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La enfermedad de Legg-Calve-Perthes es un trastorno que afecta a la cabeza del fémur (hueso del muslo). La cabeza está ubicada en el extremo superior del fémur y calza en la cavidad cotiloidea (cadera). En esta enfermedad, se corta el suministro de sangre hacia la cabeza del fémur y el hueso muere. Esa porción del fémur se aplana y se corre el riesgo de que se separe de la cadera.
Se desconoce la causa exacta de esta afección, aunque aparentemente afecta principalmente a los varones pequeños. La detección y el tratamiento precoces son cruciales para prevenir más complicaciones de la enfermedad.
En general, la enfermedad de Legg-Calve-Perthes afecta solo a un lado de la cadera.
Se desconoce la causa exacta de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes. Sin embargo, ciertos factores de riesgo pueden elevar las probabilidades de padecer esta enfermedad. A saber:
Cuando disminuye el flujo de sangre hacia la cabeza del fémur, se corre el riesgo de que la misma se aplane y finalmente colapse. Uno de los primeros indicios de la enfermedad es la cojera, ya que es difícil caminar cuando la cabeza del fémur está plana. Otros síntomas son:
Llame inmediatamente al pediatra si nota que su hijo presenta síntomas de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes. Con un examen médico puede determinarse el rango de movimiento del muslo y la cadera. Sin embargo, hacen falta más análisis para confirmar la enfermedad de Legg-Calve-Perthes, entre ellos:
Frecuentemente, estas tres pruebas con imágenes se hacen juntas para ayudar al médico a ver el daño en el hueso y los tejidos del área afectada. Una vez que el médico emita el diagnóstico, probablemente ordenará radiografías periódicas para monitorear la evolución de la enfermedad. También pueden usarse dichas imágenes para determinar la eficacia del tratamiento.
El tratamiento para la enfermedad de Legg-Calve-Perthes depende de la magnitud del daño óseo. El curso terapéutico preferido es la fisioterapia. Los ejercicios terapéuticos ayuda a aliviar el dolor y disminuir las probabilidades de dañar aún más el hueso. Según Mayo Clinic, los niños menores de siete años son los que responden mejor a la fisioterapia porque generalmente sus afecciones no son tan extensas. (Mayo Clinic, 2012).
La fisioterapia realizada podría consistir en:
El médico podría recomendar que se someta a cirugía si no mejora el daño ocasionado al fémur. Mientras mayor sea el niño, mayores serán las probabilidades de que requiera cirugía. Existen varios tipos de cirugía que pueden ayudar a mejorar la enfermedad de Legg-Calve-Perthes. Con algunos procedimientos se extraen las partículas que limitan el movimiento de la articulación, mientras que otras cirugías moldean porciones enteras del fémur. También podrían mover la cadera y el fémur para alinearlos mejor.
Podría usarse atención casera junto con el tratamiento médico. Los estiramientos moderados pueden aliviar el dolor de la cadera y la pierna y su hijo también podría usar bolsas de hielo o de agua caliente. El médico podría recomendar analgésicos de venta libre como ibuprofeno para aliviar las molestias.
El ejercicio es importante para la recuperación y bienestar general de su hijo. Sin embargo, el médico podría indicarle que se abstenga de hacer ejercicios intensos. Por lo general, no son recomendables los ejercicios que incluyan correr y saltar porque agregan estrés en la cadera y los muslos.
Según National Institutes of Health [Institutos Nacionales de la Salud], en dos o tres años se generan nuevas células óseas en el fémur (NIH, 2011). Posteriormente, en la articulación afectada podría formarse osteoartritis, que es una afección de las articulaciones.
Sin embargo, una intervención temprana ayuda a tratar la enfermedad de Legg-Calve-Perthes y también puede minimizar los efectos de afecciones futuras en la articulación de la cadera. Las probabilidades de recuperarse completamente son mayores en niños de 6 años de edad.
Escrito por (en Inglés): Kristeen Moore
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD