En la mayoría de las personas, el primer ataque de gota agudo se produce sin advertencia y no se presentan otros síntomas que indiquen niveles de ácido úrico elevados. En consecuencia, los esfuerzos de prevención de la gota se basan en prevenir ataques futuros o en disminuir su gravedad.
Medicamentos
Los inhibidores de la xantina oxidasa y la probenecida previenen los ataques de gota, ya que reducen la cantidad de ácido úrico en la sangre. Además, el médico tal vez recete un antinflamatorio no esteroide (AINE) o colchicina a diario para que los ataques futuros sean menos dolorosos.
Cambios en la alimentación
Mediante un control cuidadoso del régimen alimentario, también pueden reducirse los niveles de ácido úrico. El médico puede ayudarlo a elaborar un plan específico, pero algunos de los cambios más comunes son los siguientes:
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beber más agua y otros líquidos que no contengan alcohol
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beber menos alcohol
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consumir menos carne
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reducir el consumo de alimentos ricos en purina, entre ellos, las vísceras, los pescados grasos y determinadas verduras
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consumir más productos lácteos descremados
Mantener un peso saludable
Con los cambios en la alimentación, también es posible lograr la reducción del peso corporal. Debido a que la obesidad es un factor de riesgo de la gota, mantener un peso saludable -mediante un régimen alimentario equilibrado y actividad física periódica-, puede contribuir a la prevención de los ataques.
Escrito por (en Inglés): the Healthline Editorial Team
Revisado médicamente (en Inglés)
: Jennifer Monti, MD, MPH
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