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La duración y la intensidad del sangrado menstrual varían de una mujer a otra. Un período menstrual excesivamente abundante, prolongado o irregular se denomina menorragia.
Entre los síntomas de la menorragia, se incluyen un período menstrual que dura más de siete días y un sangrado tan abundante que es necesario cambiar el tampón o la compresa higiénica más de una vez por hora. Consulte al médico si tiene períodos menstruales excesivamente abundantes o prolongados que interfieran en su vida diaria.
El sangrado excesivo puede causar anemia (carencia de hierro) o indicar la presencia de una afección médica subyacente. En la mayoría de los casos, los períodos menstruales anormales pueden tratarse de manera eficaz.
Si bien el período menstrual de cada mujer es único en lo que respecta a su duración y al volumen del flujo menstrual, su duración varía entre los 24 y los 34 días en la mayoría de las mujeres. En promedio, la duración del sangrado es de entre cuatro y cinco días y la hemorragia equivale a alrededor de 40 cm3 (3 cucharadas). Es importante tener presente que estas son tan solo cifras promedio y que lo que para usted es normal bien podría variar respecto de lo mencionado.
Una hemorragia de 80 cm3 (5 cucharadas) o más se considera un sangrado anormalmente abundante. Entre los signos de sangrado anormalmente abundante, se incluyen los siguientes:
Si bien el ciclo menstrual de cada mujer es distinto, las irregularidades como un sangrado a la mitad del ciclo o un sangrado después de mantener relaciones sexuales se consideran síntomas anormales.
Lleve un registro de sus períodos menstruales, de su duración y de la cantidad de tampones o compresas higiénicas que usa en cada ciclo. Esta información será de gran utilidad durante su próxima consulta ginecológica. Evite productos que contengan aspirina, ya que pueden aumentar el sangrado.
Debe consultar al ginecólogo una vez al año para que le realicen los controles correspondientes. Sin embargo, solicite una consulta de inmediato si se presentan los siguientes síntomas:
Un sangrado abundante no siempre es un signo de un problema. Sin embargo, una hemorragia excesiva puede agotar las reservas de hierro del organismo y provocar anemia. A su vez, la anemia leve puede causar cansancio y debilidad, mientras que una anemia más grave puede provocar cefaleas, mareos, falta de aire y frecuencia cardíaca acelerada.
Un sangrado muy abundante también puede causar dolores menstruales intensos (dismenorrea), lo que a veces debe tratarse con medicamentos.
Si usted tiene períodos menstruales anormales, el médico probablemente comience por realizarle un tacto vaginal. Seguramente indagará acerca de sus antecedentes médicos y le preguntará qué medicamentos y suplementos toma.
Según los síntomas específicos, entre las pruebas de diagnóstico, pueden incluirse las siguientes:
Los períodos menstruales abundantes o irregulares pueden ser causados por diferentes factores, incluidos los siguientes:
El tratamiento dependerá del estado de salud general de la paciente, del motivo de las anomalías menstruales y de si ha tenido hijos o tiene pensado tenerlos en el futuro. Deberán tratarse todas las afecciones médicas subyacentes, como una disfunción tiroidea.
La hemorragia leve puede reducirse con el uso de medicamentos antinflamatorios no esteroides, como ibuprofeno o naproxeno, y la anemia puede tratarse con suplementos de hierro. Si las irregularidades se deben al uso de medicamentos, podrá encontrar alternativas con la ayuda del médico. Los desequilibrios hormonales pueden tratarse con hormonoterapia restitutiva. Los anticonceptivos orales también pueden usarse para regular el ciclo menstrual y acortar los períodos.
La dilatación y legrado (D y L) es un procedimiento en el cual el médico provoca la dilatación del cuello uterino y realiza un raspaje de tejido endometrial. Se trata de un procedimiento bastante frecuente y, por lo general, reduce el sangrado menstrual.
Los tumores cancerosos suelen ser extirpados quirúrgicamente. La intervención quirúrgica también es una opción para tratar los fibromas, aunque no siempre es necesaria. Los pólipos pueden extirparse mediante un procedimiento denominado histeroscopía, en el cual el médico usa una sonda con luz para visualizar el útero y extirpar el pólipo.
La ablación endometrial es un procedimiento que se usa en mujeres que no obtuvieron buenos resultados con tratamientos con medicamentos para controlar el sangrado abundante y los síntomas relacionados. En este procedimiento, el médico destruye el endometrio, lo que provoca la reducción o la desaparición del sangrado menstrual. En la resección endometrial se extirpa el endometrio. Este procedimiento reduce significativamente las probabilidades de un embarazo futuro, por lo que las mujeres que tienen pensado tener hijos deben analizar otras opciones de tratamiento posibles.
La histerectomía es la extirpación quirúrgica del útero y el cuello uterino y puede recomendarse en casos de cáncer, para extirpar fibromas y para tratar endometriosis que no responden a otras formas de tratamiento menos lesivas. Si se somete a una histerectomía, no podrá tener hijos. En caso de ser necesario, también se extirpan los ovarios, lo que provoca una menopausia prematura.
Escrito por (en Inglés): Ann Pietrangelo
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD