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La ictiosis vulgar es una afección de la piel que hace que se acumulen células cutáneas muertas secas en parches en la superficie de la piel. También se le conoce como la enfermedad de piel de pescado porque la piel muerta se acumula en un patrón similar a las escamas de un pescado.
La mayoría de los casos son leves y se limitan a áreas específicas del cuerpo. Sin embargo, algunos casos son graves y pueden cubrir amplias áreas del cuerpo, como abdomen, espalda, brazos y piernas.
Al igual que sucede con muchas otras afecciones cutáneas, la genética desempeña un papel importante en la transmisión de la ictiosis vulgar. Este trastorno sigue un patrón autosómico dominante, lo cual significa que solo es necesario que uno de los padres tenga el gen mutado para que se lo transmita a su hijo. Entre todas las afecciones cutáneas hereditarias, es una de las más comunes.
La ictiosis vulgar puede estar presente al nacer o puede presentarse en los primeros años de vida del niño, pero normalmente desaparece durante la infancia. Algunas personas quizás nunca vuelvan a presentar síntomas, pero otras pueden volver a padecerla en la adultez.
Los adultos pueden llegar a padecer ictiosis vulgar aunque no tengan el gen defectuoso. Si bien es poco común, se le asocia frecuentemente con otras enfermedades, entre ellas cáncer, insuficiencia renal crónica y enfermedad de la tiroides (Mayo).
La ictiosis vulgar podría también presentarse junto con otras afecciones cutáneas tales como dermatitis atópica (eczema) o queratosis pilaris. La dermatitis atópica, conocida más comúnmente como eczema, se distingue por ocasionar erupciones que pican muchísimo. La piel afectada también podría presentarse gruesa y cubierta de escamas. Los bultitos blancos o rojos que causa la queratosis pilaris en la piel pueden parecerse al acné, pero por lo general aparecen en los brazos, muslos o glúteos. Esta afección también puede causar parches de piel ásperos.
Por lo general los síntomas de la ictiosis vulgar empeoran en el invierno, cuando el aire es más frío y seco.
Los síntomas de la ictiosis vulgar son:
Usualmente los parches de piel reseca se presentan en los codos y la parte inferior de las piernas, donde afectan con mayor frecuencia las espinillas, con segmentos gruesos y oscuros. En los casos graves, la ictiosis vulgar también puede hacer que se formen grietas profundas y dolorosas en las plantas de los pies o en las palmas de las manos.
Generalmente el dermatólogo (médico especializado en afecciones cutáneas) diagnostica la ictiosis vulgar mediante una observación visual.
El médico le preguntará si tiene antecedentes familiares de afecciones cutáneas, a qué edad se le presentaron los síntomas por primera vez y si padece alguna otra afección cutánea.
El médico también tomará nota de dónde están los parches de piel seca. Ello lo ayudará a monitorear la eficacia del tratamiento.
El médico también podría hacer otras pruebas, como análisis de sangre o biopsias de la piel, para descartar otras afecciones cutáneas, como psoriasis, que ocasionan síntomas similares. La biopsia de la piel consiste en la extracción de una pequeña porción de la piel afectada para examinarla al microscopio.
Los investigadores todavía no han encontrado una cura para la ictiosis vulgar, así que la clave para controlar los síntomas es el tratamiento continuo.
La primera línea de defensa contra la piel seca y escamosa es el uso periódico de humectantes en el área afectada. Ello podría incluir la aplicación de cremas y ungüentos espesos varias veces al día. Los expertos de Mayo Clinic sugieren usar humectantes con urea o propilenglicol e incluso petrolato puro (vaselina). Para lograr mejores resultados, aplíquesela directamente después de bañarse o nadar (Mayo). El uso de jabones humectantes sin perfume ni colorantes también puede ser útil.
El médico también podría recetarle cremas o ungüentos especiales para ayudar a humectarle la piel, deshacerse de la piel muerta y ayudar a controlar la inflamación y la picazón. Estos podrían incluir tratamientos tópicos que contengan los siguientes ingredientes:
A veces puede ser difícil vivir con ictiosis vulgar y con afecciones cutáneas similares, especialmente para los niños. Si el impacto cosmético de esta afección llegara a ser demasiado abrumador, tal vez le beneficiaría participar en un grupo de apoyo o consultar a un profesional de la salud mental. Estas terapias pueden ayudarlo a recuperar la confianza en sí mismo y a lidiar con cualquier dificultad emocional que se le pudiese presentar.
La clave para vivir con esta enfermedad es aprender a incluir en su rutina diaria el manejo de la misma.
Escrito por (en Inglés): Brian Krans
Revisado médicamente (en Inglés)
: Brenda B. Spriggs, MD, MPH, FACP