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La depresión es una enfermedad mental que afecta a uno de cada 10 estadounidenses. Más que solo sentirse triste, la depresión clínica es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por el sentimiento constante de tristeza, desesperanza y desvalorización que no desaparece por sí solo. Es fundamental reconocer que sentirse triste en ocasiones es una parte normal (e importante) de la vida. Los acontecimientos tristes y angustiantes son cosas que le suceden a todo el mundo y responder a ellos emocionalmente es saludable. Sin embargo, sentirse abatido de manera constante y totalmente desesperanzado no es normal y debe tratarse como una afección médica grave.
Las personas sufren depresión de diferentes maneras. Esta afección suele interferir en las responsabilidades y relaciones diarias de una persona. Si no se la trata, la afección puede durar meses o años y, con frecuencia, empeora. Sin embargo, la depresión es una afección médica que puede tratarse, y las personas que buscan tratamiento a menudo ven la mejora de los síntomas.
La depresión, clasificada como trastorno del estado de ánimo, afecta a las personas de distinta manera. Además existen diferentes tipos de depresión. El tipo de depresión determinará en gran medida la clase de tratamiento que debe realizarse. Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, existen dos categorías principales de depresión (trastorno depresivo mayor y distimia) y un grupo de otros tipos menos comunes. Además hay varios trastornos del estado de ánimo que pueden producir síntomas de depresión.
Las personas con depresión mayor tienen un estado de tristeza, vacío y desesperación casi constante durante por lo menos dos semanas. No pueden disfrutar de las actividades que solían ser placenteras para ellas y posiblemente tengan dificultad para comer, dormir, trabajar o conectarse con los demás. El trastorno depresivo mayor es una enfermedad debilitante que puede afectar la salud, el bienestar y la vida de una persona. Sin tratamiento, los episodios de depresión mayor duran un promedio de seis meses, aunque en el 20 por ciento de los pacientes, puede durar hasta dos años. En el caso de las personas que padecen depresión mayor, las posibilidades de recurrencia aumentan en un 50 por ciento.
Aunque muchas personas utilizan la palabra depresión para describir este trastorno del estado de ánimo, los profesionales médicos prefieren utilizar el término trastorno depresivo mayor o depresión mayor (que son más precisos clínicamente) para describir una afección médica específica, a diferencia de un grupo general de conductas. El trastorno depresivo mayor también es lo que generalmente se define como depresión clínica.
En algunos casos, el trastorno depresivo mayor está acompañado de ciertas conductas o se produce por factores específicos que hacen que los síntomas y la evolución eventual del trastorno sean considerablemente diferentes de lo normal. Los profesionales médicos dividen estos casos especiales en cinco subtipos del trastorno depresivo mayor:
Mientras que las personas con depresión mayor se deprimen de manera uniforme, las personas con depresión atípica tienen lo que se denomina reactividad del estado de ánimo. Es decir, experimentan puntos emocionales altos temporales con las buenas noticias y puntos emocionales bajos con las malas noticias. Algunos especialistas en salud mental creen que la depresión atípica, de hecho, puede ser una forma más leve del trastorno bipolar conocida como ciclotimia. La depresión atípica a menudo aparece por primera vez durante la adolescencia y continúa en la adultez.
La depresión posparto es un tipo de depresión moderada a grave que puede ocurrir en las mujeres después del parto. Es diferente de la depresión puerperal normal que puede manifestarse debido a las fluctuaciones hormonales. Los síntomas pueden incluir dificultad para comer o dormir al igual que sentimientos de desvalorización, hiperactividad o incluso paranoia, y pueden aparecer inmediatamente después de dar a luz o hasta un año después.
Las personas que padecen trastorno afectivo estacional (TAE) sufren depresión cada año a fines del otoño o comienzos del invierno a causa de la cantidad limitada de luz solar que trae aparejada el cambio de estación. Los síntomas (que incluyen tristeza, alejamiento social, ansiedad, desesperanza y cansancio) pueden empeorar a medida que avanza el invierno.
Las personas que tienen depresión melancólica generalmente experimentan anhedonia grave (incapacidad para encontrar placer en cosas positivas), pérdida de peso considerable, agitación psicomotriz y culpa. También suelen tener insomnio, es decir, se despiertan más temprano en la mañana de lo que quisieran.
Tal vez sea el subtipo menos frecuente de depresión mayor. Los depresivos catatónicos padecen trastornos psicomotores graves que incluyen una incapacidad repentina de moverse o, por el contrario, una cantidad excesiva de movimientos que parecen inútiles.
Aunque generalmente presenta menos síntomas o síntomas más leves que la depresión mayor, la distimia es igualmente grave debido a que dura más tiempo. Esta afección se caracteriza por sufrir un estado de ánimo depresivo la mayor parte del tiempo durante un mínimo de dos años, junto con al menos dos de los siguientes síntomas: autoestima baja, desesperanza, concentración deficiente, falta de apetito o comer en exceso, insomnio o dormir demasiado, indecisión o falta de energía.
En algunos casos, los pacientes pueden tener un trastorno caracterizado por síntomas depresivos pero que no se enmarca en la categoría de depresión mayor, distimia ni otro trastorno del estado de ánimo. Algunos ejemplos de trastorno depresivo no especificado de otro modo incluyen los siguientes:
El trastorno depresivo menor, a veces denominado depresión menor, se caracteriza por al menos dos síntomas depresivos que duran más de dos semanas.
Esta clasificación de la depresión indica los síntomas que duran desde dos días hasta dos semanas y que ocurren al menos una vez al mes en un periodo de doce meses. Es una forma más leve de depresión que generalmente se trata con terapia.
En ocasiones, algún acontecimiento único o factor estresante puede generar una respuesta psicológica tan intensa que produce un estado de ánimo lo suficientemente bajo como para considerarse un tipo de depresión. Esta afección se denomina trastorno de adaptación con estado de ánimo depresivo y generalmente es temporal.
Existen diversos trastornos del estado de ánimo que producen los síntomas de la depresión pero no son depresión. Es fundamental reconocer que estos trastornos no constituyen depresión, ya que el tratamiento puede ser muy diferente. Los trastornos del estado de ánimo que producen los síntomas de la depresión incluyen los siguientes:
El trastorno bipolar se caracteriza por cambios intensos en el estado de ánimo que abarcan desde una depresión profunda hasta la euforia intensa. Una persona que padece este trastorno puede sufrir cambios en el estado de ánimo algunas veces al año o varias veces por día. El trastorno bipolar es una afección crónica que puede tratarse con medicamentos y terapia.
La ciclotimia es una forma leve de trastorno bipolar en la cual las personas sufren cambios en el estado de ánimo que abarcan desde depresión moderada hasta euforia. Los cambios en el estado de ánimo son menos graves que los del trastorno bipolar, y las personas que padecen ciclotimia suelen permanecer ancladas en la realidad. La ciclotimia es una afección a largo plazo que puede requerir un tratamiento de por vida con medicamentos y terapia.
La depresión grave puede estar acompañada de síntomas psicóticos, como delirios o alucinaciones. Los delirios psicóticos suelen concordar con la sensación de depresión; por ejemplo, una persona que sufre depresión psicótica puede escuchar voces que le dicen que no vale nada y que no merece vivir.
Escrito por (en Inglés): the Healthline Editorial Team
Revisado médicamente (en Inglés)
: the Healthline Medical Team