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La psoriasis es una enfermedad cutánea crónica caracterizada por parches rojizos en la piel, a menudo acompañados por escamas plateadas blanquecinas de células cutáneas muertas. No es contagiosa.
Se cree que la psoriasis es una enfermedad autoinmune, lo cual quiere decir que el sistema de defensa del cuerpo ataca las células sanas del organismo. Se generan células cutáneas que maduran y mueren en menos de una semana, lo cual es extremadamente rápido si consideramos que las células cutáneas normales maduran y reemplazan a las muertas en el transcurso de un mes.
A la acumulación de células muertas en la superficie de la piel se le denomina placa. Aunque éstas pueden presentarse en cualquier parte del cuerpo, son más frecuentes en las siguientes áreas:
La National Psoriasis Foundation [Fundación Nacional para la Psoriasis] estima que 7,5 millones de estadounidenses y 125 millones de personas en el mundo (cerca del 2,2 por ciento de la población) padecen psoriasis, lo que la convierte en la enfermedad autoinmune más predominante del mundo.
Aunque la psoriasis afecta la piel, es más que un problema cosmético. Los síntomas externos de la psoriasis pueden afectar la autoestima e imagen personal de la persona, lo cual puede generarle problemas en su vida diaria, como ansiedad y alienación.
Existen varios tipos de psoriasis, que se distinguen por 1) el área del cuerpo afectada y 2) el tipo de parches. Entre ellos, se encuentran:
Hay placas en el cuero cabelludo que típicamente se confunden por caspa. Más o menos la mitad de quienes padecen algún tipo de psoriasis también tienen psoriasis en el cuero cabelludo.
La psoriasis en placas es la forma de psoriasis más común y se le encuentra en cualquier parte del cuerpo. Los bultitos rojizos se propagan y las células cutáneas muertas se descaman fácilmente en esas áreas.
En este tipo de psoriasis se producen pequeñas lesiones inflamadas en las áreas donde la piel se dobla, como las axilas, la ingle o bajo los senos.
Esta psoriasis ocasiona grandes perturbaciones en el equilibrio químico del organismo que afectan la mayor parte del cuerpo y generan síntomas como descamación severa, dolor y comezón hasta el punto que la piel se ve como su estuviese quemada. También puede generar enfermedades graves.
Esta psoriasis puede limitarse a un área pequeña o propagarse. Está caracterizada por lesiones parecidas a ampollas llenas de pus. Puede ser la precursora de la psoriasis en placas o desarrollársele a quienes ya la padecen.
Es un tipo de psoriasis pustulosa que hace que se formen pústulas a los lados de los talones o en la base del pulgar, que se tornan color café y se descaman.
En esta psoriasis se producen puntitos rojizos que se agrandan rápidamente y frecuentemente desarrollan escamas en el cuero cabelludo, brazos, piernas y torso. Pueden desaparecer sin tratamiento, pero puede aparecer luego como psoriasis en placas.
Esta forma de psoriasis afecta las uñas de las manos y pies, produciendo hoyos, cambios de color, descamación o posible desprendimiento de la base de la uña.
Quienes padecen psoriasis corren un riesgo mayor de desarrollar artritis psoriásica, que produce hinchazón e inflamación de las articulaciones relacionada con la psoriasis. El sistema inmunitario ataca las articulaciones de la misma manera que ataca las células cutáneas sanas, causando así hinchazón, sensibilidad y dolor. Frecuentemente la artritis psoriásica se desarrolla lentamente, pero puede desarrollarse rápidamente, a menudo conjuntamente con erupciones cutáneas graves.
Si repentinamente le empeora la psoriasis, es decir, si comienza a tener más dolor, hinchazón y sensibilidad; desarrolla manchas que se propagan alrededor de los parches de psoriasis; nota que hay secreción o pus; tiene efectos secundarios como vómitos, diarrea sanguinolenta, escalofríos o comienza a tener fiebre superior a 38 °C, llame al médico de inmediato. Si no está o no puede atenderlo, pida que lo remitan a otro médico que pueda atenerlo de inmediato. Su enfermedad podría estar agravándose y necesitará atención inmediata.
Escrito por (en Inglés): the Healthline Editorial Team
Revisado médicamente (en Inglés)
: Jennifer Monti, MD, MPH