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Aproximadamente la mitad de todos los recién nacidos desarrollan ictericia, un trastorno en el cual la piel y los ojos se ponen amarillos. La ictericia del recién nacido se produce cuando los bebés tienen un alto nivel de bilirrubina, que es un pigmento amarillo producido durante la destrucción normal de los glóbulos rojos. En los bebés de más edad y en los adultos, la bilirrubina normalmente se procesa en el hígado y se elimina a través del tracto intestinal. Sin embargo, dado que el hígado de los recién nacidos todavía está desarrollándose, tal vez no esté lo suficientemente maduro para eliminar la bilirrubina.
Lo bueno es que en la mayoría de los casos la ictericia del recién nacido se resuelve sola a medida que el hígado se desarrolla y el bebé comienza a alimentarse, lo que ayuda a que la bilirrubina se elimine del organismo.
En la mayoría de los casos, la ictericia desaparece en dos o tres semanas. La ictericia que persiste más de tres semanas puede ser síntoma de un trastorno subyacente. Además, un alto nivel de bilirrubina puede hacer que el bebé corra el riesgo de sufrir sordera, parálisis cerebral u otras formas de daño cerebral. Es por esa razón que American Academy of Pediatrics [Academia Estadounidense de Pediatría, AAP] recomienda que todos los bebés sean examinados para detectar ictericia cada vez que se les miden los signos vitales, o al menos cada 8 a 12 horas; también antes del alta del hospital y nuevamente unos días después del alta. (AAP, 2004)
Los bebés con el mayor riesgo de desarrollar esta ictericia son:
Otras causas de la ictericia del recién nacido son: hematomas durante el parto u otros sangrados internos, infección, mal funcionamiento del hígado, deficiencia de enzimas o una anomalía en los glóbulos rojos del bebé.
El primer signo de la ictericia es que la piel y los ojos se ponen amarillentos. Este color amarillo podría aparecer en el rostro a los dos a cuatro días del nacimiento, para luego difundirse al resto del cuerpo. Habitualmente, el nivel máximo de bilirrubina se produce de tres a siete días después del nacimiento.
Si cuando se oprime suavemente con un dedo la piel del bebé, la piel se vuelve amarilla, probablemente sea signo de ictericia.
Si bien la mayoría de los casos de ictericia son normales, a veces puede ser indicio de que hay una afección subyacente. Un caso grave de ictericia también aumenta el riesgo de que la bilirrubina pase hacia al cerebro, lo cual puede provocar daños permanentes al mismo. Comuníquese con el médico si observa los siguientes síntomas:
A la mayoría de las madres y sus bebés se les da el alta del hospital dentro de las 72 horas del parto. Es muy importante que los padres lleven a los bebés para que los examinen unos días después del nacimiento, ya que el nivel de bilirrubina llega a su máximo entre tres y siete días después del nacimiento.
El color amarillo característico confirma que el bebé tiene ictericia, pero igual se necesitan análisis adicionales para determinar cuán grave es el caso.
A los bebés que desarrollan ictericia en las primeras 24 horas de vida debe medírseles el nivel de bilirrubina de inmediato, ya sea a través de la piel o de un análisis de sangre.
Quizá se necesiten otros análisis para saber si la ictericia del bebé se debe a una afección subyacente. Esto podría incluir hacer análisis de recuentos de glóbulos rojos o determinación de incompatibilidad de sangre y Rh.
La ictericia leve normalmente se resuelve sola a medida que el hígado del bebé madura. Una alimentación frecuente (de 8 a 12 veces al día) ayuda a que el bebé elimine la bilirrubina.
Un caso de ictericia más grave podría requerir otros tratamientos. La fototerapia es un método de tratamiento muy común y altamente eficaz mediante el cual una luz descompone la bilirrubina en el cuerpo del bebé. A los bebés se los coloca en una cama especial expuestos a una luz de espectro azul, usando solamente el pañal y anteojos de protección especiales. También puede ponerse una cobija de fibra óptica debajo del bebé.
En los casos muy graves podría ser necesario hacer una exanguinotransfusión. En una exanguinotransfusión se toman pequeñas cantidades de sangre de un donante (o de un banco de sangre) y se transfunden al bebé, básicamente reemplazando la sangre dañada de éste con glóbulos rojos saludables. Esto aumenta el recuento de glóbulos rojos del bebé y reduce el nivel de bilirrubina.
No hay una forma real de impedir la ictericia del recién nacido, pero los padres pueden evitar que la ictericia empeore si toman las siguientes precauciones:
Escrito por (en Inglés): Danielle Moores
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD