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La inserción de tubos en los oídos es un procedimiento por el cual un médico especializado inserta un pequeño tubo en el tímpano para disminuir la cantidad de infecciones y permitir el drenaje de líquidos. Este procedimiento es muy común y sus riesgos son mínimos. Si bien puede hacerse en personas de todas las edades, se realiza más a menudo en niños, pues sufren de infecciones de oído con más frecuencia que los adultos.
Según la American Academy of Otolaryngology [Academia Estadounidense de Otorrinolaringología], prácticamente todos los niños menores de cinco años han sufrido al menos una infección de oído dolorosa. (Academia Estadounidense de Otorrinolaringología) Por lo general, la causa son bacterias que van de la cavidad nasal hacia el oído durante un resfrío u otro trastorno respiratorio. El influjo de bacterias estimula una inflamación y hace que se acumule líquido detrás del tímpano.
Los adultos también pueden tener infecciones, pero los niños las sufren más a menudo porque tienen trompas de Eustaquio más pequeñas y por eso tienen mayor tendencia a obstruirse. Tres de cada cuatro niños habrán tenido al menos una infección de oído para cuando tengan tres años. (Instituto Nacional sobre Sordera y otros Trastornos de la Comunicación, 2011) [National Institute on Deafness and Other Communication Disorders]
Muchas veces las infecciones se curan solas, pero pueden tratarse eficazmente con antibióticos. Sin embargo, a veces las personas sufren infecciones de oído reiteradas y acumulación de líquido, o pueden tener una infección de oído que no se cura en varios meses. Esto puede causar problemas que deriven en pérdida de la audición, problemas de comportamiento y retrasos en el desarrollo del lenguaje en niños.
Las personas que sufren infecciones de oído graves que se diseminan a tejidos y huesos cercanos, o sufren lesiones por presión por volar o hacer submarinismo también pueden tener síntomas similares que requieren que se instale un tubo.
Estos tubos son muy pequeños, están hechos de plástico o metal y los coloca un otorrinolaringólogo (especialista en oídos, nariz y garganta). Una vez insertados, sus funciones son las siguientes:
La inserción de tubos en los oídos, también llamada miringotomía y timpanostomía con colocación de tubo es un procedimiento muy común que se realiza bajo anestesia general. El paciente está dormido, pero respira sin asistencia. El equipo de cirugía monitorea la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la cantidad de oxígeno en la sangre durante todo el procedimiento.
La operación quirúrgica en sí demora solo 10 a 15 minutos. El cirujano realiza los siguientes pasos:
Normalmente los pacientes se quedan en una sala para recuperación por un breve lapso y a menudo dejan el hospital el mismo día. Para disminuir las probabilidades de tener una infección, el médico podría recetar antibióticos, gotas para los oídos o ambas cosas. Usted puede tomar analgésicos de venta libre para combatir cualquier molestia que sienta.
Su médico también podría recomendarle cubrirse los oídos cuando se bañe o nade, a fin de disminuir las probabilidades de que ingresen bacterias al oído medio. Los tapones para los oídos y otros artículos para evitar el ingreso de agua funcionan bien. El oído sanará solo y así mantendrá los tubos en su sitio, hasta que en cierto momento caigan por sí solos. (Si los tubos caen prematuramente, consulte a su médico.)
Lo bueno es que luego de la cirugía, la mayoría de la gente:
La inserción de tubos en los oídos es un procedimiento muy común y muy seguro. En muy pocas ocasiones pueden presentarse complicaciones. Comuníquese con el médico si ocurre lo siguiente:
Escrito por (en Inglés): Colleen M. Story
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD