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El fósforo es el segundo mineral más abundante en el organismo (el primero es el calcio). El organismo lo necesita para desempeñar muchas de sus funciones, como filtrar los desechos y reparar las células y los tejidos.
Según el University of Maryland Medical Center [Centro Médico de la Universidad de Maryland, UMMC], la mayoría de las personas obtienen el aporte de fósforo necesario a través de los alimentos que consumen (UMMC, 2011). En efecto, el exceso de fósforo en el organismo es más frecuente que su carencia. Un exceso de fósforo puede ser causado por una enfermedad renal o por un régimen alimentario con un contenido alto de fósforo y bajo de calcio.
Sin embargo, existen algunas afecciones, como la diabetes y el alcoholismo, o algunos medicamentos, como determinados antiácidos, que pueden provocar una disminución considerable de los niveles de fósforo.
Un aumento o una disminución excesivos de los niveles de fósforo pueden conllevar complicaciones médicas, como enfermedades cardíacas, dolor articular o cansancio.
El fósforo es un mineral que se encuentra en cada una de las células, además de los huesos y tejidos. Según los National Institutes of Health [Institutos Nacionales de la Salud, NIH], el fósforo conforma alrededor del uno por ciento del peso corporal (NIH, 2011). Alrededor del 85 por ciento de este fósforo se encuentra en los huesos y los dientes.
Los seres humanos necesitan el fósforo para que los huesos se mantengan fuertes y saludables, para generar energía y para poner los músculos en movimiento.
Además, el fósforo contribuye a lo siguiente:
Existen muchos alimentos que contienen fósforo. En efecto, según el Linus Pauling Institute [Instituto Linus Pauling], el fósforo se encuentra en la gran mayoría de los alimentos (Linus Pauling Institute, 2007).
Los alimentos con contenido alto de proteína constituyen una fuente de fósforo excelente. Entre ellos, se incluyen las carnes rojas, de ave y el pescado, además de la leche y otros productos lácteos. Los huevos, los frutos secos y las semillas también son fuentes de proteína.
Según los National Institutes of Health, si se mantiene un régimen alimentario que contenga cantidades suficientes de calcio y proteína, lo más probable es que el aporte de fósforo sea adecuado (NIH, 2011). Esto se debe a que muchos de los alimentos que tienen un contenido alto de calcio también contienen fósforo en abundancia.
Algunas fuentes alimenticias no proteicas también contienen fósforo, entre ellas, los cereales integrales, la papa, el ajo y las frutas secas. Otra fuente son las bebidas carbonatadas, ya que se usa ácido fosfórico para producir la carbonatación.
Las variantes integrales de panes y cereales contienen más fósforo que las elaboradas con harinas blancas. Sin embargo, el fósforo de los alimentos integrales se almacena de una manera que impide su absorción en los seres humanos.
La cantidad de fósforo que debe incorporarse al régimen alimentario depende de la edad.
Los adultos necesitan menos fósforo que los niños de entre 9 y 18 años de edad, pero más que los niños menores de 8 años de edad.
Las siguientes son las recomendaciones del Linus Pauling Institute en relación con el consumo diario de fósforo:
Muy pocas personas necesitan tomar suplementos de fósforo, ya que la mayoría obtiene el fósforo necesario a través de los alimentos que consume.
Según los NIH, es poco frecuente que una persona tenga niveles excesivos de fósforo en la sangre (NIH, 2011). Por lo general, este problema afecta únicamente a quienes tienen enfermedades renales o problemas para regular el calcio.
Sin embargo, los niveles excesivos de fósforo pueden ser tóxicos y causar diarrea, además del endurecimiento de órganos y tejidos blandos.
También puede producirse una combinación de fósforo y calcio en la sangre, lo que dará lugar a la formación de depósitos minerales en los músculos.
Los niveles elevados de fósforo también pueden afectar la capacidad del organismo de usar eficazmente otros minerales, como el hierro, el calcio, el magnesio y el cinc.
Algunos medicamentos pueden reducir los niveles de fósforo del organismo, entre ellos, los siguientes:
Entre los síntomas de los niveles insuficientes de fósforo, se incluyen los siguientes:
Si usted toma medicamentos, consulte al médico para averiguar si debe consumir alimentos con contenido alto de fósforo o tomar suplementos de fósforo.
Escrito por (en Inglés): Robin Madell
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD