Join AARP
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
Your email address is now confirmed.
You'll start receiving the latest news, benefits, events, and programs related to AARP's mission to empower people to choose how they live as they age.
You can also manage your communication preferences by updating your account at anytime. You will be asked to register or log in.
In the next 24 hours, you will receive an email to confirm your subscription to receive emails related to AARP volunteering. Once you confirm that subscription, you will regularly receive communications related to AARP volunteering. In the meantime, please feel free to search for ways to make a difference in your community at www.aarp.org/volunteer
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
El derrame pleural, también denominado líquido en los pulmones, hace referencia a la acumulación excesiva de líquido entre los pulmones y la cavidad torácica. Siempre hay una cantidad pequeña de líquido en la parte externa de los pulmones que rodea las membranas que recubren la parte externa de los pulmones y lubrica la cavidad torácica para facilitar la respiración. Existen determinadas afecciones médicas que pueden provocar la acumulación de líquido entre la cavidad torácica y los pulmones; esta acumulación se denomina derrame pleural.
Según Cleveland Clinic, el derrame pleural es una afección frecuente y se diagnostican más de 100.000 casos todos los años en los Estados Unidos (Cleveland Clinic).
La membrana que recubre la parte externa de los pulmones se denomina pleura. Por lo general, esta membrana contiene una cantidad reducida de líquido que lubrica los pulmones. Cuando la membrana se irrita o se infecta, genera una cantidad excesiva de líquido que se acumula en la cavidad torácica, en la parte externa de los pulmones, lo cual, a su vez, provoca el derrame pleural. Los derrames pleurales suelen ser producto de ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de pulmón, de mama y de ovario, además del linfoma y el mesotelioma. La acumulación de líquido también puede deberse a determinados tratamientos oncológicos, como la radioterapia y la quimioterapia.
Entre las demás causas, se incluyen las siguientes:
Entre los síntomas frecuentes del derrame pleural, se incluyen los siguientes:
Algunas personas no presentan síntomas y se enteran del problema después de someterse a radiografías de tórax o exploraciones físicas indicadas por otro motivo. Si usted presenta síntomas de derrame pleural, consulte al médico de inmediato.
Además de una exploración física, durante la cual el médico escucha los sonidos de los pulmones con un estetoscopio, suele solicitarse una radiografía de tórax para efectuar el diagnóstico.
El médico quizás solicite uno de los siguientes estudios para evaluar el estado de los pulmones:
El análisis del líquido pleural consiste en extraer líquido del área de la membrana pleural. El médico insertará una aguja en la cavidad torácica y extraerá el líquido con una jeringa. Luego, se analizará el líquido para verificar si contiene proteínas o células cancerosas. Este estudio también se denomina toracocentesis.
Si el médico no puede diagnosticar el derrame pleural mediante estos estudios y cree que usted padece la afección, quizás solicite una toracoscopía. Este estudio es una intervención quirúrgica que permite ver la parte interna de la cavidad torácica mediante una cámara de fibra óptica. El médico realiza algunas incisiones pequeñas en el tórax mientras usted está anestesiado e inserta la cámara en una de las incisiones y la herramienta quirúrgica en otra para poder extraer una muestra pequeña de líquido o tejido para su análisis.
El tratamiento dependerá de la causa subyacente y la gravedad de la afección.
Por lo general, el tratamiento consiste en drenar el líquido de la cavidad torácica con una aguja o un tubo pequeño que se inserta en el tórax. Antes de este procedimiento, le administrarán anestesia local para que no sienta dolor. Sin embargo, quizás sienta dolor o molestias leves en los lugares de las incisiones una vez que la anestesia deje de surtir efecto. La mayoría de los médicos recetan medicamentos para aliviar el dolor. Es posible que sea necesario realizar drenajes en más de una ocasión si el líquido vuelve a acumularse.
Si el derrame pleural es consecuencia de un tipo de cáncer, quizás deba someterse a otros tratamientos para combatir la acumulación de líquido.
La pleurodesis se lleva a cabo luego de la extracción de líquido en exceso de la cavidad torácica. Una vez extraído el líquido, se inyecta un medicamento (generalmente, talco) en el área para que la pleura se cierre y deje de liberar líquido.
En casos más graves, se inserta una fístula (tubo pequeño) en la cavidad torácica para redirigir el líquido del tórax al abdomen, donde se elimina más fácilmente. En casos muy graves, también puede realizarse una pleurectomía para extirpar quirúrgicamente parte de la pleura.
El tratamiento contra los casos leves de derrame pleural es muy poco lesivo y la mayoría de las personas se recuperan luego de algunos días. Entre las complicaciones leves del tratamiento, se incluyen dolor y malestar leves que suelen desaparecer con el tiempo. Algunos tipos de derrame pleural pueden producir complicaciones más graves, según la gravedad de la afección y el tratamiento utilizado. Entre las complicaciones graves, se incluyen las siguientes:
Si bien estas complicaciones son graves, son muy poco frecuentes. El médico determinará la opción de tratamiento más eficaz y le informará las ventajas y los riesgos de cada procedimiento.
Escrito por (en Inglés): April Kahn
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD