Join AARP
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
Your email address is now confirmed.
You'll start receiving the latest news, benefits, events, and programs related to AARP's mission to empower people to choose how they live as they age.
You can also manage your communication preferences by updating your account at anytime. You will be asked to register or log in.
In the next 24 hours, you will receive an email to confirm your subscription to receive emails related to AARP volunteering. Once you confirm that subscription, you will regularly receive communications related to AARP volunteering. In the meantime, please feel free to search for ways to make a difference in your community at www.aarp.org/volunteer
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
La proteína S es una de las tantas proteínas vitales del cuerpo humano; controla el proceso de coagulación de la sangre. La capacidad de la sangre de coagularse reviste gran importancia, ya que impide las hemorragias excesivas cuando se produce una lesión. Sin embargo, un coágulo sanguíneo en una arteria o una vena (llamado trombosis) puede ser sumamente peligroso.
En el organismo hay coagulantes y anticoagulantes. Los coagulantes estimulan la coagulación, mientras que los anticoagulantes la inhiben. La proteína S es un anticoagulante. Sin una cantidad suficiente de esta proteína, las probabilidades de formación de coágulos peligrosos aumentan. Es necesario contar con una cantidad adecuada de proteína S para asegurar el funcionamiento correcto del proceso de coagulación.
Por lo general, una medición de la proteína S permite averiguar si la proteína se encuentra en cantidades adecuadas.
Entre los motivos más frecuentes por los que puede solicitarse una medición de la proteína S, se encuentran los siguientes:
En algunos casos, la carencia de proteína S es hereditaria, lo que significa que algunas personas nacen con una escasez de este anticoagulante en particular. El médico puede solicitar análisis si el paciente tiene uno o más familiares cercanos que presentan antecedentes de coágulos sanguíneos peligrosos o una carencia comprobada de proteína S.
Si una persona presenta un coágulo sanguíneo en una vena o una arteria, generalmente se realizará una medición de la proteína S para determinar la causa de la trombosis. Los coágulos asociados a la falta de proteína S tienden a formarse en las venas.
Entre las causas de los niveles bajos de proteína S, se incluyen las siguientes:
En la mayoría de los casos de carencia de proteína S, la aparición de un coágulo potencialmente peligroso suele ser el primer signo de que existe un problema. Por lo general, el coágulo aparece en la pierna o en el área del tórax y su aparición no suele ir precedida de síntomas.
Es importante mencionar que una carencia de proteína S no necesariamente significa que una persona vaya a sufrir una trombosis. Las personas afectadas pueden pasar toda la vida sin presentar problemas.
El médico evaluará los antecedentes médicos y los medicamentos que usted toma antes de realizar el análisis a fin de determinar cuándo realizarlo y si es necesario algún tipo de preparación. Es necesario tener en cuenta lo siguiente:
Para realizar la medición de la proteína S, deberán tomarle una muestra de sangre. Le introducirán una aguja en una vena y se recogerá la sangre extraída en un frasco. Es posible que sienta algo de dolor cuando le introduzcan la aguja y una vez finalizada la extracción. Sin embargo, las complicaciones son poco frecuentes.
El médico interpretará los resultados y analizará junto a usted cualquier diagnóstico o anomalías detectadas (si corresponde). Por lo general, los resultados se presentan en términos de inhibición porcentual. Estos valores porcentuales generalmente se encuentran entre 60 y 150, si bien puede haber diferencias leves de un laboratorio a otro. Los niveles elevados de proteína S no suelen constituir un motivo de preocupación, mientras que los niveles bajos indican una carencia de proteína S, la cual podría señalar una infección o la probabilidad de formación de coágulos sanguíneos.
Si se determina una carencia de proteína S, el seguimiento dependerá de la causa. A veces, la causa de que estos niveles sean más bajos que lo normal es la presencia de otra afección. En estos casos, el paso siguiente lógico es el tratamiento de la afección subyacente.
En el caso de los pacientes que presentan carencias hereditarias, el tratamiento generalmente se centra en reducir o eliminar los factores de riesgo de formación de coágulos. Determinados cambios sencillos en el estilo de vida, como dejar de fumar, hacer actividad física con frecuencia y evitar el uso de anticonceptivos orales son apenas algunas de las maneras en las que pueden reducirse las probabilidades de formación de coágulos potencialmente peligrosos causada por una cantidad de proteína S menor que lo normal.
Escrito por (en Inglés): Krista O'Connell
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD