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El osteosarcoma es un cáncer de hueso que normalmente se desarrolla en la tibia cerca de la rodilla, en el fémur cerca de la rodilla o en el hueso del brazo (húmero) que está cerca del hombro. Este es el tipo de cáncer de hueso más común en los niños.
El osteosarcoma tiende a presentarse durante los períodos de crecimiento al principio de la adolescencia. Esto podría deberse a que el riesgo de tener tumores aumenta durante este período de rápido crecimiento de los huesos.
Este tipo de cáncer es más común entre los muchachos que entre las muchachas. También es más común en los niños altos y en los afroamericanos (ACS, 2012). Cuando se trata de niños, la edad promedio de emisión del diagnóstico es 15 años. El osterosarcoma es común en los adultos mayores de 60 años y también se ve en pacientes que han sido sometidos a radioterapia por tratamiento de un cáncer. Las personas con antecedentes familiares de cáncer y que han tenido retinoblastoma, que es un cáncer en la retina del ojo, tienen una mayor incidencia de sarcoma (St. Jude).
Los síntomas del osteosarcoma dependen de la ubicación del tumor. Entre los signos comunes de este tipo de cáncer están los siguientes:
La forma en que se siente el dolor podría variar. El niño podría sentir un dolor sordo o sentir un dolor que lo mantiene despierto durante la noche. Si el niño tiene dolor en los huesos o si usted observa cualquiera de los síntomas anteriores, examínele los músculos. En el caso del osteosarcoma, los músculos de la pierna o del brazo canceroso se ven más pequeños que los de la extremidad opuesta.
Los síntomas del osteosarcoma son similares a los dolores de crecimiento (dolor en las piernas causado por el crecimiento normal del hueso). Sin embargo, los dolores del crecimiento normalmente desaparecen durante los primeros años de la adolescencia. Consulte al médico si su hijo tiene algún dolor crónico en los huesos o inflamación después de sus crecimientos repentinos iniciales o si el dolor le está provocando problemas graves.
El médico de su hijo podría utilizar diversos recursos para diagnosticar el osteosarcoma. Primero hará una exploración física para detectar sitios inflamados o enrojecidos. El médico también le pedirá información acerca de la historia clínica del niño. Esto incluye enfermedades y tratamientos médicos previos.
El médico hará un simple análisis de sangre para detectar marcadores de tumores. Se trata de sustancias químicas en la sangre que indican la presencia de un cáncer. Otros análisis usados para diagnosticar el osteosarcoma son:
El osteosarcoma se clasifica de dos maneras: localizado (solamente en el hueso donde apareció) o metastásico (presente en otras áreas, como pulmones o huesos de otras partes).
Los tumores de osteosarcoma se dividen en estadios muy semejantes a los de otros tumores, utilizando ya sea Musculoskeletal Tumor Society Staging System [Sistema de Estadios de la Sociedad de Tumores Musculoesqueléticos] o las pautas de American Joint Commission on Cancer [Comisión Estadounidense Conjunta sobre el Cáncer].
La quimioterapia y la cirugía son eficaces para tratar el osteosarcoma.
A menudo, se administra quimioterapia antes de la cirugía. Para este tratamiento se utilizan medicamentos que ayudan a encoger el tumor y matar las células cancerosas. La duración de la quimioterapia depende de si el cáncer se ha diseminado hacia otras partes del cuerpo. Por ejemplo, si el cáncer del niño no se ha diseminado, el médico podría recomendar seis meses de quimioterapia antes de la cirugía. Una vez finalizada la quimioterapia, se hará una cirugía para extirpar los tumores remanentes.
En la mayoría de los casos, los cirujanos pueden salvar la extremidad cancerosa. Estos pueden extirpar quirúrgicamente el tumor y parte del hueso circundante y el trozo de hueso faltante se reemplazará con material artificial. Podría continuarse con la quimioterapia después de la cirugía para destruir cualquier célula cancerosa microscópica.
El cáncer del hueso puede reincidir, incluso después de la quimioterapia y la cirugía. Al niño se le harán estudios de seguimiento (tomografía computarizada, gammagrafía ósea, radiografías) para saber si hay nuevos tumores.
El pronóstico del osteosarcoma es bueno si el tumor del niño está confinado al hueso original. De hecho, tres de cada cuatro pacientes pueden curarse si los tumores no se han diseminado (AAFP, 2011). La tasa de supervivencia al osteosarcoma disminuye a medida que el cáncer se disemina hacia otras partes del cuerpo.
La quimioterapia y la cirugía podrían no curar completamente el osteosarcoma. Las células cancerosas podrían continuar creciendo y diseminándose. El médico podría sugerir una amputación para detener la diseminación de las células cancerosas. Se trata de la eliminación quirúrgica de la extremidad cancerosa.
Este tipo de cáncer también puede diseminarse hacia los pulmones. Los signos de que el cáncer de hueso se ha mestastizado (diseminado) hacia los pulmones son:
La quimioterapia administrada al niño antes y después de la cirugía podría producir efectos secundarios desagradables. Estos efectos secundarios son:
Escrito por (en Inglés): Valencia Higuera
Revisado médicamente (en Inglés)
: Brenda B. Spriggs, MD, MPH, FACP