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El ligamento cruzado posterior (LCP) es el ligamento más resistente de la articulación de la rodilla. Los ligamentos son bandas de tejido gruesas y resistentes que conectan los huesos entre sí. El LCP se extiende por la parte posterior de la articulación de la rodilla, desde la parte inferior del fémur hasta la parte superior de la tibia.
Contribuye a estabilizar la articulación de la rodilla, especialmente la parte posterior o trasera. Este ligamento puede sufrir distensiones, esguinces o desgarros en cualquiera de sus partes. El LCP es el ligamento de la rodilla que se lesiona con menos frecuencia (Orthogate, 2006).
Las lesiones en este ligamento a veces se denominan hiperextensiones de la rodilla.
La principal causa por la que se produce una lesión en el LCP es un traumatismo grave en la articulación de la rodilla. A menudo, también se ven afectados otros ligamentos de la rodilla. Una causa específica de lesión en el LCP es la hiperextensión de la rodilla, la cual puede producirse durante movimientos que se realizan al practicar deportes, como los saltos.
Las lesiones del LCP suelen ser consecuencia de un golpe en la rodilla mientras está flexionada o doblada, por ejemplo, al caer de pie mientras se practican deportes de contacto o después de una caída o de un accidente automovilístico (cuando la rodilla golpea contra el tablero). Cualquier traumatismo en la rodilla, ya sea leve o grave, puede provocar una lesión de sus ligamentos.
Según la gravedad de la lesión, los síntomas pueden ser leves o graves. Si el ligamento sufre un esguince leve, es posible que no haya síntomas. Si el ligamento se desgarró parcial o totalmente, suelen producirse los siguientes síntomas:
Para diagnosticar esta afección, el médico realizará varias pruebas, por ejemplo, las siguientes:
Resulta difícil prevenir las lesiones del ligamento porque suelen producirse como consecuencia de un accidente o una circunstancia imprevista. No obstante, existen varias medidas preventivas que pueden reducir el riesgo de sufrir una lesión del ligamento de la rodilla:
El tratamiento depende de la gravedad de la lesión y del estilo de vida del paciente.
En el caso de lesiones leves, quizás incluya lo siguiente:
En casos más graves, es posible que el tratamiento también incluya lo siguiente:
Cuando se produce una lesión del LCP, el síntoma más importante es la inestabilidad de la articulación. Muchos de los demás síntomas, incluidos el dolor y la inflamación, desaparecen en el transcurso del tiempo, pero es posible que la inestabilidad permanezca. A raíz de esta inestabilidad, muchas personas optan por someterse a una intervención quirúrgica. Si no se trata, la inestabilidad en la articulación puede provocar reumatismo articular.
Si se trata de una lesión leve, es posible que el ligamento sane sin complicaciones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que si el ligamento se distendió, quizás nunca recupere la estabilidad total. Esto significa que es más probable que la rodilla sea poco estable y se lesione nuevamente con mayor facilidad. La actividad física o las lesiones leves pueden provocar dolor e inflamación.
Si el paciente tiene una lesión grave y no se somete a una cirugía, es muy probable que la articulación permanezca inestable y vuelva a lesionarse con facilidad. Además, disminuirá su capacidad para hacer actividad física y quizás sienta dolor incluso al realizar actividades menores. Es posible que deba usar una rodillera para proteger la articulación cuando haga actividad física.
En el caso de los pacientes que se someten a una cirugía, el pronóstico depende de la gravedad de la cirugía y de la lesión original. Por lo general, usted logrará una mayor movilidad y estabilidad una vez que la articulación haya sido reparada. Quizás deba usar una rodillera o limitar las actividades físicas en el futuro para prevenir lesiones nuevas en la rodilla.
Si la lesión afectó otras estructuras aparte del LCP, es posible que el tratamiento y el pronóstico sean diferentes debido a que estas lesiones son más graves.
Escrito por (en Inglés): Amber Erickson Gabbey
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD