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La extirpación laparoscópica de la vesícula biliar es una intervención quirúrgica poco lesiva mediante la cual se extrae la vesícula biliar enferma o infectada a través de pequeñas incisiones y de instrumentos especializados.
La vesícula biliar es un órgano pequeño ubicado cerca del hígado. Almacena bilis, un líquido que se produce en el hígado, y lo libera para ayudar a descomponer las grasas. La digestión normal es posible sin la vesícula biliar. Por lo tanto, en caso de enfermedad o infección, la extirpación es una opción de tratamiento.
Según Mayo Clinic, la extirpación laparoscópica de la vesícula biliar es el tipo más común de cirugía de extirpación de vesícula biliar (Mayo, 2010).
Se la conoce formalmente como colecistectomía laparoscópica.
La presencia de cálculos biliares y las complicaciones que presentan son el motivo principal por el que un cirujano decide extraer la vesícula biliar. Los cálculos biliares (también denominados coleliatiasis) se forman dentro de la vesícula biliar a partir de sustancias de la bilis que se endurecen. Pueden ser del tamaño de granos de arena o pelotas de golf.
Entre las demás afecciones que pueden tener como consecuencia una extirpación laparoscópica de la vesícula biliar, se incluyen las siguientes:
La cirugía laparoscópica se prefiere a la cirugía abierta tradicional debido a que las incisiones son más pequeñas y se reducen el tiempo de recuperación y el riesgo de que se produzca una infección o una hemorragia.
La extirpación laparoscópica de la vesícula biliar se considera una intervención quirúrgica segura. La University of Southern California [Universidad de California del Sur, USC] informa que la tasa de complicaciones es menor al dos por ciento (USC, 2002).
Aunque las complicaciones son poco frecuentes, toda intervención quirúrgica conlleva algunos riesgos. El médico realizará una exploración física completa y revisará los antecedentes médicos antes de la intervención quirúrgica para reducir los riesgos.
Entre los riesgos que conlleva una extirpación laparoscópica de la vesícula biliar, se encuentran los siguientes:
Antes de la cirugía, deberá someterse a diversos exámenes para garantizar que se encuentra sano para la intervención quirúrgica. Entre ellos, se incluyen análisis de sangre, pruebas de diagnóstico por imágenes de la vesícula biliar, una exploración física completa y una revisión de los antecedentes médicos.
Informe al médico si está tomando algún medicamento, incluso medicamentos de venta libre o suplementos alimenticios. Es posible que deba dejar de tomar ciertos medicamentos antes de la cirugía. También comuníquele al médico si está embarazada o cree que podría estarlo.
El médico le dará instrucciones completas sobre cómo prepararse mejor para la cirugía. Entre los preparativos, pueden mencionarse los siguientes:
Antes de comenzar la intervención quirúrgica, deberá ponerse una bata; le colocarán una vía intravenosa para que los médicos puedan administrarle medicamentos y líquidos directamente al torrente sanguíneo. Recibirá anestesia general para que se duerma antes de que comience la intervención quirúrgica.
El cirujano realizará cuatro incisiones pequeñas en el abdomen, a través de las cuales introducirá un tubo con una pequeña cámara con luz en el abdomen. Con la ayuda de un monitor de video, el médico introducirá otros instrumentos a través de los orificios del abdomen. Se inflará el abdomen con gas para que el cirujano tenga espacio para trabajar. El cirujano extraerá la vesícula biliar por estos orificios.
Posteriormente, utilizará una radiografía especial para examinar los problemas de la vesícula biliar. Esta técnica se denomina colangiografía. Es posible que se extraiga cualquier anomalía en las vías biliares.
Una vez que el cirujano esté conforme con los resultados, coserá las heridas y las vendará. Luego de la intervención quirúrgica, lo trasladarán a una sala para que se recupere de la anestesia. Le controlarán las constantes vitales en todo momento.
La mayoría de los pacientes pueden regresar a casa el mismo día de la cirugía.
Los síntomas de la cirugía laparoscópica de extirpación de la vesícula biliar son leves y poco frecuentes. Sin embargo, es posible que presente diarrea.
Se recomienda caminar apenas se sienta mejor. El médico le dirá cuándo estará en condiciones de retomar la mayoría de sus actividades normales. La recuperación total generalmente tarda una semana.
Deberá cuidar las heridas de las incisiones mientras esté en recuperación. Esto incluye una limpieza adecuada. (La mayoría de las personas pueden ducharse el día siguiente a la cirugía). El médico le quitará los puntos en la consulta de seguimiento.
Escrito por (en Inglés): Brian Krans
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD