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El término médico neumotórax se utiliza para referirse a un colapso pulmonar. El neumotórax se produce cuando el aire queda atrapado en el espacio que rodea los pulmones, conocido como espacio pleural, lo que puede ocasionar el colapso del pulmón y ejercer presión sobre el corazón.
La afección tiene varios niveles de gravedad. En muchos casos, un neumotórax leve sin complicaciones puede curarse de manera espontánea. Por su parte, los casos más graves que involucran grandes volúmenes de aire atrapado pueden ser mortales si no se tratan. El tratamiento puede incluir una espera controlada combinada con reposo, la colocación de sondas pleurales o intervenciones quirúrgicas más lesivas para resolver el colapso pulmonar y evitar que empeore.
Tras una lesión en el tórax o como resultado de una enfermedad pulmonar subyacente, uno o ambos pulmones pueden sufrir un colapso. Las personas que practican deportes como alpinismo o buceo pueden sufrir neumotórax debido a los cambios en la altitud. El cambio abrupto en la presión del aire puede provocar la formación y la posterior ruptura de ampollas de aire en los pulmones. Cuando se rompen, las ampollas, llamadas bullas, provocan el colapso del pulmón.
A veces, la causa del neumotórax es desconocida.
Existen dos tipos diferentes de neumotórax: neumotórax traumático (NT) y neumotórax no traumático (NNT).
El NT generalmente se produce después de sufrir un traumatismo en el tórax o en la pared de los pulmones. El traumatismo puede dañar estas estructuras, lo que permite que el aire se filtre en el espacio plural.
Entre los traumatismos que pueden causar un NT, se incluyen los siguientes:
El tratamiento precoz del NT es de fundamental importancia. Los síntomas por lo general son graves y pueden conllevar complicaciones potencialmente mortales, como paro cardíaco, insuficiencia respiratoria y choque.
El NNT no se produce después de una lesión, sino que ocurre de manera espontánea. Existen dos tipos principales de NNT:
Entre las afecciones que aumentan el riesgo de padecer NES, se incluyen las siguientes:
El hemoneumotórax espontáneo (HNE) es un subtipo de neumotórax espontáneo poco frecuente que se produce cuando la cavidad pleural se llena de sangre y aire sin que el paciente haya sufrido ningún traumatismo previo ni presente antecedentes de enfermedad pulmonar.
Los factores de riesgo del neumotórax traumático y no traumático son diferentes.
Entre los factores de riesgo del NT, se incluyen los siguientes:
Las personas que más riesgo corren de sufrir NEP son las siguientes:
El factor de riesgo principal del NES es tener un diagnóstico previo de enfermedad pulmonar. Es más frecuente en personas de más de 40 años de edad.
Los síntomas del NT pueden manifestarse cuando se produce el traumatismo de tórax o poco después. El inicio de los síntomas del NNT normalmente tiene lugar mientras la persona se encuentra en reposo. El primer síntoma suele ser un ataque repentino de dolor en el pecho.
Entre los demás síntomas, pueden incluirse los siguientes:
El diagnóstico depende de la presencia de aire en el espacio que rodea los pulmones. Detectar esta presencia puede ser difícil, ya que la posición del aire entre la pared del tórax y el pulmón puede interferir en algunas pruebas de diagnóstico por imágenes.
Entre las pruebas que se usan habitualmente para diagnosticar el neumotórax, se incluyen las siguientes:
El tratamiento dependerá de la gravedad de la afección y de si el paciente ha sufrido un neumotórax anteriormente.
El tratamiento puede ser quirúrgico o no quirúrgico. Entre los tratamientos no quirúrgicos, se incluyen los siguientes:
El reposo también suele denominarse observación o espera controlada. El reposo es el tratamiento más frecuente en casos de neumotórax que afectan solo un área pequeña del pulmón. En estos casos, el médico controlará regularmente la afección mientras el aire desaparece del espacio pleural. Le realizarán radiografías frecuentes para evaluar si el pulmón se ha vuelto a expandir. Deberá hacer reposo para favorecer la recuperación, ya que la actividad enérgica podría repercutir negativamente en el proceso de reexpansión.
En algunas personas, el neumotórax puede provocar una disminución de los niveles de oxígeno. Esta afección se denomina hipoxemia. En estos casos, además del reposo, le administrarán un aporte complementario de oxígeno.
La aspiración con aguja y la colocación de una sonda pleural son dos tratamientos no quirúrgicos que consisten en drenar el exceso de aire del espacio pleural del tórax. El médico introduce una sonda entre las costillas y utiliza una jeringa o un dispositivo de aspiración mecánica para eliminar el aire acumulado en el espacio pleural. Si el colapso ha afectado un área considerable del pulmón, le dejarán la sonda durante algunos días.
La pleurodesis es una forma más lesiva de tratamiento contra el neumotórax que se utiliza para tratar y prevenir la recidiva del colapso pulmonar. Básicamente, la pleurodesis destruye el espacio pleural para impedir la acumulación de aire y líquido. El término pleura designa la membrana que contiene cada pulmón. Al realizar una pleurodesis, las membranas pulmonares se fusionan. Al unir ambas membranas, el espacio pleural desaparece y, de este modo, se previene el neumotórax. La pleurodesis mecánica se realiza manualmente: el médico frota la pleura para que se inflame. La pleurodesis química es otra forma de tratamiento en la cual el proveedor de atención médica inyecta agentes irritantes químicos en la pleura por medio de una sonda pleural. La pleura se fusiona a causa de la irritación y la inflamación (LAM Foundation [Fundación para la Linfangioleiomiomatosis, LAM]).
En algunos casos, es necesario recurrir a un tratamiento quirúrgico contra el neumotórax. Si usted ha sufrido NNT de manera reiterada, posiblemente deba someterse a una intervención quirúrgica. El tratamiento quirúrgico también se utiliza cuando existe una cantidad considerable de aire atrapada en la cavidad torácica.
Existen varios tipos de intervenciones quirúrgicas contra el neumotórax, incluidas las siguientes:
La toracotomía consiste en realizar una incisión en la pared del tórax. Una vez que el cirujano haya realizado esta intervención, determinará los pasos que se seguirán para favorecer la recuperación. La toracoscopía consiste en observar el interior del tórax con una cámara diminuta. El tratamiento quirúrgico contra el neumotórax puede incluir el cierre de las ampollas mediante sutura, el cierre de los espacios por donde se filtra el aire o la extirpación de la parte del pulmón afectada por el colapso (en un procedimiento denominado lobulectomía).
El pronóstico a largo plazo dependerá de cuánto tiempo haya transcurrido hasta que se diagnosticó el neumotórax. En general, el tratamiento inmediato suele ir de la mano con una recuperación completa. Sin embargo, en los casos graves, las demoras en el tratamiento pueden provocar una insuficiencia circulatoria o respiratoria. Asimismo, las demoras en las intervenciones quirúrgicas de emergencia también requieren un período mayor de recuperación que suele provocar complicaciones.
Tener un neumotórax aumenta las probabilidades de volver a sufrirlo en el futuro. Si los síntomas vuelven a aparecer, busque atención médica lo antes posible.
Escrito por (en Inglés): Lydia Krause and Erica Roth
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD