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La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurológico progresivo que, al principio, se manifiesta como problemas de movimiento.
Los movimientos suaves y coordinados de los músculos del cuerpo pueden realizarse gracias a una sustancia presente en el cerebro llamada dopamina. La dopamina se produce en una región del cerebro denominada sustancia negra. En la EP, las células de la sustancia negra comienzan a morir y esto produce una reducción de los niveles de dopamina. Una vez que han disminuido entre un 60 y un 80 por ciento, comienzan a aparecer los síntomas de la EP.
No existe cura para la EP. Se trata de un trastorno crónico que empeora con el transcurso del tiempo. En los Estados Unidos, se diagnostican más de 50.000 nuevos casos por año. La incidencia real puede ser incluso mayor, ya que la EP a menudo se diagnostica de forma errónea. El National Center for Health Statistics [Centro Nacional de Estadísticas de Salud] de los Center of Disease Control and Prevention [Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC] informa que las complicaciones de la EP ocupan el lugar 14 entre las principales causas de muerte en los Estados Unidos. (CDC)
Se desconoce la causa exacta de la EP, ya que puede tener tanto componentes genéticos como ambientales. Algunos científicos creen que también existen virus que pueden desencadenar la EP.
Los bajos niveles de dopamina y norepinefrina, una sustancia que regula la dopamina, se han vinculado con la EP. Se ha descubierto que unas proteínas anormales denominadas cuerpos de Lewy también están presentes en el cerebro de las personas con EP. Los científicos desconocen qué papel desempeñan, si es que lo hacen, los cuerpos de Lewy en el desarrollo de la EP.
Determinados grupos de personas presentan un mayor riesgo de tener EP.
Los hombres son una vez y media más propensos a padecerla que las mujeres,
y los blancos son más propensos que los afroamericanos o los asiáticos.
La EP generalmente se manifiesta entre los 50 y los 60 años de edad. Solo se produce antes de los 40 en un cinco al 10 por ciento de los casos. Las personas con antecedentes familiares son más propensas a padecer este trastorno.
Algunos de los primeros síntomas de la EP son la disminución de la capacidad olfativa (anosmia) y el estreñimiento. Estos síntomas pueden manifestarse varios años antes que los problemas motores.
Los cuatro problemas motores principales que se observan en personas con EP son los siguientes:
Los síntomas secundarios de la EP incluyen los siguientes:
Otros síntomas más extremos de la EP son los siguientes:
No existe una prueba específica para la detección de la EP. El diagnóstico se realiza de acuerdo con los antecedentes médicos y una exploración física y neurológica. Pruebas tales como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM) pueden emplearse para descartar otras afecciones.
Es importante descansar lo suficiente, realizar actividad física y seguir un régimen alimentario equilibrado. La terapia del habla, la terapia ocupacional y la fisioterapia también pueden mejorar la comunicación y el cuidado personal.
Las intervenciones quirúrgicas se reservan para personas que no responden a los medicamentos, a la terapia ni a los cambios en el estilo de vida. Lo mismo sucede con intervenciones tales como la estimulación cerebral profunda (ECP).
En casi todos los casos de EP, se necesitarán medicamentos para controlar los distintos síntomas físicos y mentales asociados con la enfermedad.
Pueden emplearse distintos medicamentos para tratar la EP.
El tratamiento con levodopa es el más frecuente para la EP, ya que restaura los niveles de dopamina. Aproximadamente el 75 por ciento de los casos responde al tratamiento con levodopa, pero no todos los síntomas muestran una mejoría. Generalmente, se administra levodopa junto con carbidopa para retrasar la conversión de levodopa en carbidopa hasta que llega al cerebro.
Los agonistas de la dopamina imitan la acción de la dopamina en el cerebro, pero son menos eficaces que el tratamiento con levodopa. Sin embargo, pueden ser útiles como medicamentos de transición cuando el tratamiento con levodopa no es tan eficaz. Los medicamentos de esta clase incluyen bromocriptina, pramipexol y ropinirol.
Los anticolinérgicos se utilizan para bloquear el sistema nervioso parasimpático y aliviar la rigidez. Los efectos secundarios pueden incluir problemas de memoria, sequedad en los ojos, sequedad en la boca y estreñimiento. Los anticolinérgicos que se utilizan para tratar la EP son benzatropina (Cogentin) y trihexifenidilo.
Puede emplearse amantadina (Symmetrel) junto con la combinación de carbidopa-levodopa. Se trata de un antagonista del glutamato (NDMA) que ofrece un alivio rápido para los movimientos involuntarios (discinesia) que pueden ser un efecto secundario del tratamiento con levodopa. Los efectos secundarios del tratamiento con amantadina incluyen alucinaciones y un color irregular en la piel.
Los inhibidores de la catecol-orto-metiltransferasa (COMT) prolongan el efecto del tratamiento con levodopa. Algunos inhibidores de la COMT incluyen entacapona (Comtan) y tolcapona (Tasmar). El tratamiento con tolcapona puede provocar daño hepático y generalmente se reserva para pacientes que no responden a otros tratamientos. Por su parte, el tratamiento con entacapona no provoca daño hepático. Un medicamento llamado Stalevo combina ectacapona y carbidopa-levodopa en un solo comprimido.
Los IMAO-B inhiben la enzima monoaminoxidasa B, que descompone la dopamina en el cerebro. Los efectos secundarios no son frecuentes, pero pueden incluir dolor de cabeza, mareos, confusión y alucinaciones. Algunos IMAO-B incluyen selegilina (Eldepryl) y rasagilina (Azilect). Consulte al médico antes de tomar cualquier otro medicamento con IMAO-B, ya que pueden interactuar con muchos medicamentos, tales como los siguientes:
Con el transcurso del tiempo, la eficacia de los medicamentos para la EP puede disminuir. Sin embargo, pueden seguir siendo útiles para controlar los síntomas.
Las personas con EP tienen dificultades para realizar actividades cotidianas. Los médicos de Mayo Clinic han recomendado una serie de pasos muy sencillos para ayudar a los pacientes con EP a moverse y desplazarse en forma más segura.
Para caminar mejor:
Para evitar caerse:
Al vestirse:
Escrito por (en Inglés): Verneda Lights and Elizabeth Boskey, PhD
Revisado médicamente (en Inglés)
on: Jul 25, 2012: Brenda B. Spriggs, MD, MPH, FACP