Join AARP
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
Your email address is now confirmed.
You'll start receiving the latest news, benefits, events, and programs related to AARP's mission to empower people to choose how they live as they age.
You can also manage your communication preferences by updating your account at anytime. You will be asked to register or log in.
In the next 24 hours, you will receive an email to confirm your subscription to receive emails related to AARP volunteering. Once you confirm that subscription, you will regularly receive communications related to AARP volunteering. In the meantime, please feel free to search for ways to make a difference in your community at www.aarp.org/volunteer
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
Los ratoncitos que se llevan los dientes de leche, las sonrisas de las estrellas de cine... los dientes se han ganado ellos solos una envidiable reputación, a pesar de que su función primaria es idéntica a la de una vulgar trituradora de madera, un mazo para carne o un triturador de residuos. Pero no se confunda: Los dientes adoran ser el centro de atención. Hacen un gran esfuerzo para ocultar su mala publicidad (placa, caries, tratamientos de conducto... ¡y eso es tan sólo el comienzo!)
Pero estamos aquí para decir toda la verdad, tanto sobre ellos como sobre toda la boca. Son muy prácticos, pero los dientes no siempre están a la altura de su publicidad. Comencemos por referirnos a los materiales que componen los dientes y cuál es la función de estos.
Los dientes parecen fósiles, pero en realidad son estructuras vivientes muy dinámicas. El esmalte que parece hueso (corona) y que es lo que vemos en la parte externa de los dientes oculta una cámara interior llena de dentina, que es una malla rígida de tejido conjuntivo mineralizado. Debajo de esta capa de dentina, el centro de cada diente consiste en nervios encerrados por una cubierta pulposa. Los canales del centro de cada raíz de los dientes permiten que los nervios pasen por allí. Los dientes están anclados en la mandíbula mediante fuertes ligamentos y un material llamado, apropiadamente, cemento.
Los incisivos, con forma de hojilla, son como una serie de cuchillos Ginsu. Su cúspide con forma de punta ayuda a cortar con distintos tipos de movimiento. Los bicúspides (premolares) y los molares tienen superficies amplias y contundentes, que aplastan y muelen como cuando se utiliza un mortero.
La masticación es el primer paso del proceso digestivo. Sería muy difícil tragar, por ejemplo, un huevo duro sin masticarlo primero. Lo que resulta menos obvio es que masticar no solo hace que el huevo sea más fácil de tragar, sino que también multiplica el área superficial para que las enzimas digestivas puedan actuar y convertir los alimentos en energía.
Tres pares de glándulas salivales humedecen los alimentos para facilitar su paso a través del esófago, que es el tubo que conecta la parte posterior de la garganta con el estómago. Estas glándulas también secretan enzimas que comienzan a disolver el almidón.
En los últimos años, la importancia de la salud dental y de la boca se ha vuelto más relevante a medida que los investigadores han ido descubriendo la relación que existe entre una salud deficitaria en la boca y los trastornos sistémicos subyacentes. En otras palabras, una boca saludable puede ayudarle a mantener un cuerpo saludable. Los estudios sugieren que las enfermedades periodontales (enfermedad avanzada de las encías) aumentan el riesgo de sufrir enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares, problemas respiratorios y diabetes. Además, las bacterias podrían diseminarse desde la cavidad bucal hacia el torrente sanguíneo y así causar infecciones potencialmente letales en las válvulas del corazón. Por esta razón, su dentista podría recomendar la administración de antibióticos en forma profiláctica (preventiva) antes de realizar cualquier procedimiento dental que pudiese desplazar bacterias en la boca.
La cavidad bucal es un sitio siempre expuesto a bacterias, virus y hongos. Algunos de estos organismos componen la flora normal de la boca. En pequeñas cantidades, son inofensivos o inclusive beneficiosos, y tienden a mantenerse unos a otros bajo control. Sin embargo, una alimentación rica en azúcares crea condiciones en las que se multiplican las bacterias que producen ácidos. Estos ácidos disuelven el esmalte dental y causan caries, que es el vocablo en latín para deterioro..
Las bacterias que están en la línea de las encías o justo debajo de ella, se multiplican y convierten en una matriz pegajosa llamada placa. Si la placa no se elimina periódicamente con el cepillado y el uso de hilo dental, se acumula, se endurece y migra a lo largo de los dientes, inflamando así las encías y causando una enfermedad llamada gingivitis. A medida que la inflamación avanza, las encías comienzan a retirarse de los dientes, creando bolsillos en los cuales podría acumularse pus. A esta etapa más avanzada de la enfermedad de las encías se le llama periodontitis (perio por encías, dont por dientes e itis por inflamación). Si la enfermedad periodontal expone el canal del nervio de un diente y deja sin protección a la raíz del nervio, posiblemente será necesario hacer una terapia para salvar al diente.
La cavidad bucal, incluyendo los labios y la garganta, puede verse afectada por abscesos, otras infecciones, enfermedades e inclusive cáncer. Casi todos los adultos, por ejemplo, han sido infectados con el virus del herpes simplex, tipo 1 [VHS-1], que es el virus que causa boqueras (herpes) en la boca o los labios. Este virus puede quedar inactivo, pero permanece en el organismo y podría reaparecer intermitentemente para causar pústulas en los labios y en la parte interna de la boca.
La buena salud bucal se basa en el sentido común. Evite el consumo de productos de tabaco. Cepíllese los dientes con una pasta fluorada dos veces al día y utilice hilo dental diariamente. (Usar hilo dental es lo mejor que puede hacer para evitar enfermedades en la cavidad bucal.) Cada seis meses, vaya a un consultorio odontológico para que le hagan una limpieza dental. Siga un régimen alimentario con alto contenido de fibra y bajo contenido de grasas y azúcares, que incluya frutas y verduras en abundancia. Un régimen alimentario de ese tipo es naturalmente rico en vitamina D, que ayuda al organismo a absorber y mantener el calcio y el fósforo, que son minerales que se encuentran en los dientes y en los huesos. Limite la cantidad de bocadillos azucarados y los alimentos con azúcares escondidos, como el ketchup y la salsa para barbacoa, las frutas o salsas de manzana enlatadas, el yogur frutado, las salsas para pasta, el té helado, los refrescos, las bebidas para deportistas, los jugos, las barras de cereales y de granola, y los muffins (incluso los que parecen saludables, como los que tienen avena y pasas de uva).
Escrito por (en Inglés): the Healthline Editorial Team
Revisado médicamente (en Inglés)
: Jennifer Monti, MD, MPH