Join AARP
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
Your email address is now confirmed.
You'll start receiving the latest news, benefits, events, and programs related to AARP's mission to empower people to choose how they live as they age.
You can also manage your communication preferences by updating your account at anytime. You will be asked to register or log in.
In the next 24 hours, you will receive an email to confirm your subscription to receive emails related to AARP volunteering. Once you confirm that subscription, you will regularly receive communications related to AARP volunteering. In the meantime, please feel free to search for ways to make a difference in your community at www.aarp.org/volunteer
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
Un eructo es el acto de expulsar aire proveniente del estómago a través de la boca. Por lo general, se produce cuando el estómago sufre una distensión (expansión) porque la persona ha tragado una cantidad excesiva de aire. Al eructar, se libera el exceso de aire para reducir la distensión.
Los eructos se producen cuando el estómago se llena de aire que se ha tragado. Existen varias razones por las que una persona puede tragar más aire que lo normal. Entre las más frecuentes, se incluyen las siguientes:
Los bebés y los niños pequeños pueden tragar grandes cantidades de aire sin darse cuenta. Por esta razón, es necesario hacer eructar a los bebés poco después de alimentarlos con leche materna o maternizada: para que expulsen el exceso de aire que hayan tragado durante la alimentación.
Es posible eructar cuando el estómago no está lleno de aire. Esto suele ocurrir cuando el eructo se ha convertido en un hábito o en una manera de reducir el malestar estomacal. Si bien el eructo solo permite aliviar el malestar que se produce al tragar aire, algunas personas suelen usarlo como una manera de intentar aliviar otras molestias abdominales.
La aerofagia es el acto de tragar aire, ya sea de manera voluntaria o involuntaria. Como se mencionó anteriormente, una persona puede tragar cantidades excesivas de aire al comer o beber demasiado rápido. También puede hacerlo en las siguientes circunstancias:
Algunos alimentos y bebidas también pueden aumentar la frecuencia de los eructos. Entre ellos, se incluyen las bebidas carbonatadas, el alcohol y los alimentos con contenido alto de almidón, azúcar o fibra que provocan gases, como los frijoles, las lentejas, el brócoli, los guisantes, la cebolla, la col, la banana, las pasas de uva y el pan integral.
Existen varios medicamentos que pueden provocar eructos o trastornos que causan eructos. Entre ellos, se incluyen acarbosa (frecuentemente usado para tratar la diabetes de tipo 2), laxantes como lactulosa y sorbitol, y analgésicos como naproxeno, ibuprofeno y aspirina (el uso excesivo puede provocar gastritis, una afección que puede provocar eructos).
Algunas afecciones médicas pueden provocar eructos como parte de los síntomas. Sin embargo, como los eructos son una respuesta natural al malestar estomacal, es necesario que se manifiesten también otros síntomas para efectuar el diagnóstico.
Entre las afecciones que pueden provocar eructos, se incluyen las siguientes:
Entre las causas menos frecuentes de los eructos, se incluyen las siguientes:
Los eructos como único síntoma (salvo que sean frecuentes o excesivos) no suelen ser un motivo de preocupación. Sin embargo, si la distensión estomacal se extiende en el tiempo y los eructos no la alivian o provoca dolor intenso, busque atención médica de inmediato.
Los eructos normales no requieren ningún tratamiento. Sin embargo, si se tornan excesivos, es aconsejable consultar a un profesional médico para que explore las posibles afecciones que puedan estar causando el problema. El tratamiento dependerá de la causa.
Si eructa con una frecuencia excesiva o si presenta distensión estomacal y no puede expulsar el aire acumulado, recostarse de lado o llevar las rodillas al pecho pueden ser de ayuda. Mantenga la posición hasta eliminar los gases.
También es recomendable no comer ni beber rápido y evitar las bebidas carbonatadas y la goma de mascar si presenta eructos excesivos, ya que podrían empeorar el problema.
Si los eructos se han tornado excesivos, es importante consultar al médico. El médico le hará una serie de preguntas para conocer los síntomas, por ejemplo, cuándo comenzaron los eructos excesivos y si ya ha tenido este problema anteriormente. También intentará establecer determinados patrones, por ejemplo, si los eructos se producen cuando usted está nervioso o después de consumir un alimento o una bebida en particular. A tal fin, es posible que usted deba llevar un registro de los alimentos que consume durante algunos días.
No olvide mencionar cualquier otro síntoma que presente, aunque le parezca irrelevante. Esto le permitirá al médico tener un panorama más completo del problema y encontrar la solución más eficaz.
Es posible que le realice una exploración física y podría solicitarle otras pruebas como radiografías abdominales o estudios de evacuación gástrica. Entre las demás opciones, se incluyen la resonancia magnética (RM), la tomografía computarizada (TC), la ecografía, las pruebas de dispepsia y pruebas de hidrógeno/metano. Mediante estas pruebas, el médico podrá observar el aparato digestivo en mayor profundidad y efectuar el diagnóstico correspondiente.
Los eructos normales no requieren tratamiento y el paciente no sufrirá ningún tipo de consecuencia.
No obstante, si los eructos se han tornado frecuentes debido a un problema del aparato digestivo, es posible que los síntomas empeoren si no se tratan. Además, posiblemente comience a manifestar otros síntomas hasta que el problema se diagnostique y reciba tratamiento.
Si bien los eructos son una reacción natural del organismo, pueden controlarse si se evitan los factores que los desencadenan. Para evitarlos, tome las siguientes medidas:
Escrito por (en Inglés): Kati Blake
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD