Join AARP
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
Your email address is now confirmed.
You'll start receiving the latest news, benefits, events, and programs related to AARP's mission to empower people to choose how they live as they age.
You can also manage your communication preferences by updating your account at anytime. You will be asked to register or log in.
In the next 24 hours, you will receive an email to confirm your subscription to receive emails related to AARP volunteering. Once you confirm that subscription, you will regularly receive communications related to AARP volunteering. In the meantime, please feel free to search for ways to make a difference in your community at www.aarp.org/volunteer
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
El linfoma cerebral primario también se conoce como linfoma cerebral o linfoma del sistema nervioso central. El cerebro y la médula espinal conforman el sistema nervioso central. Las células llamadas linfocitos forman parte del sistema linfático y pueden desplazarse por el sistema nervioso central. Cuando se vuelven cancerosos, los linfocitos pueden provocar cáncer en estos tejidos.
El linfoma cerebral primario es un tipo de cáncer poco frecuente que comienza en los tejidos linfáticos del cerebro o la médula espinal. Se lo denomina linfoma cerebral primario cuando se origina en el sistema nervioso central, para diferenciarlo de un cáncer que comienza en otra parte del organismo y se propaga al cerebro. En algunos casos, también puede comenzar en el ojo.
Sin tratamiento, las personas que padecen este tipo de cáncer generalmente mueren en un lapso de dos meses. Según el University of Maryland Medical Center [Centro Médico de la Universidad de Maryland], los pacientes que reciben tratamiento suelen vivir, como mínimo, tres o cuatro años más (UMM, 2011).
Se desconoce la causa exacta de este tipo de cáncer. Los tejidos linfáticos forman parte del sistema inmunitario. Las personas inmunodeprimidas corren un mayor riesgo de padecer este tipo de cáncer. Esta enfermedad también se ha asociado al virus de Epstein-Barr, pero todavía es necesario realizar más investigaciones.
Entre los síntomas de esta afección, se incluyen los siguientes:
• cambios en el habla o la visión
• fiebre
• cefaleas
• pérdida de peso de origen desconocido
• convulsiones
• cambios en la personalidad
• insensibilidad a las temperaturas extremas
• parálisis en un lado del cuerpo
No todas las personas manifiestan los mismos síntomas y los pacientes no siempre presentan todos y cada uno de los síntomas enumerados. Para realizar un diagnóstico preciso, el médico debe solicitar una serie de pruebas.
Además de realizarle una exploración física, el médico le hará preguntas acerca de sus antecedentes médicos y familiares. También le realizarán una exploración neurológica para evaluar el estado mental, el equilibrio y los reflejos. Entre las demás pruebas utilizadas para diagnosticar esta afección, se incluyen las siguientes:
• tomografía computarizada (TC)
• examen ocular con lámpara de hendidura
• resonancia magnética (RM)
• análisis de sangre
• biopsia
• punción lumbar para analizar el líquido cefalorraquídeo
El método de tratamiento utilizado para tratar el linfoma cerebral primario depende de los siguientes factores:
Infórmele al médico cuáles son sus preferencias en relación con el tratamiento y pregúntele cuáles son los efectos secundarios más frecuentes.
La radioterapia utiliza rayos X de gran energía para reducir el tamaño de las células cancerosas y destruirlas. Para este tipo de cáncer, existen dos formas de administración posibles. La radiación externa se administra por medio de una máquina que dirige la radiación al área cancerosa, mientras que en la radiación interna se usan semillas, catéteres o cables radioactivos que se colocan directamente en el área afectada para eliminar el cáncer.
La quimioterapia contra el cáncer consiste en administrar medicamentos que destruyen las células cancerosas. En lugar de destruir únicamente las células de un área específica, la quimioterapia es un tratamiento sistémico. Esto significa que los medicamentos circulan por el torrente sanguíneo hacia las diferentes partes del organismo, lo que les permite destruir las células cancerosas que se hayan desplazado. Estos medicamentos pueden administrarse oralmente o por vía intravenosa.
Los esteroides son otra opción de tratamiento contra este tipo de cáncer. El organismo produce de manera natural hormonas esteroideas, pero pueden administrarse esteroides sintéticos para reducir el tamaño de los linfomas.
Un estudio clínico puede ser una alternativa. En los estudios clínicos, se utilizan medicamentos o tratamientos nuevos para evaluar si son más eficaces que los tratamientos actualmente en uso. Estos estudios cuentan con una supervisión minuciosa y el paciente puede dejar de participar cuando lo desee. Como estos tipos de estudios no son adecuados para todas las personas, es importante que consulte al médico para averiguar si constituyen una alternativa posible en su caso particular.
Los efectos secundarios pueden variar en función del tratamiento recibido. La radioterapia puede causar complicaciones neurológicas, cefaleas y confusión. La quimioterapia trae aparejados diferentes efectos secundarios que varían según el medicamento que se utilice, entre ellos, náuseas y vómitos, lesiones nerviosas, caída del cabello y llagas en la boca. Consulte al médico para saber qué debe esperar y cómo reducir al mínimo cualquier efecto secundario posible.
Escrito por (en Inglés): Jaime Herndon
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD