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La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una afección a largo plazo que no puede curarse por completo. Sin embargo, al controlar la afección, puede mejorarse la calidad de vida, aliviar los síntomas y disminuir el progreso de la enfermedad. Otros objetivos del tratamiento incluyen la prevención y el tratamiento de las complicaciones relacionadas a fin de mejorar la capacidad para mantenerse activo y el estado de salud general. En la mayoría de los casos, la EPOC puede prevenirse y el tratamiento precoz puede marcar la diferencia.
La EPOC puede tratarse con medicamentos y cirugía pero, de acuerdo con Mayo Clinic, los cambios en el estilo de vida, particularmente dejar de fumar, representan el tratamiento más importante y eficaz contra la EPOC. Un estudio publicado en la British Medical Journal reveló que el cambio en el estilo de vida por sí solo mejora considerablemente la función pulmonar poco después de haber dejado de fumar y que la mejoría se mantiene en el tiempo. El American College of Physicians [Colegio Médico Estadounidense, ACP] recomienda a los médicos ayudar a los pacientes fumadores a dejar de fumar como tratamiento para la EPOC. Las pautas del ACP también sugieren una serie de intervenciones adicionales, que incluyen medicamentos, educación y actividad física. Por lo general, un tratamiento exitoso consiste en una combinación de intervenciones médicas y cambios conductuales.
Si tiene síntomas de EPOC, es probable que el médico le realice una sencilla prueba de respiración, llamada espirometría, que mide la cantidad de aire que puede exhalar en un segundo. Esta prueba se utiliza para diagnosticar la EPOC y evaluar su gravedad. Después de un diagnóstico de EPOC, el médico le ayudará a determinar cuál de las siguientes opciones de tratamiento, o combinación de opciones, es la más conveniente para usted. El médico también puede recomendarle consultar a un neumonólogo para que lo ayude a elaborar un plan de tratamiento especializado.
El tabaquismo es la causa principal de la EPOC en los Estados Unidos y la mejor forma de evitarla consiste en no fumar. Quienes ya son fumadores tienen a su disposición numerosos recursos para dejar de fumar. Además de los productos para dejar de fumar, muchos hospitales, clínicas y organizaciones ofrecen programas pensados para ayudar a las personas a dejar de fumar. Si no es fumador, no está exento de padecer los efectos perjudiciales del humo del cigarrillo. Los no fumadores deben evitar el humo de segunda mano, que puede encontrarse en el aire que respiran si están cerca de otras personas que fuman.
Otros cambios en el estilo de vida que pueden ayudarlo a controlar los efectos de la EPOC son los siguientes:
Existe una variedad de medicamentos disponibles para el tratamiento de la EPOC. El médico puede determinar si los medicamentos son beneficiosos para usted según la gravedad de la afección. Algunos tipos de medicamentos incluyen:
Si le cuesta realizar tareas básicas debido a los síntomas, es posible que el médico le recomiende someterse a una rehabilitación pulmonar. Los programas de rehabilitación pueden mejorar la resistencia a la actividad física, reducir los índices de hospitalización y mejorar la calidad de vida de los pacientes con EPOC. La duración típica de un programa varía de seis a 10 semanas, durante las cuales los participantes se centran en controlar la enfermedad mediante actividad física y asesoramiento en un entorno grupal médicamente supervisado. Uno de los objetivos principales de la rehabilitación pulmonar consiste en aprender cómo estar más activos y realizar actividades cotidianas sin sufrir una falta de aire tan pronunciada.
Si tiene EPOC grave y presenta bajos niveles de oxígeno en la sangre, la oxigenoterapia en el hogar puede ser útil para mejorar el funcionamiento físico y mental y la falta de aire. Esta opción de tratamiento, que consiste en recibir oxígeno complementario a través de una cánula nasal o una máscara, se reserva generalmente solo para los casos más graves de la afección. Según la gravedad de los síntomas, el médico puede sugerirle que reciba tratamiento con oxígeno únicamente en ciertos momentos o todo el tiempo. Para los casos graves, es posible que sea necesario recibir oxígeno extra la mayor parte del día para proteger el corazón y otros órganos contra posibles daños.
Es fundamental detectar y controlar las afecciones asociadas que surgen de las complicaciones de la EPOC. Los pacientes con EPOC son particularmente vulnerables a presentar complicaciones de la neumonía bacteriana y vírica. El control de estas complicaciones incluye vacunarse contra el neumococo y la gripe. El bajo peso y la depresión también están asociados con la EPOC. Si sufre alguna de estas afecciones, su técnica de control puede incluir asesoramiento nutricional o psicoterapia.
En casos poco frecuentes, la cirugía puede ayudar a mejorar la respiración en personas con síntomas graves de EPOC pero, por lo general, solo se la considera después de que se han probado otros tratamientos sin haber obtenido resultados positivos. Las opciones quirúrgicas incluyen la reducción del volumen pulmonar y los trasplantes de pulmón. La reducción del volumen pulmonar se realiza para reducir el tamaño de los pulmones mediante la extirpación de entre el 20 y el 30 por ciento de los tejidos pulmonares más afectados. Solo se recurre a un trasplante de pulmón en casos de insuficiencia pulmonar irreversible.
Si bien no ha podido encontrarse una cura para la EPOC; por lo general, la afección puede prevenirse y tratarse. Informarse sobre las opciones de tratamiento puede ayudarlo a estar más tranquilo mientras trabaja con el médico para controlar los síntomas de una manera más eficaz y mejorar la calidad de vida.
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Escrito por (en Inglés): Robin Madell
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD