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La inflamación y la sensibilidad premenstrual en las mamas es un motivo frecuente de consulta. Este síntoma es parte de un grupo de síntomas denominado síndrome premenstrual o SPM. También puede ser un signo de mastopatía fibroquística, que es un término que se utiliza para describir los bultos y el dolor en las mamas característicos de la etapa previa al período menstrual. Las mujeres que tienen este problema muchas veces notan bultos benignos (no cancerosos) grandes en las mamas antes del período menstrual. Es posible que estos bultos se muevan al presionarlos y, por lo general, reducen su tamaño al finalizar el período.
El dolor relacionado con el síndrome premenstrual puede variar en intensidad. Por lo general, los síntomas alcanzan su punto máximo antes del inicio de la menstruación y desaparecen durante el período menstrual o inmediatamente después. La mayor parte del tiempo, los síntomas constituyen una molestia más que un problema médico de gravedad. Si le preocupan los cambios en las mamas, consulte al médico.
Las fluctuaciones en los niveles hormonales son los principales factores responsables de la inflamación y la sensibilidad premenstrual. Los niveles hormonales aumentan y disminuyen durante un ciclo menstrual normal.
El tiempo que duran los cambios hormonales varía de una mujer a otra. El estrógeno provoca el agrandamiento de los conductos mamarios, mientras que la producción de progesterona trae aparejada la inflamación de las glándulas que producen la leche. Estos dos cambios pueden provocar dolor en las mamas.
Según los National Institutes of Health [Institutos Nacionales de la Salud, NIH], tanto los niveles de estrógeno como los de progesterona aumentan durante la segunda mitad del ciclo (los días 14 a 28 en un ciclo típico de 28 días). El estrógeno alcanza su punto máximo en la mitad del ciclo, mientras que los niveles de progesterona aumentan durante la semana previa a la menstruación (NIH, 2010).
Los medicamentos que contienen estrógeno también pueden provocar cambios en las mamas, como sensibilidad e inflamación.
La sensibilidad y la sensación de pesadez en ambas mamas son los principales síntomas del dolor y la inflamación premenstrual. Un dolor sordo en las mamas también puede ser un problema para algunas mujeres. Quizás note que el tejido mamario se siente denso o grueso al tacto. Los síntomas tienden a manifestarse la semana anterior al período, y desaparecen casi de inmediato al inicio del sangrado menstrual. La mayoría de las mujeres no padecen dolor intenso.
En algunos casos, la sensibilidad en las mamas repercute de manera negativa en la rutina diaria de algunas mujeres en edad de procrear y no necesariamente está relacionada con el ciclo menstrual (NIH, 2010).
Debido al cambio natural en los niveles hormonales que se produce a medida que una mujer envejece, la inflamación y la sensibilidad premenstrual generalmente mejoran con la proximidad de la menopausia.
Si bien por lo general el dolor y la inflamación premenstrual son inofensivos, es importante consultar al médico sobre los cambios repentinos o preocupantes en las mamas, ya que podrían ser signos tempranos de infección u otras afecciones médicas. Comuníquese de inmediato con el proveedor de atención médica si nota lo siguiente:
El médico le realizará una exploración física, que incluirá una exploración mamaria, e indagará sobre los síntomas. Posiblemente le haga las siguientes preguntas:
Durante la exploración mamaria, el médico le palpará las mamas para detectar la presencia de bultos y tomará nota acerca de las características físicas de las protuberancias que identifique. Además, le mostrará cómo realizarse un autoexamen de mamas si usted no sabe cómo hacerlo.
Si el médico detecta cambios anormales, posiblemente solicite una mamografía, que es una prueba diagnóstica en la cual se utilizan imágenes radiográficas para visualizar el interior de las mamas. Durante la prueba, la mama se coloca entre una placa radiográfica y una placa de plástico y se comprime, o aplasta, para generar una imagen clara. Es posible que sienta una molestia temporal o una sensación de pellizco. En algunos casos, si los bultos aparentan ser malignos (cancerosos), tal vez se deba realizar una biopsia (extracción de una muestra de tejido del bulto mamario).
El dolor premenstrual en las mamas puede tratarse eficazmente con antinflamatorios no esteroides (AINE) de venta libre:
Estos medicamentos también alivian los dolores menstruales asociados con el síndrome premenstrual.
Las mujeres que padecen inflamación y malestar de moderados a intensos deben consultar al médico para determinar el tratamiento más conveniente y eficaz. Los diuréticos pueden reducir la inflamación, la sensibilidad y la retención de líquidos. Sin embargo, generan un aumento del volumen de orina y pueden aumentar el riesgo de deshidratación. Por tal motivo, es importante que sea precavida y siga las indicaciones del médico al tomar este tipo de medicamentos recetados.
Los anticonceptivos hormonales, como las píldoras anticonceptivas y las inyecciones Depo-Provera, también podrían aliviar los síntomas premenstruales que afectan las mamas. Consulte al proveedor de atención médica sobre estas opciones si padece un dolor intenso en las mamas y no tiene planeado buscar un embarazo en un futuro cercano.
Los cambios en el estilo de vida también pueden servir para aliviar la inflamación y la sensibilidad premenstrual en las mamas. Use un sostén deportivo con una buena sujeción en los momentos de mayor dolor e inflamación. También puede optar por usar el sostén de noche para proporcionar una mayor contención a las mamas mientras duerme.
El régimen alimentario también es un factor importante en el dolor en las mamas. La cafeína, el alcohol y los alimentos con alto contenido de grasa y sal pueden aumentar las molestias. Reducir o eliminar el consumo de estas sustancias una o dos semanas antes del período tal vez sirva para aliviar o prevenir los síntomas.
Algunas vitaminas y minerales también pueden usarse para aliviar el dolor en las mamas y los demás síntomas relacionados con el síndrome premenstrual. La Office on Women Health [Oficina sobre Salud de la Mujer] del Department of Health and Human Services [Departamento de Salud y Servicios Humanos] de los Estados Unidos recomienda consumir 400 unidades internacionales (IU) de vitamina E y 400 mg de magnesio diariamente para reducir los síntomas del síndrome premenstrual (womenshealth.gov, 2010). Elija alimentos variados con un alto contenido de estos nutrientes, por ejemplo, los siguientes:
Quizás el médico le recomiende tomar suplementos vitamínicos.
Los autoexámenes de mamas también pueden servir para controlar cualquier cambio en el tejido mamario. Según la American Cancer Society [Sociedad Americana Contra el Cáncer, ACS], las mujeres de entre veinte y treinta años deben realizarse autoexámenes de mamas todos los meses, preferentemente después del período menstrual, cuando la inflamación y la sensibilidad son mínimas (ACS, 2012).
La actividad física puede mejorar no solo los síntomas físicos del síndrome premenstrual, sino también los síntomas emocionales. Según Mayo Clinic, la actividad física intensa realizada regularmente puede aliviar la depresión y reducir la sensibilidad, los dolores y el cansancio asociados al síndrome premenstrual (Mayo Clinic, 2012).
Por lo general, es posible controlar eficazmente la sensibilidad y la inflamación premenstrual en las mamas con medicamentos y cuidados en el hogar. Consulte al proveedor de atención médica si con cambios en el estilo de vida y los medicamentos no logra sentirse mejor.
Escrito por (en Inglés): Erica Roth
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD