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Es una infección vírica que se contagia por medio de la picadura de una garrapata infectada denominada Dermacentor andersoni. Esta especie de garrapata se conoce como garrapata de la madera de las Montañas Rocosas.
Las garrapatas son parásitos que se alimentan de sangre y son más frecuentes en lugares elevados. La fiebre por garrapatas de Colorado es más frecuente en ese estado que en el resto de los Estados Unidos. La enfermedad se limita a la parte oeste de los Estados Unidos y de Canadá. La incidencia es mayor entre febrero y octubre; el 90 por ciento de los casos se informan entre abril y julio. El riesgo aumenta si se pasa tiempo al aire libre en áreas infestadas de garrapatas.
Los síntomas comienzan entre los tres y los seis días posteriores a la picadura de la garrapata; entre ellos, se incluyen fiebre, escalofríos, cefaleas, náuseas y vómitos. Este período que dura entre 3 y 6 días se denomina período de incubación. Esto significa que si los síntomas se manifiestan inmediatamente después de la picadura de una garrapata, quizás no se trate de fiebre por garrapatas. En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen sin la necesidad de tratamiento luego de 10 días y la recuperación es completa.
La fiebre por garrapatas de Colorado a veces se denomina fiebre por garrapatas de la montaña o fiebre de la montaña estadounidense.
Entre los síntomas de esta afección, se incluyen los siguientes:
La fiebre inherente a la fiebre por garrapatas de Colorado suele durar entre dos y tres días; luego, disminuye durante algunos días y vuelve a aparecer durante aproximadamente 48 horas. En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen por completo en alrededor de diez días.
Los síntomas de esta afección son similares a los de otras enfermedades infecciosas. Consulte al médico si se presentan síntomas graves de fiebre por garrapatas de Colorado, si los síntomas no mejoran en una semana o si no puede extraer por completo una garrapata que tiene en la piel.
Entre las complicaciones potencialmente graves de esta infección, se incluyen meningitis (infección cerebral), encefalitis (inflamación cerebral) y fiebre hemorrágica. La fiebre hemorrágica daña gravemente los vasos sanguíneos y es una afección que pone en riesgo la vida.
Sin embargo, los casos de muerte por esta afección no suelen producirse como consecuencia de la fiebre por garrapatas de Colorado.
El diagnóstico generalmente se basa en una exploración física y análisis de laboratorio, por ejemplo, los siguientes:
Mediante esta prueba, se mide la actividad de determinadas proteínas (llamadas anticuerpos) en la sangre. Los anticuerpos no aparecen hasta la tercera semana de la enfermedad.
Mediante esta prueba, es posible identificar ciertos anticuerpos o antígenos en el plasma.
Con este análisis de sangre de detección general, se mide el nivel de glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas para diagnosticar una enfermedad.
Es un análisis de sangre que permite determinar los niveles de la enzima en la sangre.
Debido a que la fiebre por garrapatas de Colorado puede afectar el hígado, el médico quizás solicite pruebas para evaluar la función hepática.
Este es un análisis de biología molecular especializado que permite identificar la existencia del virus a través del ADN del virus.
En primer lugar, es necesario extraer la garrapata. En la mayoría de los casos, el tratamiento en el hogar con medicamentos para reducir la fiebre y el dolor es suficiente. Como se menciona anteriormente, las complicaciones son poco frecuentes, pero entre ellas, pueden incluirse las siguientes:
La hospitalización tal vez sea necesaria si hay complicaciones o si la enfermedad es grave.
No trate de extraer la garrapata con fósforos encendidos ni vaselina. Si se emplean estos métodos, la garrapata puede llegar a liberar la sustancia patógena que causa la enfermedad.
La manera más segura de extraerla es con pinzas de puntas finas.
Guarde la garrapata en una bolsa plástica en el congelador y registre la fecha. En el caso de que usted se enferme, la garrapata puede ser utilizada para efectuar el diagnóstico.
Si no visita las áreas donde usted sabe que hay garrapatas, el riesgo de sufrir picaduras puede disminuir. Cuando esté en un área donde podría haber garrapatas, use ropa adecuada, como calzado cerrado, pantalones largos metidos dentro de los calcetines y camisas de mangas largas. Cuando esté al aire libre, cúbrase las extremidades y evite recorrer aquellos lugares donde sabe que el riesgo de infestación es mayor. Las garrapatas se ven mejor en la ropa de color claro y los repelentes de insectos que contienen DEET son los más eficaces para mantenerlas alejadas.
Revise su propio cuerpo y el de sus hijos y mascotas con frecuencia para controlar si hay garrapatas cuando se encuentren en áreas infestadas. Si hay garrapatas prendidas en la piel, debe quitarlas de inmediato con pinzas.
En la mayoría de los casos, los pacientes que tienen esta afección se recuperan por completo y no presentan efectos secundarios a largo plazo. Según el Department of Health Services [Departamento de Servicios de Salud] de Arizona, es posible que una infección previa por garrapatas de Colorado genere inmunidad contra una nueva infección.
Escrito por (en Inglés): Ann Pietrangelo
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD