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Los hematomas o las contusiones se producen en la piel luego de un traumatismo como un corte o un golpe en el área afectada. La lesión provoca la ruptura de vasos sanguíneos pequeños denominados capilares y, como consecuencia, la sangre queda atrapada debajo de la superficie de la piel.
Los hematomas pueden producirse a cualquier edad. Algunos provocan muy poco dolor en el área afectada, por lo que pueden pasar desapercibidos. A medida que la persona envejece, la piel se torna más delgada y los capilares que yacen debajo de la piel se vuelven más propensos a las rupturas. Por este motivo, los hematomas son más frecuentes en las personas mayores.
Existen determinados medicamentos, especialmente los anticoagulantes, que también aumentan el riesgo de que se formen hematomas. Es posible que observe algunos hematomas después de recibir una inyección o usar ropa ajustada.
En algunas personas, los hematomas se producen con facilidad y no provocan consecuencias importantes; en la mayoría de los casos, no hay motivos para alarmarse. Sin embargo, si este problema comenzó recientemente, consulte al médico para que determine las causas y las opciones de tratamiento posibles.
Existen tres tipos de hematomas:
Los síntomas varían según la causa del hematoma y, entre ellos, pueden incluirse los siguientes:
Busque atención médica si tiene alguno de los siguientes síntomas:
También debe consultar al médico si tiene hematomas de origen desconocido, hematomas que no provocan dolor, hematomas que vuelven a aparecer en el mismo lugar sin que sufra lesiones o hematomas negros en las piernas. Los hematomas azules en las piernas pueden producirse como consecuencia de las varices. No obstante, los hematomas negros pueden indicar trombosis venosa profunda, una afección que aparece cuando se forma un coágulo sanguíneo y que puede ser potencialmente mortal.
Los hematomas de origen desconocido que aparecen en la piel o la rodilla pueden ser producto de golpes contra el marco de una puerta, una cama, un poste o una silla que pasan desapercibidos.
Entre las demás causas frecuentes, se incluyen las siguientes:
Es normal que aparezcan hematomas como consecuencia de un corte, una quemadura, una caída o una lesión. Es frecuente que el área del hematoma esté inflamada. Los hematomas se forman como parte del proceso de cicatrización natural del organismo. En la mayoría de los casos, no hay motivos para preocuparse. Sin embargo, si tiene una herida en la que se formó un hematoma, volvió a abrirse y produjo pus, un líquido transparente o sangre, consulte al médico de inmediato porque son signos de infección.
Si su hijo tiene hematomas de origen desconocido, llévelo al médico para que determine la causa. A veces, los hematomas de origen desconocido en los niños pueden ser un signo de maltrato.
Los hematomas pueden tratarse en el hogar de las siguientes maneras:
Para prevenir la formación de hematomas, tenga cuidado al escalar, practicar deportes, hacer ejercicio y conducir. Use almohadillas protectoras en las rodillas, los codos y las pantorrillas cuando limpie o practique deportes. Si practica deportes, use espinilleras, hombreras, protectores de cadera o protectores de muslos para reducir el riesgo.
Escrito por (en Inglés): April Kahn
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD