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La giardiasis es una infección que afecta el intestino delgado y es causada por parásitos microscópicos llamados giardia. Se contagia al entrar en contacto con personas infectadas y consumir alimentos o agua contaminados. Según el Wexner Medical Center at Ohio State University [Centro Médico Wexner de la Universidad del Estado de Ohio], esta es la causa más común de infecciones por parásitos en los Estados Unidos. La giardiasis también se presenta, normalmente, en los países en vías de desarrollo que están superpoblados y carecen de condiciones sanitarias básicas y controles de calidad del agua.
La giardia está presente en las heces de las personas y los animales, así como también en los alimentos, el agua y el suelo contaminados. Puede sobrevivir fuera del huésped durante períodos prolongados. Si, accidentalmente, se ingiere este parásito, puede producirse una infección.
La forma más común de contraer la infección es al beber agua que contenga giardia. El agua contaminada puede encontrarse en piscinas, balnearios y masas de agua, como los lagos. Entre las fuentes de contaminación se incluyen heces de animales, pañales y escorrentía agrícola.
La giardiasis que se contrae a través de los alimentos es menos común, ya que el calor mata a los parásitos. Puede contagiarse a través de aquellas personas que trabajan con alimentos y no practican una buena higiene o cuando los productos se enjuagan con agua contaminada.
La giardiasis también puede contagiarse a través del contacto de persona a persona, luego de cambiarle el pañal a un bebé o entrar en contacto con los parásitos mientras trabaja en un centro de atención infantil. Los niños tienen alto riesgo de infectarse con giardiasis, ya que están en contacto con las heces cuando usan pañales y mientras aprenden a ir solos al baño. El sexo anal sin protección es otra forma de contagio de una persona a otra.
Algunas personas pueden ser portadoras de los parásitos de giardia sin manifestar ningún síntoma. En los demás casos, los síntomas de giardiasis generalmente se presentan una o dos semanas luego de la exposición. Entre los síntomas comunes, se incluyen los siguientes:
El médico le pedirá que proporcione una o más muestras de heces, las cuales se analizarán en busca de parásitos de giardia. Tal vez deba entregar más muestras en el transcurso del tratamiento. Es posible que también le realicen una enteroscopía, lo que implica pasar un tubo flexible por la garganta, hasta el intestino delgado, para examinar el tubo digestivo y, tal vez, tomar una muestra de tejidos.
En la mayoría de los casos, la giardiasis desaparece sola. Es posible que el médico le recete medicamentos si la infección es grave o prolongada. Entre los medicamentos que se utilizan generalmente para tratar la giardiasis se incluyen metronidazol, tinidazol, nitazoxanida y paromomicina.
El antibiótico metronidazol puede provocar náuseas y dejar un gusto metálico en la boca.
Por lo general, tinidazol se administra en una sola dosis y es tan eficaz como metronidazol.
El fármaco nitazoxanida generalmente se administra a los niños, ya que está disponible en forma líquida.
En el caso de paromomicina, es menos probable que cause defectos congénitos que si se indican los demás antibióticos enumerados anteriormente. Sin embargo, en el caso de las mujeres embarazadas, es recomendable esperar hasta después del parto para tomar medicamentos para la giardiasis.
Por lo general, las infecciones de giardiasis duran aproximadamente seis semanas, pero los problemas como la intolerancia a la lactosa pueden persistir después de que desaparezca la infección.
La giardiasis puede derivar en complicaciones como la pérdida de peso y la deshidratación como consecuencia de la diarrea. También puede causar intolerancia a la lactosa en algunas personas. Los niños menores de cinco años tienen riesgo de sufrir desnutrición, lo que puede interferir en el desarrollo físico y mental.
La giardiasis no puede prevenirse, pero es posible reducir el riesgo de contraerla: lávese bien las manos, especialmente si trabaja en lugares en los que los gérmenes se transmiten fácilmente, como las guarderías.
Los estanques, los arroyos, los ríos y otras masas de agua son posibles fuentes de giardia. No trague agua si nada en alguno de estos lugares. Evite tomar agua superficial, a menos que se la haya hervido, tratado con yodo o filtrado. Cuando practique senderismo o acampe, llévese agua embotellada.
Cuando viaje a una región donde haya casos de giardiasis, no beba agua corriente. Tenga en cuenta que el agua corriente también puede estar presente en el hielo y otras bebidas. Evite consumir productos locales que no estén cocidos.
Tenga cuidado al realizar prácticas sexuales que están relacionadas con el contagio de esta enfermedad, como el sexo anal. Use preservativos para reducir las posibilidades de contraer giardiasis.
Escrito por (en Inglés): Amanda Delgado
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD