Join AARP
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
Your email address is now confirmed.
You'll start receiving the latest news, benefits, events, and programs related to AARP's mission to empower people to choose how they live as they age.
You can also manage your communication preferences by updating your account at anytime. You will be asked to register or log in.
In the next 24 hours, you will receive an email to confirm your subscription to receive emails related to AARP volunteering. Once you confirm that subscription, you will regularly receive communications related to AARP volunteering. In the meantime, please feel free to search for ways to make a difference in your community at www.aarp.org/volunteer
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
Para tratar la fibromialgia, se emplea una gran variedad de medicamentos. Existen medicamentos para aliviar el dolor, relajar los músculos tensos, dormir y corregir desequilibrios neuroquímicos. Muchos pacientes con fibromialgia toman una combinación de medicamentos para reducir los síntomas. Encontrar esta combinación óptima de medicamentos para cada paciente puede llevar tiempo y experimentación.
Los medicamentos que se usan con mayor frecuencia son los analgésicos y los antinflamatorios no esteroides (AINE). La mayoría de ellos están disponibles en presentaciones de venta libre o con receta.
Otro de los medicamentos que se usa para tratar el dolor que ocasiona la fibromialgia es un analgésico fuerte disponible solo con receta que se denomina tramadol (Ultram o Ultracet si se lo combina con paracetamol).
En casos poco frecuentes, el médico puede recetar analgésicos opioides si el dolor es intenso. Sin embargo, estos medicamentos conllevan un riesgo alto de adicción si se los usa de manera periódica y prolongada.
Al igual que la fibromialgia, la depresión se asocia con desequilibrios en las sustancias químicas del cerebro. En consecuencia, se emplean muchos medicamentos que repercuten en los niveles de estas sustancias químicas para tratar la depresión y la fibromialgia. Existen varias categorías de medicamentos antidepresivos que pueden reducir los síntomas de la fibromialgia:
Estos antidepresivos mantienen elevados los niveles de serotonina, norepinefrina y dopamina.
Entre los efectos secundarios de los antidepresivos tricíclicos, se incluyen somnolencia, mareos, disfunción sexual y aumento de peso.
Estos inhibidores aumentan los niveles de serotonina y favorecen la circulación de la serotonina por el cerebro durante períodos más prolongados.
Entre los efectos secundarios de los ISRS, se incluyen náuseas, cefaleas, diarrea, hiperactividad y disfunción sexual.
Estos inhibidores actúan de manera similar a los ISRS, pero repercuten en los niveles de serotonina y norepinefrina.
Algunos de los efectos secundarios de los SNRI son náuseas, vómitos, mareos e insomnio.
Los anticonvulsivos se usan para prevenir convulsiones. Su función es calmar los nervios hiperactivos y alterar la transmisión del dolor para aliviar los síntomas de la fibromialgia.
Los efectos secundarios dependen de cada anticonvulsivo, pero entre ellos, se incluyen náuseas, vómitos, somnolencia y daño hepático.
Los miorrelajantes reducen el dolor muscular y favorecen la relajación y el sueño.
Entre los efectos secundarios de los miorrelajantes, se incluyen visión borrosa, mareos y somnolencia.
Estos medicamentos reducen la ansiedad, relajan los músculos y mejoran el sueño. Debido a que provocan somnolencia, suelen tomarse antes de ir a dormir.
Algunos de los efectos secundarios de las benzodiacepinas son somnolencia, confusión, problemas de coordinación y depresión. Es importante limitar el uso de benzodiacepinas ya que pueden ser adictivas.
Los somníferos no solo contribuyen a conciliar el sueño, sino que también permiten dormir durante períodos más prolongados y de manera más profunda.
Los somníferos pueden generar dependencia, lo que significa que si los toma durante mucho tiempo y luego los suspende, quizás tenga ansiedad y dificultad para dormir. Entre los demás efectos secundarios, se incluyen mareos, cefaleas, somnolencia y sonambulismo.
Escrito por (en Inglés): the Healthline Editorial Team
Revisado médicamente (en Inglés)
: Jennifer Monti, MD, MPH