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Un tendón es un tipo de tejido fibroso que conecta los músculos con los huesos e interviene en el control de movimientos que suponen correr, saltar y levantar. Sin tendones, no sería posible controlar el movimiento del cuerpo.
Los tendones están cubiertos por una vaina de protección denominada membrana sinovial. Esta membrana produce un líquido (líquido sinovial) que mantiene el tendón lubricado. Las lesiones en esta área pueden provocar una disfunción de la membrana sinovial. Si esto ocurre, es posible que la membrana deje de producir líquido sinovial o que la cantidad generada sea insuficiente. A su vez, esto puede traer aparejada la inflamación de la membrana sinovial. Esta afección se denomina tenosinovitis o inflamación de la vaina que rodea el tendón.
La tenosinovitis generalmente es causada por una lesión en el tendón o en el músculo o hueso circundantes. Esta no es una afección exclusiva de los deportistas, sino que puede afectar a quienes hacen actividades diferentes caracterizadas por movimientos repetitivos, como trabajar en líneas de montaje, desmalezar y escribir con un teclado, entre otras. Existen determinados trabajos que parecen plantear un riesgo mayor de padecer esta afección, como la carpintería, la odontología, tocar instrumentos musicales y las tareas administrativas. Es más frecuente en los tendones de la muñeca, las manos y los pies. Las lesiones pueden producirse como resultado de lo siguiente:
La tenosinovitis también puede ser causada por afecciones médicas subyacentes, por ejemplo, las siguientes:
En algunos casos, resulta imposible determinar la causa de la enfermedad. En casos poco frecuentes, la tenosinovitis es causada por una infección originada en un corte o una punción en el tendón.
Algunos tendones son más propensos a sufrir lesiones, principalmente los de las manos, los pies y las muñecas, por lo que la tenosinovitis es más frecuente en estas áreas. No obstante, puede afectar cualquier tendón, incluidos los de los hombros, los codos y las rodillas. Las personas que padecen esta afección pueden presentar los siguientes síntomas:
Algunas personas pueden tener fiebre, lo cual indica la presencia de una infección y requiere atención médica inmediata.
Para efectuar el diagnóstico de tenosinovitis, es necesario realizar una exploración física del área afectada. El médico lo revisará para verificar si existe enrojecimiento e inflamación. Probablemente le pida que mueva el área afectada para ver si siente dolor. En algunos casos, es posible que le solicite una ecografía o una resonancia magnética para confirmar el diagnóstico o descartar otras causas posibles, como una enfermedad reumática.
El tratamiento contra la tenosinovitis se centra en reducir el dolor y la inflamación. Para lograrlo, es necesario descansar el área afectada e interrumpir las actividades que causaron la lesión inicial. Tal vez el médico le recomiende usar una férula o tablilla para inmovilizar el área afectada. La aplicación de calor o frío también reduce el dolor y la inflamación. Entre las demás terapias que puede recomendar el médico, se incluyen las siguientes:
También pueden recetarle medicamentos para tratar la tenosinovitis. Posiblemente le recomienden medicamentos antinflamatorios no esteroides (AINE) de venta libre, como ibuprofeno, o corticoesteroides que pueden inyectarse en el área inflamada. Si la afección se debe a una infección, el médico quizás le recete antibióticos.
Si la causa es un problema de salud subyacente, como la artritis reumatoide o la gota, el tratamiento también puede incluir medicamentos para tratar estos trastornos.
Una vez que el tendón se haya recuperado, el médico probablemente recomiende ejercicios o fisioterapia para fortalecer el músculo y, de este modo, proteger el tendón contra lesiones futuras. Si usted sufre de tenosinovitis recurrente, posiblemente el médico le recomiende someterse a una intervención quirúrgica para corregir el problema.
Si usted sufre de tenosinovitis, lo más probable es que se recupere por completo con tratamiento. Pueden surgir problemas si no se interrumpen las actividades que dieron origen a la afección. Si esto sucede, los daños en el tendón podrían ser permanentes, lo cual, a su vez, podría afectar la articulación. Con el tiempo, la articulación puede volverse rígida y sufrir una restricción de su amplitud de movimiento.
Si la causa de la afección es una infección, deberá tomar antibióticos para impedir la diseminación de la infección. Si no se la controla, la infección puede ser mortal. Si contrae una infección que no se trata de inmediato, es posible que el pronóstico no sea tan alentador.
Para prevenir la tenosinovitis, deben evitarse los movimientos repetitivos o enérgicos. El fortalecimiento de los músculos circundantes a la articulación también puede contribuir a prevenir este tipo de lesión, al igual que las elongaciones y los ejercicios destinados a aumentar la amplitud de movimiento.
Si usted se corta en las manos, las muñecas o los pies, la higienización adecuada de la herida contribuirá a prevenir la infección y la aparición de la tenosinovitis.
Escrito por (en Inglés): Darla Burke
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD