Join AARP
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
Your email address is now confirmed.
You'll start receiving the latest news, benefits, events, and programs related to AARP's mission to empower people to choose how they live as they age.
You can also manage your communication preferences by updating your account at anytime. You will be asked to register or log in.
In the next 24 hours, you will receive an email to confirm your subscription to receive emails related to AARP volunteering. Once you confirm that subscription, you will regularly receive communications related to AARP volunteering. In the meantime, please feel free to search for ways to make a difference in your community at www.aarp.org/volunteer
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
La exanguinotransfusión es un procedimiento médico en el cual al paciente se le extrae la sangre por un catéter y se le reemplaza con una transfusión por vía intravenosa de plasma o sangre de donantes. Este procedimiento se utiliza para salvarle la vida a los adultos o niños que tienen anomalías sanguíneas fatales.
La exanguinotransfusión revierte o contrarresta los síntomas de la ictericia u otros trastornos sanguíneos, como la anemia falciforme.
La ictericia es un trastorno sanguíneo bastante común en recién nacidos durante su primera semana de vida. Provoca una coloración amarillenta de la piel y de la parte blanca de los ojos. La ictericia ocurre como consecuencia de la presencia en el organismo de una sustancia química llamada bilirrubina.
La anemia falciforme (SCD, por su sigla en inglés) es un grupo de trastornos sanguíneos por los cuales los glóbulos rojos se endurecen y adquieren una forma de media luna. Esta forma impide que fluyan por el sistema circulatorio y ocasiona bloqueos en los vasos capilares. Según Centers for Disease Control and Prevention [Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC], en Estados Unidos 1 de cada 400 bebés afroamericanos nace con SCD. (CDC)
El médico también podría recomendar que se haga una exanguinotransfusión para tratar otros desajustes en el balance químico sanguíneo del organismo o contrarrestar los efectos tóxicos de fármacos y venenos.
La exanguinotransfusión se realiza en un hospital o clínica. Durante el procedimiento le extraerán la sangre y se la reemplazarán con sangre de donantes o con plasma.
El médico le colocará dos tubos pequeños (llamados catéteres) en una vena del brazo. Le extraerán la sangre en ciclos y le sacarán de 5 a 20 mililitros a la vez. Generalmente cada ciclo dura solo algunos minutos. A medida que en cada ciclo le extraen sangre, le bombean en el organismo un volumen fresco de sangre de donantes o plasma a través del otro catéter.
Al igual que con cualquier transfusión de sangre, hay algunos riesgos mínimos relacionados con este procedimiento. Entre ellos: reacciones alérgicas leves, fiebre, dificultad para respirar, ansiedad, náuseas o dolor de pecho.
Si presenta alguno de estos efectos secundarios, el médico detendrá la transfusión de inmediato. Éste determinará a continuación si usted necesita ese tratamiento específico y si después podrá reanudarse la transfusión.
Aunque es muy poco común, es posible que la sangre del donante esté infectada por hepatitis B o C, por una variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (la variante humana de la enfermedad de la vaca loca) o por un virus, como el VIH. Para evitar que esto suceda, los bancos de sangre tienen la precaución de analizar toda la sangre donada.
Usted podría correr el riesgo de exponerse a una sobrecarga de hierro si necesita múltiples transfusiones de sangre durante un período relativamente corto. Ello significa que se le ha acumulado demasiado hierro en la sangre. Si no se trata, esto puede lesionarle el corazón, el hígado y otros órganos.
En ese caso, el médico lo someterá a terapia de quelación para eliminarle el exceso de hierro del cuerpo. Según National Heart, Lung, and Blood Institute [Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre] para la terapia de quelación solo se necesita administrar un medicamento simple por inyección o en forma de píldora. (NHLBI)
Otro de los efectos secundarios de las transfusiones de sangre son las lesiones pulmonares. Esto es poco común y si llegase a suceder, generalmente se presenta dentro de las primeras seis horas siguientes a la transfusión. La mayoría de los pacientes se recupera de las lesiones pulmonares, si bien en casos poco comunes podrían ser fatales.
Antes de hacerle la transfusión, el médico le hará un simple análisis para confirmar cuál es su tipo de sangre. Éste le pinchará un dedo con una pequeña aguja para sacarle algunas gotas de sangre.
A continuación identificarán la sangre con una etiqueta y la enviarán al laboratorio, donde una máquina la analizará para determinar su tipo de sangre. Con ello se garantiza que la sangre que le transfundan coincida con su propio tipo de sangre. Si no coincide la sangre del donante con la suya, usted se enfermará.
En la mayoría de los casos no será necesario que haga ajustes en su régimen alimentario antes de la transfusión sanguínea.
Informe al médico si alguna transfusión sanguínea le ha producido reacciones alérgicas en el pasado.
Una vez que el médico culmine la transfusión, le revisará la presión arterial, frecuencia cardíaca y temperatura. Si todas arrojan lecturas normales, le retirarán las líneas intravenosas.
Podría tener un pequeño hematoma en el sitio de la punción por varios días después de la transfusión.
El médico también podría recomendar que se someta a análisis de seguimiento para monitorearle la sangre.
Si se trata de un niño pequeño, podría considerar necesario que quede hospitalizado bajo observación por varios días.
Escrito por (en Inglés): Corinna Underwood
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD