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Los vómitos son un reflejo incontrolable que provoca la expulsión del contenido del estómago por la boca. También se conocen como devolver. Náuseas es el término que se utiliza para describir la sensación de estar a punto de vomitar, pero sin que se produzca el vómito.
Ambos síntomas son muy comunes y pueden ser la consecuencia de diversos factores. Afectan tanto a niños como a adultos, aunque suelen presentarse con más frecuencia en las mujeres embarazadas y los pacientes que siguen tratamientos oncológicos.
Las náuseas y los vómitos pueden aparecer juntos o por separado y ser causados por diferentes afecciones psicológicas y físicas.
Las causas más comunes de las náuseas son el dolor intenso, por lo general provocado por una lesión o una enfermedad, y los tres primeros meses del embarazo. También existen otras posibles causas, como mareos causados por el movimiento, estrés emocional, indigestión, intoxicación alimentaria, virus y exposición a sustancias químicas tóxicas. Si padece alguna enfermedad de la vesícula biliar, también es posible que tenga náuseas.
Además, algunos olores pueden provocar la sensación de náuseas. Este es un síntoma muy común durante los tres primeros meses de embarazo, aunque también puede afectar a personas que no estén embarazadas. Por lo general, las náuseas relacionadas con el embarazo desaparecen en el segundo o tercer trimestre de gestación.
Las causas más comunes de los vómitos en los niños son las infecciones víricas y la intoxicación alimentaria. Sin embargo, también pueden deberse a mareos intensos causados por el movimiento, tos, fiebre elevada y exceso de comida.
En el caso de niños muy pequeños, la obstrucción intestinal también puede provocar vómitos persistentes. Los intestinos pueden obstruirse debido a hernias, cálculos biliares o tumores, lo cual es poco frecuente, pero debe investigarse.
La mayoría de los adultos rara vez vomitan. Cuando lo hacen, el vómito suele ser provocado por una infección bacteriana o vírica, o bien algún tipo de intoxicación alimentaria. En algunos casos, puede deberse a otras enfermedades, especialmente las que provocan dolores de cabeza o fiebre elevada.
Las afecciones estomacales crónicas (a largo plazo) suelen causar náuseas y vómitos, además de otros síntomas como diarrea, estreñimiento y dolor estomacal. Entre estas afecciones crónicas se incluyen la intolerancia a los alimentos, como la intolerancia al gluten (celiaquía), a las proteínas de origen lácteo y a la lactosa.
El síndrome del colon irritable (SCI) es una afección común del estómago que provoca distensión abdominal, náuseas, vómitos, acidez estomacal, fatiga y cólicos. Se produce cuando hay partes del intestino que son hiperactivas. Por lo general, para diagnosticarlo, se identifican los síntomas y se descartan otras afecciones intestinales o estomacales.
La enfermedad de Crohn es una enfermedad intestinal inflamatoria que comúnmente afecta a los intestinos, aunque puede producirse en cualquier parte del tubo digestivo. Es una afección autoinmunitaria en la que el organismo ataca al tejido sano del intestino, lo que provoca inflamación, náuseas, vómitos y dolor. Generalmente, se la diagnostica mediante una colonoscopía, un procedimiento en el que se explora el colon a través de una cámara pequeña. También es posible que sea necesario analizar una muestra de materia fecal.
Ciertas elecciones relativas al estilo de vida pueden aumentar las posibilidades de tener náuseas y vómitos. El consumo de una gran cantidad de alcohol puede causar daños en el revestimiento del intestino o reaccionar y provocar acidez estomacal. Ambas situaciones causan náuseas y vómitos. En algunos casos, el consumo excesivo de alcohol también puede producir hemorragias en el tubo digestivo.
Un trastorno alimentario, es decir, cuando una persona modifica sus hábitos y comportamientos alimentarios debido a una imagen corporal anormal que desea lograr, también puede ser la causa de las náuseas y los vómitos. La bulimia es una afección en la que se induce deliberadamente el vómito para eliminar del estómago todos los alimentos que se han consumido. Los pacientes con anorexia nerviosa también pueden sentir náuseas debido a la inanición y el exceso de ácido estomacal.
Los vómitos pueden presentarse como síntomas de una afección más grave, aunque es poco común que esto suceda. Entre dichas afecciones se incluyen meningitis, apendicitis, conmoción cerebral, tumor cerebral y migraña. Siempre debe consultarse al médico en caso de vómitos persistentes.
Si tiene náuseas o vómitos durante más de una semana, debe procurar atención médica. En la mayoría de los casos, los vómitos desaparecen en el plazo de las seis a 24 horas posteriores al primer episodio.
Debe procurar atención de emergencia si un niño menor de 6 años presenta los siguientes síntomas:
Un niño mayor de seis años debe recibir atención médica de emergencia en los siguientes casos:
Los adultos deben procurar atención médica de emergencia si manifiestan cualquiera de los siguientes síntomas:
Existen diferentes formas de aliviar las náuseas y los vómitos, ya sea en el hogar o con medicamentos recetados por el médico.
Antes de recetarle medicamentos, el médico le preguntará cuándo comenzó a tener náuseas y vómitos, y en qué circunstancias empeoran. Tal vez también le pida que le cuente cómo son sus hábitos alimentarios y si hay algo que alivie o intensifique los vómitos y las náuseas.
Existen varios medicamentos recetados para controlar las náuseas y los vómitos, incluidos aquellos que pueden tomarse durante el embarazo, por ejemplo, dolasetrón (Anzemet), granisetón (Granisol) y trimetobenzamida (Tigan).
En general, las náuseas y los vómitos desaparecen solos, a menos que sean producto de una afección crónica subyacente. Sin embargo, los vómitos persistentes pueden causar deshidratación y desnutrición. También podría suceder que el cabello y las uñas se debiliten y se vuelvan frágiles, y que los vómitos constantes erosionen el esmalte dental.
Para evitar las náuseas, haga comidas menos abundantes en el transcurso del día, coma despacio y descanse luego de comer. No consuma alimentos picantes ni los que suelen provocarle náuseas.
Si comienza a sentir náuseas, coma galletas saladas antes de levantarse, e intente ingerir alimentos ricos en proteínas, como queso o carne magra, antes de acostarse.
Si tiene vómitos, beba pequeñas cantidades de bebidas azucaradas, como gaseosas o jugos de frutas, o bien, beba ginger ale o coma jengibre para que el estómago se recupere. Evite tomar jugos ácidos, como jugo de naranja, ya que le podrían causar más problemas en el estómago.
Si tiene mareos causados por el movimiento, hay medicamentos de venta libre como meclizina (Bonine) que pueden reducirlos. Limite el consumo de bocadillos en los viajes en automóvil. Otra recomendación para las personas propensas a estos mareos es que miren hacia adelante, por una ventana delantera.
Escrito por (en Inglés): Kati Blake
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD