Join AARP
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
Your email address is now confirmed.
You'll start receiving the latest news, benefits, events, and programs related to AARP's mission to empower people to choose how they live as they age.
You can also manage your communication preferences by updating your account at anytime. You will be asked to register or log in.
In the next 24 hours, you will receive an email to confirm your subscription to receive emails related to AARP volunteering. Once you confirm that subscription, you will regularly receive communications related to AARP volunteering. In the meantime, please feel free to search for ways to make a difference in your community at www.aarp.org/volunteer
Get exclusive member benefits & effect social change. Join Today
Hematuria es el término médico que se utiliza para referirse a la presencia de sangre en la orina. Hay distintas afecciones y enfermedades que pueden provocar hematuria, entre ellas, infecciones, enfermedades renales, cáncer y trastornos de la sangre poco frecuentes. La sangre puede ser visible o presentarse en cantidades tan pequeñas que resulte imperceptible a simple vista. La sangre en la orina debe tomarse en serio, incluso si sucede solo una vez. Debe consultar al médico tan pronto como sea posible, ya que ignorar la hematuria puede empeorar afecciones muy graves, tales como el cáncer y las enfermedades renales. El médico puede analizar la orina y solicitar pruebas de diagnóstico por imágenes para determinar la causa de la hematuria, y luego tratar dicha causa.
La hematuria puede ser macroscópica o microscópica.
Si hay suficiente sangre en la orina como para que esta parezca tener un color rosado o rojo, o si hay manchas de sangre visible, usted padece hematuria macroscópica.
Cuando no puede observarse la sangre debido a que la cantidad es demasiado pequeña, usted padece hematuria microscópica, que solo puede confirmarse mediante un análisis de laboratorio que detecta la sangre o al observar una muestra de orina al microscopio.
Existen muchas posibles causas de la hematuria. En algunos casos, la sangre puede tener un origen distinto. La sangre puede aparecer en la orina cuando, en realidad, proviene de la vagina en las mujeres, de la eyaculación en los hombres o de una defecación en ambos sexos. Si la sangre se encuentra verdaderamente en la orina, existen varias causas posibles.
La infección es una de las causas más frecuentes de hematuria y puede presentarse en las vías urinarias, la vejiga o los riñones. La infección se produce cuando suben bacterias por la uretra, el conducto que excreta la orina del cuerpo desde la vejiga. La infección puede trasladarse a la vejiga e, incluso, a los riñones, y, por lo general, provoca dolor y una necesidad de orinar con frecuencia. La hematuria puede ser macroscópica o microscópica.
Otra causa frecuente de la presencia de sangre en la orina es la existencia de cálculos en la vejiga o los riñones. Se trata de cristales que se forman a partir de minerales presentes en la orina y que pueden formarse dentro de los riñones o la vejiga. Si los cálculos son grandes, pueden provocar una obstrucción que, por lo general, genera hematuria y un dolor intenso.
En los hombres de mediana edad y mayores, una causa bastante frecuente de la hematuria es el agrandamiento de la próstata. Esta glándula se encuentra justo por debajo de la vejiga y cerca de la uretra. Cuando la próstata se agranda, como sucede habitualmente en hombres de mediana edad, comprime la uretra, y esto provoca problemas para orinar y puede generar la presencia de sangre en la orina.
Una causa menos frecuente de la presencia de sangre en la orina es la enfermedad renal. Los riñones pueden enfermarse e inflamarse y provocar hematuria. Esta enfermedad puede producirse por sí sola o como parte de otra enfermedad, como la diabetes.
En los niños de entre seis y 10 años, el trastorno renal denominado glomerulonefritis posestreptocócica, que puede ser producto de una amigdalitis estreptocócica sin tratar, puede provocar hematuria. Este trastorno puede presentarse entre una y dos semanas después de la infección estreptocócica sin tratar. Si bien alguna vez fue frecuente, esta afección no lo es en la actualidad debido a que las infecciones estreptocócicas pueden tratarse rápidamente con antibióticos.
El cáncer de vejiga, riñón o próstata puede provocar la presencia de sangre en la orina. Lamentablemente, este es un síntoma que, por lo general, se produce cuando el cáncer ya está en estadio avanzado. Podría no haber indicios precoces de que existe un problema.
Determinados medicamentos pueden provocar hematuria. Estos incluyen penicilina, aspirina, anticoagulantes tales como heparina y warfarina, y un fármaco oncológico denominado ciclofosfamida.
Existen algunas otras causas de la hematuria que no son muy frecuentes. Trastornos de la sangre poco frecuentes, tales como la anemia de células falciformes, el síndrome de Alport y la hemofilia, pueden derivar en la presencia de sangre en la orina. La actividad física extenuante o un golpe en los riñones también pueden provocar la presencia de sangre en la orina.
Debido a que algunas de las causas de la presencia de sangre en la orina son muy graves, debe buscar atención médica la primera vez que la note. Incluso una pequeña cantidad de sangre en la orina debe tenerse en cuenta. Si no observa sangre en la orina, pero tiene micciones frecuentes, complicadas o dolorosas, dolor abdominal o dolor en los riñones, consulte a un médico, ya que estas podrían ser indicaciones de hematuria microscópica.
Busque atención médica de emergencia si no puede orinar, si observa coágulos al orinar o si la sangre en la orina se produce junto con náuseas, vómitos, fiebre, escalofríos y dolor en un costado, la espalda o el abdomen.
Muchas de las causas de la presencia de sangre en la orina son muy graves; ignorar este síntoma puede tener consecuencias peligrosas. Si la sangre se debe a un cáncer, ignorarla puede provocar un avance de los tumores hasta el punto en que ya no puedan tratarse. Las infecciones no tratadas a la larga pueden provocar insuficiencia renal.
Si la causa de la hematuria es un agrandamiento de la próstata, el tratamiento puede aliviar los síntomas. Ignorarla puede provocar molestias que van desde una necesidad frecuente de orinar y dolor intenso hasta cáncer. Ignorar la hematuria cuando tiene cálculos puede ser muy doloroso. Los cálculos deben expulsarse; esto puede estimularse con medicamentos recetados y tratamientos para desintegrarlos en pedazos más pequeños.
Si consulta a un médico por hematuria, hay varias preguntas que deberá responder. El médico indagará acerca de la cantidad de sangre y los momentos en los que la observa durante la micción. Querrá conocer la frecuencia de las micciones, el dolor que siente, si observa coágulos y los medicamentos que toma.
Luego, el médico le realizará una exploración física y recogerá una muestra de orina para analizarla. El análisis de la orina puede confirmar la presencia de sangre y detectar bacterias si la hematuria se debe a una infección. Si no se encuentran bacterias, el médico puede solicitar pruebas de diagnóstico por imágenes, tales como una tomografía computarizada (TC), en la cual se utiliza radiación para generar imágenes del cuerpo.
Otra posible prueba que el médico puede realizar es una cistoscopía, en la cual se emplea una pequeña sonda para subir una cámara por la uretra e introducirla en la vejiga. Con la cámara, el médico puede examinar el interior de la vejiga y la uretra para determinar la causa de la hematuria.
Prevenir la hematuria implica prevenir las causas subyacentes. Para prevenir infecciones, tome mucha agua por día, orine inmediatamente después de tener relaciones sexuales y mantenga una buena higiene. Para prevenir los cálculos, tome mucha agua y evite el exceso de sal y determinados alimentos, tales como la espinaca y el ruibarbo. Para prevenir el cáncer de vejiga, no fume, restrinja la exposición a las sustancias químicas y tome mucha agua.
Escrito por (en Inglés): Mary Ellen Ellis
Revisado médicamente (en Inglés)
: George Krucik, MD