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Durante un ataque isquémico transitorio (AIT), también conocido como miniaccidente cerebrovascular, la sangre deja de fluir hacia el cerebro durante un breve período. Sin embargo, un miniaccidente cerebrovascular no mata las células cerebrales tal como lo hace el accidente cerebrovascular. El miniaccidente cerebrovascular produce síntomas similares a los del accidente cerebrovascular. Esta afección a menudo actúa como un episodio precursor de un accidente cerebrovascular real en el futuro.
Según la American Heart Association [Asociación Estadounidense del Corazón, AHA], un AIT puede disminuir la expectativa de vida en hasta un 20 por ciento. Se requiere atención médica de inmediato para ayudar a prevenir el riesgo de accidente cerebrovascular (AHA).
Identificar los síntomas de un AIT puede ser todo un desafío. Los síntomas son similares a los de un accidente cerebrovascular, pero muchas personas cometen el error de no buscar atención médica debido a que los síntomas son menos graves y menos prolongados. Si bien un accidente cerebrovascular puede durar entre uno y dos días, un AIT puede durar entre una y 24 horas por vez.
Algunos de los indicios frecuentes de un AIT incluyen los siguientes:
Los pacientes que padecen un accidente cerebrovascular presentan muchos de estos síntomas.
La hipertensión (presión arterial elevada) es la causa más frecuente de un miniaccidente cerebrovascular. La hipertensión también es la principal causa de los accidentes cerebrovasculares, por lo cual el AIT es, por lo general, una advertencia. Es importante controlar la presión arterial de forma inmediata para prevenir futuros AIT y accidentes cerebrovasculares.
Otras causas y factores de riesgo frecuentes incluyen los siguientes:
Según la AHA, las personas mayores de 65 años presentan un riesgo más elevado de muerte debido a un accidente cerebrovascular después de haber tenido un AIT.
Un AIT es un motivo para buscar atención médica de emergencia. En el hospital, el médico le realizará análisis para confirmar si ha sufrido un AIT o no. La tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) pueden brindar indicios sobre la causa del AIT. Por ejemplo, podría haber sido producto de una arteria obstruida en el corazón o de un coágulo en el cuello.
Si el médico sospecha que hay un problema cardíaco, podría solicitarle un ecocardiograma para obtener mejores imágenes de la zona. Es importante que conozca la causa subyacente del AIT para que usted y el médico puedan prevenir futuros AIT y accidentes cerebrovasculares.
Una vez que lo hayan evaluado en la sala de emergencias, deberá consultar al médico de atención primaria para elaborar un plan de acción. En función de la causa exacta del miniaccidente cerebrovascular, podrían derivarlo a un especialista.
Un AIT generalmente no provoca daños cerebrales permanentes. Sin embargo, los pacientes no deben tomarse los AIT a la ligera. Los AIT indican, por lo general, problemas de salud subyacentes que pueden provocar accidentes cerebrovasculares reales en el futuro. Más del 10 por ciento de los pacientes que han sufrido un AIT tiene un accidente cerebrovascular en un lapso de tres meses. Es importante tomarse en serio los miniaccidentes cerebrovasculares para prevenir un posible episodio que ponga en riesgo la vida.
Los tratamientos también ayudarán a prevenir accidentes cerebrovasculares en el futuro. Los planes de acción frecuentes incluyen lo siguiente:
Si el médico le receta medicamentos, es probable que deba tomarlos durante un largo período para prevenir un accidente cerebrovascular. También debe realizar un seguimiento periódico con el médico para controlar la afección. Los cambios en el estilo de vida, tales como un régimen alimentario saludable y actividad física, también pueden complementar los planes de tratamiento para la prevención de accidentes cerebrovasculares.
Escrito por (en Inglés): Kristeen Moore
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD