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La fibrilación ventricular (FV) es una afección en la cual el corazón late a un ritmo anormal. Normalmente, el latido del corazón sigue un patrón regular y constante. En las personas que tienen FV, el corazón late de manera acelerada y fuera de ritmo.
Se trata de una situación de emergencia que puede ser causada por un ataque cardíaco.
En una FV, los dos ventrículos (cámaras) de la parte inferior del corazón no son pueden bombear con la fuerza necesaria para que la sangre circule por el organismo. Esto provoca una disminución repentina de la presión arterial e impide que la sangre circule por el organismo y, por consiguiente, llegue a los órganos vitales.
Los síntomas más frecuentes de la FV son los desmayos y la pérdida del conocimiento. Otros de los primeros síntomas incluyen los siguientes:
El tiempo transcurrido entre la aparición de estos primeros síntomas y el desmayo o la pérdida del conocimiento puede ser de una hora o menos.
Si se presentan síntomas de FV, busque asistencia de emergencia de inmediato.
Si es usted quien manifiesta síntomas de FV, pídale a alguien cercano que llame al 911. Si usted considera que otra persona podría estar sufriendo una FV, llame al 911.
Si bien se desconoce la causa exacta de la FV, por lo general, el problema tiene su origen en interrupciones en los impulsos eléctricos que controlan los latidos cardíacos. Un ataque cardíaco o una interrupción del flujo sanguíneo al corazón pueden desencadenar la FV.
A menudo, la FV comienza con una taquicardia ventricular, que es un latido cardíaco muy acelerado que cambia los impulsos eléctricos del corazón. En la mayoría de los casos, esto ocurre en quienes presentan una cicatrización patológica como consecuencia de ataques cardíacos anteriores o daños en el miocardio debidos a afecciones cardíacas. Si no se trata, lo más probable es que la taquicardia ventricular dé lugar a una FV.
Es fundamental trasladar al hospital a la persona afectada cuando se produce una FV. Según PubMed Health, el índice de supervivencia para una persona que sufre una FV y no es hospitalizada es apenas del dos al veinticinco por ciento (PubMed Health).
La muerte puede sobrevenir alrededor de una hora después de la aparición de los primeros síntomas de la afección. Entre las demás complicaciones, se incluyen las siguientes:
El médico puede realizarle una serie de pruebas para determinar si usted corre el riesgo de sufrir un episodio de FV. Por ejemplo:
Esta prueba puede ser de utilidad para predecir el riesgo de sufrir FV. Sin embargo, durante un episodio de FV, el proveedor médico debe efectuar un diagnóstico rápido. A tal fin, seguramente le auscultará el corazón para determinar si hay o no latido cardíaco y probablemente use un monitor cardíaco para evaluar la frecuencia y el ritmo cardíacos.
Llevar un estilo de vida saludable es fundamental para proteger el corazón y prevenir la FV. Esto significa adoptar un régimen alimentario saludable y mantenerse activo, por ejemplo, caminar 30 minutos por día.
Si fuma, consulte al médico para informarse sobre formas de dejar el hábito. El tabaquismo puede afectar la flexibilidad de las arterias y el estado general de las células. Tomar medidas para dejar de fumar puede marcar diferencias drásticas en su estado de salud general.
Mantener un peso saludable, una presión arterial normal y niveles aceptables de colesterol también puede contribuir a prevenir problemas cardíacos como la FV.
Lo más probable es que una persona que sufre una FV se desmaye debido a la interrupción del flujo sanguíneo en el organismo. Además de llamar al 911 para obtener asistencia de emergencia, recibir reanimación cardiopulmonar (RCP) o una descarga eléctrica puede ser vital para la supervivencia.
Realizar compresiones rápidas y firmes en el tórax de la persona afectada con una frecuencia de 100 compresiones por minuto puede contribuir a restablecer la circulación de la sangre hacia los órganos vitales. Según las pautas más recientes, la compresión torácica es la maniobra más importante y debe realizarse de inmediato para mantener la circulación. Establecer una vía respiratoria y administrar respiración boca a boca son medidas secundarias. Si ha recibido capacitación en RCP, puede realizar 30 compresiones cada dos respiraciones boca a boca. Continúe con la RCP hasta la llegada del personal de emergencia.
Una capacitación adecuada en RCP puede salvar la vida de un ser querido. Tenga en cuenta la posibilidad de inscribirse en un curso de capacitación sobre RCP o mire los videos informativos breves disponibles en el sitio web de la American Heart Association [Asociación Estadounidense del Corazón, AHA] (AHA).
Si se encuentra disponible un desfibrilador automático externo (DEA), use este dispositivo (que envía impulsos eléctricos al corazón) cuando resulte necesario. Estos dispositivos portátiles generalmente se encuentran disponibles en centros comerciales, aeropuertos, hospitales, gimnasios, centros para ancianos y escuelas.
Cuando usted llegue al hospital, el médico le controlará el ritmo cardíaco y le realizará una serie de pruebas de diagnóstico por imágenes para determinar si hay alguna obstrucción en el corazón que pueda haber causado un ataque cardíaco. El médico también usará tratamientos farmacológicos para reducir al mínimo la arritmia o reforzar el bombeo del corazón.
Quizás le recomiende un desfibrilador cardioversor implantable (DCI), que es un dispositivo que controla los ritmos cardíacos y envía descargas eléctricas cuando resulta necesario para acelerar o desacelerar el ritmo cardíaco. Un DCI no es lo mismo que un marcapasos implantado, ya que en el marcapasos, la descarga es constante para mantener un ritmo regular.
Si se detecta una obstrucción en alguna de las arterias del corazón, es posible que deba someterse a un cateterismo cardíaco (que consiste en introducir una sonda delgada en el corazón) para desobstruir la arteria. También puede colocarse un estent cardíaco (tubo de malla) permanente en la arteria para mantenerla abierta. A veces, puede ser necesario recurrir a otras intervenciones quirúrgicas más lesivas, como una revascularización coronaria. La cirugía de revascularización coronaria consiste en la unión de una arteria sana a la arteria obstruida. Esto permite que la sangre evite la arteria obstruida y, en cambio, circule sin inconvenientes por la arteria nueva.
En el futuro, quizás le convenga comprar un DEA para tener en su hogar. Puede salvar la vida de quienes pasen cerca de su casa gracias a este dispositivo que permite restablecer el ritmo cardíaco en caso de un episodio de FV.
Escrito por (en Inglés): Rachel Nall
Revisado médicamente (en Inglés)
: Brenda B. Spriggs, MD, MPH, FACP