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La liposucción es una cirugía plástica mediante la cual se extrae el exceso de grasa de una o más áreas del cuerpo. Se puede practicar en lugares pequeños, como el espacio debajo de la barbilla, y en áreas más grandes, como los muslos o los glúteos.
La liposucción también se denomina lipoplastia, lipectomía por succión o lipoescultura.
Generalmente, los cirujanos plásticos son quienes realizan la liposucción. Este procedimiento puede llevarse a cabo en el consultorio del médico, una clínica, un centro de cirugía ambulatoria o un hospital, según el tamaño del área que se deba operar.
La liposucción da buenos resultados en las personas cuyo peso es estable, pero que siguen teniendo depósitos de grasa difíciles de eliminar con regímenes alimentarios o actividad física. Esta intervención resulta útil en adultos jóvenes y saludables cuya piel es elástica y se puede adaptar a los nuevos contornos del cuerpo.
En una intervención similar denominada liposucción asistida por láser, se utiliza el láser para reducir aún más el contenido de agua en la grasa luego del procedimiento inicial de liposucción. Esta intervención da mejores resultados en los adultos mayores de 45 años, ya que además de licuar la grasa, permite tensar la piel.
La liposucción no debe utilizarse como reemplazo de un régimen alimentario ni de la actividad física, y por lo general los resultados no son buenos en las personas con un 20 por ciento o más de exceso de su peso ideal.
No es un tratamiento para la celulitis (piel de naranja).
La liposucción no se realiza en personas con problemas médicos crónicos, entre ellos:
Existen dos tipos básicos de liposucción. Por lo general, se utilizan juntos para obtener los mejores resultados.
En este tipo de liposucción, conocida como liposucción de inyección de líquido, el médico inyecta una gran cantidad de líquido en el área en la que se realizará la intervención quirúrgica. El líquido contiene lidocaína, un anestésico local, epinefrina (que produce el estrechamiento temporal de los vasos sanguíneos) y una solución salina mediante la cual se desintegran los adipositos (las células que constituyen la grasa).
Este tipo de liposucción solo está disponible en los Estados Unidos desde 1996. Mediante las vibraciones del ultrasonido se licúa la grasa de la parte del cuerpo que se desea reducir. Las ondas acústicas de alta frecuencia se pueden aplicar por fuera de la piel (externamente) o por debajo (internamente).
Según el tipo de anestesia que le administren, el médico tal vez le indique que no coma ni beba nada después de la medianoche anterior al día de la intervención quirúrgica. Este suele ser el caso de la anestesia general (una anestesia que lo hace dormir) o la sedación profunda.
Deberá registrarse en el centro donde se realizará la intervención quirúrgica. Un profesional de enfermería o un técnico le dará una bata para que se ponga. Además, le colocará una vía intravenosa (IV) en la mano, la muñeca o el brazo, por la que le administrarán medicamentos y líquidos antes, durante y después de la intervención quirúrgica.
Luego, el cirujano plástico le inyectará una mezcla de tres medicamentos en el lugar donde lo operarán. También es posible que utilice ultrasonido o láser para desintegrar los adipositos.
Cuando la operación esté por comenzar, el cirujano esterilizará el lugar en el que le realizarán la operación y colocará paños quirúrgicos sobre este. Además, le administrarán anestesia general o local (con esta última se adormece solo el área que se operará). El médico tal vez le administre, además, un sedante para que se tranquilice y se duerma.
Cuando ya se haya preparado el lugar de la intervención quirúrgica y la anestesia ya haya hecho efecto, el médico efectuará una pequeña incisión y colocará un dispositivo adherido a un tubo de succión en uno de los depósitos de grasa. De esta forma, se aspira cada depósito de grasa excesiva de a uno por vez. Si el cirujano está trabajando en una zona de gran tamaño, como el abdomen, deberá realizar más de una incisión. La intervención quirúrgica puede demorar varias horas según la cantidad y el tamaño de las áreas tratadas.
Luego de la intervención quirúrgica, deberá permanecer en la sala de recuperación para que el personal del hospital pueda controlarle los signos vitales y asegurarse de que no sufra dolor y esté estable. Luego de pasar cierto tiempo en la sala de recuperación, le darán el alta y podrá regresar a su hogar, o tal vez deba permanecer una o dos noches en la sección de recuperación del hospital.
Si le dan el alta para que regrese a su hogar, quizás todavía tenga drenajes quirúrgicos en los lugares en donde se hicieron las incisiones. Mediante estos drenajes, se evita la acumulación de líquido y las heridas cicatrizan más rápido. También es posible que le receten antibióticos para evitar contraer infecciones y analgésicos para aliviar las molestias.
Deberá usar una faja ajustada sobre el área operada. El médico le recomendará que realice caminatas cortas y frecuentes. Sin embargo, debe evitar la actividad física intensa.
Unos días después, deberá volver a otra consulta con el médico, durante la cual probablemente le retire los drenajes quirúrgicos y le indique durante cuánto tiempo debe seguir usando la faja. También le dirá cuándo podrá retomar el trabajo y las actividades de forma normal.
La mayoría de los pacientes se recuperan en una o dos semanas. Los hematomas alrededor de la zona de la intervención quirúrgica no desaparecerán hasta después de tres semanas. La inflamación debido al exceso de líquido puede durar hasta un mes. Es probable que pasen entre cuatro y seis semanas antes de que pueda notar cómo ha mejorado su figura.
La mayoría de los pacientes que se someten a una liposucción afirman estar satisfechos con esta decisión. Generalmente, si el peso se mantiene estable, los depósitos de grasa no vuelven a aparecer.
La liposucción conlleva algunos riesgos, entre los que se incluyen los siguientes:
Escrito por (en Inglés): Debra Stang
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD