra la esterilidad si se extirpó una trompa de Falopio o ambas. Los embarazos ectópicos también pueden causar problemas que imposibiliten la concepción natural.
Si bien es poco frecuente, una ruptura de las trompas de Falopio puede provocar la muerte. El tratamiento satisfactorio en general se logra a través de intervenciones y medicamentos. La tasa de mortalidad asociada a la ruptura de las trompas de Falopio es inferior al 0,1 por ciento.
La predicción y la prevención no son posibles en todos los casos. Sin embargo, usted puede disminuir el riesgo de inflamación de las trompas de Falopio, que a menudo es la causa primordial de los embarazos ectópicos.
La prevención empieza con el control adecuado de la salud reproductiva. El control incluye exploraciones ginecológicas frecuentes, pruebas frecuentes de detección de enfermedades de transmisión sexual y dejar de fumar.
Escrito por (en Inglés): Marissa Selner
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD